Era la 1:55 de la tarde del pasado lunes 22 de febrero, cuando Michel Roberto Correa, presidente de la Fundación Casa Grau, se despidió de su esposa para ir a retirar dinero del banco y, posteriormente, encontrarse con un amigo y cumplir un par de compromisos en la tarde: uno en Chía, de manera presencial, y dos reuniones virtuales. Sin embargo, después de esa hora no se volvió a saber de él.
Liliana Correa, hermana del empresario, habló con El Espectador y manifestó que “nunca llegó a esas reuniones y ahí ya empezó la gente a llamarnos y a decirnos que no contestaba el celular, él es una persona para quien la puntualidad es algo enfermizo”.
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Según contó Liliana, su hermano se había recuperado hace una semana del contagio por COVID-19 que lo había afectado fuertemente. Por este motivo, su familia le pedía limitar sus salidas y no le dio detalles a su esposa antes de irse.
Sus familiares, amigos y socios reconocen en Michel Roberto Correa a una persona puntual y cumplida, razón por la cual se les hizo extraño que no asistiera a esas citas y que su celular estuviera apagado.
“Me decían: ‘oiga, Michel no aparece’, ‘qué raro que no contesta el teléfono’. ¡Y a él jamás de los jamases se le apaga el teléfono! Porque carga pila accesoria y carga el celular con batería, y más ahora que está enfermo”, manifestó Liliana Correa.
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Hasta donde ha conocido la familia, el empresario desaparecido habría hecho un retiro de una suma de dinero y ahora, con un auto de la Fiscalía General de la Nación, podrán acceder a toda la información de las transacciones que hizo Correa el día de su desaparición.
Entre tanto, sus familiares piden cualquier información que ayude a dar con su paradero mediante las líneas 301 440 3891 y 311 561 1038. La última vez que fue visto, Michel Roberto Correa, de 44 años, vestía una chaqueta y pantalón azul oscuros, mocasines cafés y camisa blanca.