Los usados cumplen un papel importante en la industria y por esto no sobra mencionar y describir la importancia del peritaje, un ejercicio -en muchas situaciones insustituible, que se aleja de las subjetividades y demuestra, señala y entrega un contexto fundamentado sobre el estado –y posible precio– de un carro usado.
¿Qué es?
“El peritaje permite entender el estado real de un carro usado”, señala Reinaldo Ortiz, presidente de Asousados, quien agrega que, aunque el comprador tenga conocimiento sobre carros, hay algunos puntos específicos y fundamentales que solamente una revisión técnica puede observar.
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“El peritaje se divide en partes estructurales, mecánicas y otra que nunca hay que pasar por alto: la documental”. Cada una es importante en su énfasis, pues un carro con fallas estructurales presenta una afectación en su seguridad, la mayoría de usados tienen algo que hacer en su parte mecánica y aunque las anteriores podrían tener alguna reparación, una falla documental hace que el interesado compre un problema y no un carro”, agrega Ortiz.
Revisión estructural
“Uno de los componentes más susceptibles de revisión y que debe tener un mejor control al comprar un usado, es la parte estructural. Las suspensiones, caja y demás partes tienen repuestos y manuales de servicio, sin embargo, las estructuras y chasises no deberían ni están hechos para repararse”, afirma el experto automotor y director de Autotrain, Ricardo Osorio.
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Para el experto, los temas estructurales tienen un importante impacto en el precio del vehículo. El peritaje, continúa, revisa minuciosamente el chasis para estar seguros de que no hubo una mal practicada reparación estructural
“Así como es absurdo pensar que los carros no hayan tenido ningún golpe o rayón, es importante determinar qué tan fuerte fue… cuando el golpe ha afectado la estructura del vehículo se habla de algo delicado, pues puede estar afectando la seguridad de este y el precio se deprecia más que el de uno que no fue afectado de esta forma”, añade Reinaldo Ortiz.
Revisión mecánica
Tanto Ortiz como Osorio aseguran que es normal que un carro usado deba tener alguna reparación mecánica. Para este punto, los técnicos en este tipo de procedimientos hacen un balance del estado de las piezas de desgaste (suspensión, embrague, frenos, etc.), para luego indicar cuáles deben ser reemplazadas.
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“La revisión mecánica de un carro usado es una inversión pequeña con un beneficio mayor. Eso sí, si no se revisan estas partes puede pasar que se dañen, por ejemplo, los discos y ahí la inversión sería más grande”, cuenta Ortiz.
Revisión documental
En palabras de Reinaldo Ortiz, es el punto más importante. “Este sirve para confirmar la idoneidad de la documentación y que coincida con el vehículo, así como el propietario, por ser bienes que pueden ser objeto de embargos, no solo por el vehículo mismo sino por otras deudas de los propietarios”.
El presidente de Asousados indica que, para este punto, los encargados del peritaje revisan los números de identificación y que quien vende el producto sea realmente su propietario o esté facultado para realizar la venta. Asimismo, chequea impuestos, multas, partes, embargos, entre otros.
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“Hay muchas empresas que hacen este procedimiento, pero todos llegan a revisar el tema con la policía… para sentirse un poco más seguros, algunos prefieren no comprarles a particulares sino a concesionarios que ya han hecho estas revisiones, pero uno como particular también lo puede hacer”, concluye Ricardo Osorio.
