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Viajar en bicicleta por Colombia es mucho más que recorrer kilómetros: es adentrarse en paisajes que cambian radicalmente en cuestión de horas, cruzar pueblos cargados de historia y dejarse sorprender por la hospitalidad de su gente. Es por eso que Pedalia una revista online independiente dedicada al ciclismo de aventura, con el propósito de empoderar a las personas y democratizar esta práctica, realizó una guía con tres rutas para conocer más a Colombia en cicla.
La metodología se fundamentó en la búsqueda de caminos que combinaran seguridad, diversidad de paisajes y la posibilidad de salir del asfalto para adentrarse en senderos más auténticos. Para ello se tuvieron en cuenta factores como la accesibilidad, el nivel de dificultad, las advertencias locales sobre seguridad y la riqueza cultural y natural de cada trayecto.
Según Pedalia este enfoque para elegir las rutas en Colombia permitió diseñar recorridos que no solo fueran un medio de transporte, sino experiencias inmersivas que invitan a descubrir el entorno de manera más pausada y cercana.
Las tres rutas seleccionadas reflejan lo que durante meses se buscó en Centroamérica: diversidad de paisajes, conexión con la naturaleza y la oportunidad de vivir la aventura más allá de la carretera. Cada recorrido resume un aspecto esencial del viaje —la belleza escénica, el contacto con comunidades locales y la emoción de transitar caminos alternativos—, lo que evidencia el potencial de la región para consolidarse con rutas oficiales de ciclismo de aventura como el bikepacking, una forma de viajar que combina ciclismo y camping y hace posible recorrer estos caminos de manera ligera y autónoma.
Magdalena salvaje: Carmen de Bolívar – Aguachica
Esta ruta de bikepacking desde Carmen de Bolívar hasta Aguachica sigue el río Magdalena a través de los Montes de María, caracterizada por caminos destapados y polvorientos, calor intenso y múltiples cruces fluviales. El viaje incluye la visita a El Salado, un pueblo marcado por la violencia pero que sorprende por su hospitalidad, y un descanso en el colonial Mompox. Los ciclistas enfrentan terrenos llanos con pocas subidas empinadas, caminos estrechos donde solo pueden pasar vehículos de dos ruedas, y la constante compañía del polvo que requiere usar pañuelos y camisetas de manga larga.
El paisaje del bajo Magdalena ofrece una experiencia única pedaleando entre ciénagas pobladas de aves acuáticas, con vistas constantes del río y la hospitalidad característica de los pueblos ribereños donde los habitantes ofrecen alojamiento en sus casas. Los múltiples cruces del río en embarcaciones locales añaden emoción y aventura al recorrido.
- El Salado (Bolívar): Pueblo que pasó de ser símbolo de violencia a un lugar de hospitalidad y paz.
- Santa Cruz de Mompox (Bolívar): Distrito turístico, histórico y cultural declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995.
- Santa Teresa (Magdalena Medio): Localidad reconocida por la calidez de su gente y la hospitalidad en casas locales.
- Morales (Bolívar): Municipio ribereño del Magdalena Medio, punto de paso fluvial y agrícola de la región.
- Aguachica (Cesar): Segundo municipio más poblado del Cesar, centro estratégico comercial, ganadero y de transporte en el Magdalena Medio.
Perdidos por Boyacá: San Gil – Belén (vía El Cocuy)
Esta ruta de bikepacking desde San Gil hasta Belén atraviesa las montañas de Boyacá, marcando el cambio del calor y terreno plano hacia paisajes montañosos, frío y pueblos coloridos. El recorrido incluye paradas en pueblos como Mogotes con su arquitectura única, San Joaquín ubicado en un paisaje espectacular, y el vibrante Guacamayas con sus murales callejeros. Los ciclistas enfrentan constantes subidas y bajadas, caminos destapados después de Mogotes, y el desafío de alcanzar los 3000 metros de altura, con vistas lejanas de los nevados del Parque Nacional El Cocuy.
La experiencia culmina con el cruce del páramo de El Cocuy, donde los ciclistas disfrutan del famoso bosque de frailejones antes de enfrentar una bajada extremadamente fría y lluviosa hacia Chitá, una de las partes más duras del viaje. La ruta final atraviesa paisajes mineros con minas de carbón y camiones, contrastando con la naturaleza anterior, hasta llegar a Belén.
Ruta en cicla:
- Mogotes (Santander): Municipio ganadero reconocido también como uno de los epicentros de las acciones comuneras en Colombia.
- Onzaga (Santander): Localidad de la provincia de Guanentá, ubicada al sur del departamento de Santander.
- Soatá (Boyacá): Capital de la provincia del Norte, con paisajes variados que van del bosque seco premontano al páramo.
- La Uvita (Boyacá): Municipio del norte de Boyacá, con un centro poblado llamado Cusagüi y límites con Chita, Boavita y San Mateo.
- Guacamayas (Boyacá): Reconocido por sus murales, su parque de reciclaje y su tradición artesanal en cestería de fique.
- El Cocuy (Boyacá): Capital de la provincia de Gutiérrez, famoso por su nevado y por el Parque Nacional Natural El Cocuy.
- Socotá (Boyacá): El municipio más extenso de la provincia de Valderrama, fundado en 1602, con clima templado y paisajes de montaña.
- Belén (Boyacá): Tierra Noble y Legendaria, rodeada de montañas, lagunas y ríos, con riqueza hídrica y tradición histórica.
La Carbonera: Salento – Ibagué
Esta ruta de bikepacking desde Salento hasta Ibagué atraviesa la Cordillera Central, alcanzando una altura máxima de 3300 metros en el Alto de la Línea y ofreciendo uno de los paisajes más espectaculares de Colombia: el bosque de palmas de cera. El recorrido inicia con una subida por caminos destapados desde Salento, pasando por el Valle del Cocora, hasta llegar al refugio “El Rocío” donde se disfrutan vistas completas del Eje Cafetero. Tras coronar el Alto de la Línea, los ciclistas descienden por un interminable bosque de palmas de cera hasta el río Tochecito, continuando hacia el pequeño pueblo de Toche y las laderas del volcán Machín, donde las aguas termales ofrecen un descanso reparador.
El tramo final hacia Ibagué combina paisajes de valles, quebradas y cafetales, atravesando el pueblo de Tapias donde las galleras se vuelven comunes en el camino. La ruta concluye después de cruzar un túnel hacia la gran ciudad, completando una experiencia que el autor describe como su favorita en Colombia. Esta travesía representa la culminación de tres rutas de bikepacking que muestran la diversidad del país, desde las montañas del Magdalena y los valles de Boyacá hasta las majestuosas palmas de cera de la Cordillera Central, dejando recuerdos imborrables de paisajes asombrosos, desafíos emocionantes y encuentros enriquecedores con la cultura local colombiana.
Zonas destacadas de la ruta
- Valle del Cocora con palmas de cera.
- Vistas panorámicas del Eje Cafetero.
- Descenso entre bosques de palmas de cera.
- Laderas del Volcán Machín.
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