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Parte de la fama que tiene Tor, desde su nacimiento en la década del 2000, se debe al uso que le dan las personas para navegar en la ‘dark web’ y, por consiguiente, al contenido ilícito que puede encontrarse en la misma. Sin embargo, la misión de esta herramienta está lejos de promover actos delincuenciales, su principal objetivo es proporcionar seguridad y privacidad a los usuarios.
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Un ejemplo de cómo esta herramienta puede ser utilizada con fines benéficos, es el papel que desempeñó a finales de 2010 en medio de la Primavera Árabe. En ese contexto Tor posibilitó a las personas acceder de manera privada a páginas web que habían sido bloqueadas. De esa forma pudieron informarse, acceder a recursos críticos y participar del debate en redes sociales.
Según el medio de comunicación británico The Guardian, hace más de dos años que la navegación móvil, es decir, aquella que se realiza desde dispositivos como celulares y tablets, sobrepasó a la que hecha desde un computador de escritorio. En ese marco, los desarrolladores del Proyecto Tor manifestaron la necesidad de tener una versión del navegador compatible con este tipo de dispositivos.
Desde entonces realizaron diversos intentos por ofrecer un buen aplicativo que respondiera a las necesidades de sus usuarios.
El pasado 21 mayo se comunicó oficialmente la noticia, Tor ya cuenta con una versión estable lista para ser descargada desde dispositivos Android. Los desarrolladores explicaron que no se pudo hacer lo mismo para dispositivos que integran iOS debido a las restricciones de Apple. Sin embargo, recomiendan a estos usuarios utilizar el navegador Onion, desarrollado por Mike Tigas con la ayuda del Proyecto Guardian.
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Desde El Espectador descargamos esta aplicación con el propósito de probar su funcionamiento. Para comenzar hay que decir que su peso es de 142 MB, lo que la hace más ligera si se le compara con el navegador de Google (351 MB) y Chrome (764 MB).
Pero el que sea más ligera no significa que sea más veloz. El propio funcionamiento de Tor, para garantizar un blindaje especial en materia de privacidad y seguridad, hace que la experiencia de navegación pueda ser más lenta.
De hecho, puede que su simple comparación con Google, y otros navegadores, sea algo equivocado, ya que los propósitos de Tor, como se mencionó anteriormente, están enfocados en aspectos muy específicos.
“El navegador Tor ofrece el estándar más alto de privacidad y seguridad mientras estás navegando en la web. Ahora estás protegido contra el rastreo, vigilancia y censura. Este entrenamiento rápido te mostrará cómo”, es el mensaje de bienvenida que da la aplicación a sus usuarios.
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Posteriormente la persona, clicando en el ‘banner’ superior que tiene por defecto el link "about:tor” podrá ingresar los términos de búsqueda para iniciar una consulta. Para este ejemplo escribimos El Espectador.
Un diferenciador importante es que el motor de búsqueda que utiliza Tor es Duck Duck Go, que tiene por logo un pato que usa un corbatín verde. El resultado que muestra la búsqueda es el artículo en Wikipedia del medio y, posteriormente, el portal oficial de El Espectador.
Por lo demás hay que decir que las características que tiene son muy similares a las de los buscadores convencionales, es decir, en la parte superior derecha hay un botón para crear una nueva ventana de navegación; a un lado se encuentra el ícono de los tres puntos verticales que despliega el menú de configuraciones y hasta el botón para abrir una pestaña privada.
Si se selecciona esta última el navegador brindará un servicio en el que no quedará registrado el historial de búsquedas adelantado por el usuario, dificultará aún más el rastreo de su navegación, bloqueará las ‘cookies’, también los archivos temporales y el rastreo que terceros quieran hacer en las páginas visitadas.