
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
310.000 millones de dólares anuales. Esa es la cifra que necesitan los países en desarrollo para adaptarse a la crisis climática que enfrenta el planeta actualmente.
La estimación es la principal conclusión de un informe que publicó recientemente el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
“El informe actualiza el costo de la financiación para la adaptación que se necesita en los países en desarrollo, situándolo en 310 000 millones de dólares estadounidenses al año en 2035, según los costos modelizados”, concluye el documento Funcionando en vacío.
El problema, continúa el documento, es que en 2023 los países en desarrollo destinaron cerca de 26.000 millones de dólares, 2.000 millones de dólares menos que en 2022.
Esto, para hacerse una idea, hace que las necesidades de financiación para la adaptación en los países en desarrollo sean entre 12 y 14 veces superiores a los flujos actuales.
Tras conocerse los hallazgos del informe, António Guterres, Secretario General de la ONU, señaló que “los impactos climáticos se están acelerando. Sin embargo, el financiamiento para la adaptación no mantiene el ritmo, dejando a los más vulnerables expuestos a mares en ascenso, tormentas mortales y olas de calor insoportables”.
Guterres, quien hace algunos días aseguró que el aumento de las temperaturas por encima de 1,5 °C ya “es inevitable”, fallando así en el cumplimiento del Acuerdo de París, agregó que la adaptación “no es un gasto: es un salvavidas. Cerrar la brecha de adaptación es proteger vidas y garantizar justicia climática”.
Por su parte, Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, aseguró que “necesitamos un impulso global para aumentar el financiamiento para la adaptación, tanto pública como privada, sin agravar la deuda de las naciones vulnerables. Si no invertimos ahora, pagaremos costos crecientes cada año”.
Cabe recordar que la COP29, de Bakú (Azerbaiyán), cerró con una nueva meta de financiamiento que decepcionó a varios de los países en desarrollo. Mientras estos últimos pedían 1.3 billones de dólares, los países más desarrollados, y quienes más han contribuido al cambio climático, proponían una meta de 300.000 millones de dólares que finalmente fue adoptada.
Una alternativa para aumentar este financiamiento, que es calificado como “insuficiente” por el PNUMA, es el “Camino de Bakú a Belén”, impulsado por las presidencias de la COP29 y la COP30, que arranca el 10 de noviembre en esta ciudad amazónica de Brasil.
La estrategia busca movilizar 1,3 billones de dólares para 2035, aunque la agencia ambiental de la ONU advierte que esos recursos deberán evitar que la deuda de los países aumente y que el dinero debería ser entregado como subvenciones y financiamiento concesional.
El informe se conoce a pocos días de que inicie una nueva cumbre de cambio climático y pocos días después de que se lanzara un informe que señala que, por primera vez, las emisiones contaminantes disminuirían, pero lejos de lo que se necesita.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜