Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Más de US 120.000 millones de dólares: la factura económica de la crisis climática en 2025

Un informe de la organización Christian Aid estima que solo los desastres climáticos más costosos de 2025 generaron pérdidas superiores a los 120.000 millones de dólares. El reporte pone cifras concretas a impactos que suelen medirse en términos humanos y ambientales, y advierte sobre las brechas de información, especialmente en el Sur global.

Redacción Ambiente

29 de diciembre de 2025 - 12:03 p. m.
PACIFIC PALISADES, 16/12/2025.- Los bomberos del condado de Los Ángeles luchan para combatir un incendio en las colinas sobre Pacific Palisade, en California, el 7 de enero de 2025. EFE/Caroline Brehman
Foto: EFE - CAROLINE BREHMAN
PUBLICIDAD

“El año 2025 ha vuelto a mostrar la cruda realidad del colapso climático”. Con esa frase abre el más reciente informe de la organización humanitaria Christian Aid, dedicado a documentar el cierre de uno de los años más costosos asociados al cambio climático. Aunque solemos hablar de estos impactos como “caros” en términos de vidas humanas, ecosistemas y biodiversidad, el informe da un paso adicional y traduce esa devastación en cifras económicas concretas, haciendo mucho más visible el enorme costo monetario de la crisis climática.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

La metodología del informe se divide en dos grandes partes, reconociendo explícitamente las limitaciones inherentes a este tipo de estimaciones. En la primera mitad, el reporte se concentra en identificar y analizar los desastres climáticos más costosos del año, a partir principalmente de las estimaciones de pérdidas publicadas de manera periódica por la aseguradora Aon. En algunos casos puntuales, estas cifras se complementan con información proveniente de otras fuentes confiables, con el fin de ofrecer una aproximación más completa.

Para efectos del análisis, la mayoría de los eventos se consideran desastres individuales. Sin embargo, en situaciones específicas, varios fenómenos fueron agrupados en una sola categoría cuando ocurrieron en un mismo periodo o compartieron características geográficas o meteorológicas similares.

Puede ver: Gobierno anunció inversión de COP 8.000 millones para la Universidad del Atlántico

El evento de la crisis climática más costoso del año fueron los incendios de Palisades y Eaton, en el área de Los Ángeles, ocurridos en enero. Estos incendios forestales dejaron al menos 31 muertes directas (con estudios posteriores que sugieren cerca de 400 fallecimientos adicionales asociados) y provocaron pérdidas económicas superiores a los 60.000 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los desastres por incendios más caros registrados. En noviembre, una serie de ciclones y lluvias monzónicas extremas afectó simultáneamente a países del sur y sudeste asiático, entre ellos Tailandia, Indonesia, Sri Lanka, Vietnam y Malasia. Estos eventos combinados causaron más de 1.750 muertes y generaron pérdidas económicas estimadas en alrededor de 25.000 millones de dólares, principalmente por inundaciones extensas, daños a infraestructura y afectaciones a la agricultura.

Read more!

Entre junio y agosto, China enfrentó episodios de lluvias extremas e inundaciones que dejaron más de 30 víctimas fatales y ocasionaron pérdidas cercanas a los 11.700 millones de dólares. En el Caribe, entre mediados y finales de 2025, el huracán Melissa (de intensidad equivalente a categoría 5) impactó a Jamaica, Cuba y Bahamas. Aunque el número final de víctimas aún no ha sido consolidado, los daños económicos se estiman en alrededor de 8.000 millones de dólares.

El subcontinente indio también sufrió eventos de gran magnitud. Entre junio y septiembre, las lluvias extremas en India y Pakistán provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que causaron más de 1.860 muertes y pérdidas económicas cercanas a los 5.600 millones de dólares. De forma paralela, la temporada de tifones y tormentas tropicales en Filipinas, que se extendió desde mediados de año hasta noviembre, dejó daños de más de 5.000 millones de dólares.

Read more!

Otros desastres relevantes incluyeron la sequía prolongada en Brasil entre enero y junio, con un costo económico estimado en 4.750 millones de dólares, especialmente por pérdidas agrícolas y afectaciones al suministro de agua.

Puede ver: Procuraduría investigará casos de acoso sexual en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid

En Australia, el ex-ciclón tropical Alfred, ocurrido en febrero, causó al menos una muerte y pérdidas por unos 1.200 millones de dólares, mientras que el ciclón Garance impactó la isla de Reunión, en el este de África, dejando cinco fallecidos y daños cercanos a los 1.050 millones de dólares. Finalmente, en julio, las inundaciones repentinas en Texas, Estados Unidos, causadas por lluvias extremas, dejaron más de 135 muertos y pérdidas estimadas en 1.000 millones de dólares.

No ad for you

Con base solo en los desastres incluidos en la lista principal del informe, el costo económico supera entonces los 120.000 millones de dólares en 2025. “Estos desastres climáticos son una advertencia de lo que nos espera si no aceleramos la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles. También subrayan la urgente necesidad de adaptación, especialmente en el Sur global, donde los recursos son escasos y las personas son especialmente vulnerables a las crisis climáticas”, advirtió Patrick Watt, director ejecutivo de Christian Aid.

El caso latinoamericano

Brasil es el único caso latinoamericano incluido en la lista de los diez eventos más caros. La sequía que afectó a ese país durante la primera mitad de 2025 llegó a impactar “a más de la mitad del país en su punto máximo”, con condiciones severas que se extendieron desde el norte y nordeste hasta algunos de los principales polos agrícolas, como São Paulo, Goiás, Minas Gerais y Mato Grosso do Sul. No se trató de un episodio localizado, sino de una crisis hídrica nacional.

No ad for you

Los efectos se sintieron rápidamente en el acceso al agua y en los medios de vida. Los ríos alcanzaron niveles “extremadamente bajos”, lo que puso bajo presión los sistemas de abastecimiento urbano, se lee en el informe completo. Al mismo tiempo, comunidades rurales e indígenas enfrentaron dificultades crecientes para acceder a agua potable, mientras veían deteriorarse sus cosechas. La sequía, además, creó las condiciones para una mayor ocurrencia de incendios forestales, agravando el impacto sobre territorios ya vulnerables, agrega el documento.

En términos económicos, las estimaciones para el periodo entre enero y junio de 2025 calculan pérdidas cercanas a los 4.750 millones de dólares, con el sector agrícola como el más golpeado. El informe subraya que la agricultura no solo sufrió por la falta de lluvias, sino también por daños asociados a incendios forestales “exacerbados por las condiciones secas”. Varios cultivos registraron caídas importantes en sus rendimientos; uno de los casos más ilustrativos es el de la macadamia, cuya producción se redujo en alrededor del 30 %.

No ad for you

Puede ver: Abren nuevas convocatorias de becas para estudiar un máster en España

Más allá del impacto inmediato, el informe conecta este episodio con tendencias de fondo asociadas al cambio climático. Investigadores citados señalan que el calentamiento global está aumentando tanto la frecuencia como la intensidad de las sequías en Brasil. Un estudio de atribución climática realizado el año anterior concluyó que el cambio climático hizo que una sequía sin precedentes en la Amazonia fuera “30 veces más probable”. A esto se suman el aumento sostenido de las temperaturas y la alteración de los patrones de lluvia, factores que están volviendo la estación seca más larga, más intensa y menos predecible.

La sequía de 2025 no aparece entonces como un accidente aislado, sino como una señal de una vulnerabilidad creciente. El informe advierte que, bajo las condiciones climáticas actuales, Brasil enfrenta un riesgo cada vez mayor de eventos extremos que combinan escasez de agua, pérdidas económicas y presión social, con efectos que se extienden mucho más allá de un solo semestre o de una sola región del país.

No ad for you

Otros eventos que no hay que olvidar

Además de los desastres que encabezan la lista de mayores pérdidas económicas, el informe advierte que el cambio climático está produciendo impactos devastadores que no siempre aparecen en los rankings financieros. Muchas de las consecuencias más graves (en términos de vidas humanas, desplazamientos y deterioro ambiental) quedan fuera del “top 10” simplemente porque no existen datos económicos comparables o porque los daños no pasan por sistemas de aseguramiento.

El reporte subraya que, aunque la ciencia ha avanzado de manera notable en demostrar los vínculos entre eventos extremos y el cambio climático (en particular gracias a los estudios de atribución del grupo World Weather Attribution), persisten enormes vacíos de información sobre el costo económico real de los desastres, especialmente en los países del sur global. Allí, los mercados de seguros son limitados o inexistentes, lo que impide estimaciones sistemáticas basadas en reclamaciones, como sí ocurre en países de altos ingresos.

No ad for you

Puede ver: El profe que hizo de La Mojana un laboratorio educativo, finalista del Global Teacher Prize

Incluso cuando existen cifras, compararlas resulta complejo. Los desastres de evolución lenta, como las olas de calor o las sequías prolongadas, no tienen un inicio o un final claramente definidos, lo que dificulta establecer quiénes resultan afectados, durante cuánto tiempo y con qué intensidad. En estos casos, las estimaciones suelen ser parciales y estrechas: se concentran, por ejemplo, en la pérdida de ingresos de un cultivo específico o en un periodo limitado del evento, sin capturar impactos acumulados en hogares, comunidades o economías nacionales.

El informe señala que, pese a revisar múltiples fuentes, son muy pocos los desastres climáticos que cuentan con estimaciones completas de daño económico cuando no hay datos provenientes del sector asegurador. Esta carencia es particularmente evidente en crisis prolongadas como sequías y olas de calor, que generan efectos persistentes pero difíciles de monetizar. En muchos casos, la única referencia económica disponible proviene de llamados de emergencia de Naciones Unidas para atender parcialmente la crisis, lo que dista de reflejar el costo total.

No ad for you

En ese contexto, el documento destaca una serie de desastres “menos visibles” de 2025 que, aunque no dominaron los titulares globales, tuvieron impactos profundos. Entre ellos figuran los incendios forestales sin precedentes en el Reino Unido, que quemaron más de 46.000 hectáreas y costaron al menos 350 millones de libras; la devastadora temporada de incendios en la península ibérica, con más de 640.000 hectáreas quemadas entre España y Portugal y pérdidas estimadas en 810 millones de dólares; y las inundaciones en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador, que dejaron decenas de muertos, cientos de miles de personas afectadas y estados de emergencia nacionales.

También se incluyen la sequía persistente en Canadá, que afectó al 80 % de las tierras agrícolas, dejó comunidades sin agua potable y contribuyó a la segunda peor temporada de incendios forestales registrada en el país; las inundaciones mortales en la República Democrática del Congo y en Nigeria, donde lluvias extremas causaron cientos de muertes; y la prolongada sequía en Irán y Asia occidental, que amenaza incluso el abastecimiento de agua de grandes ciudades como Teherán.

No ad for you

El informe incorpora además fenómenos menos tradicionales en el debate público, como el año climático extremo en Japón (marcado por tormentas de nieve letales seguidas del verano más caluroso jamás registrado), una inusual ola de calor en la estratósfera sobre la Antártida y temperaturas oceánicas récord a escala global. En este último caso, se advierte que mares más cálidos no solo afectan ecosistemas marinos, sino que también alimentan tormentas y ciclones más intensos. Según la Organización Meteorológica Mundial, estas temperaturas excepcionales están impulsadas por “niveles récord de gases de efecto invernadero”.

🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.