La crisis de Recaudo Bogotá S.A.S, empresa encargada de operar la tarjeta TuLlave, se anunció desde febrero de este año. En ese momento la compañía solicitó a la Superintendencia de Socidades que la admitiera en proceso de reorganización empresarial, amparados en la Ley 1116 de 2016, ya que sus deudas eran más altas que sus ingresos. Ahora, dos meses después, la petición fue admitida.
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El retraso en la implementación del sistema de integrado de recaudo, control e información al usuario (SIRCI); el atraso en la implementación de la flota del SITP, y la no contratación de coberturas sobre el precio del dólar fueron los motivos que, según Recaudo Bogotá, agravaron su crisis. De acuerdo con la Superintendencia, la compañía presenta cesación de pagos en el 24% de sus deudas.
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“El objetivo del proceso es normalizar las relaciones crediticias y comerciales de la compañía mediante la consolidación de acuerdos con sus acreedores”, explicó el superintendente de sociedades, Francisco Reyes, después de comunicar el inicio del proceso de reorganizción empresarial de Recaudo Bogotá S.A.S.
¿Qué implica la reorganización empresarial? Se trata de un régimen de insolvencia que fue reglamentado en diciembre de 2016 y que busca la protección del crédito y la recuperación y conservación de la empresa a través de procesos de reorganización y de liquidación judicial.
Esto significa que TuLlave entrará en una reestructuración operacional, administrativa, de activos o pasivos. Según la Ley, al tratarse de un proceso de reorganización, su objetivo es preservar la viabildiad de la pemrpesa y normalizar las relaciones comerciales y crediticias.
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