Edgar Páez, de 63 años, dejó una huella imborrable en el fútbol bogotano y cundinamarqués. A poco menos de un día de su asesinato ocurrido en Puente Aranda, la noche del sábado 23 de septiembre, su familia aún no puede creer que al presidente de Tigres F.C., lo hayan asesinado de esa manera. El asesinato ocurrió cuando una de sus tres hijas lo llevaba en un vehículo hacia su casa, al término del partido que se disputó entre su equipo y Atlético, y que se jugó en el Estadio Metropolitano de Techo.
Contexto: Édgar Páez, presidente de Tigres F.C, fue asesinado en Bogotá
“Era un hombre fiel a sus principios y a sus ideales. Los que trabajaron con él, pueden decir que dejó una huella imborrable. Promovió el fútbol en Bogotá y en Cundinamarca, eso se ve reflejado en los campeonatos que jugó Tigres, el equipo con mayoría de jugadores bogotanos. Es el equipo que, durante toda su trayectoria, ha permitido que más jugadores de la región, debuten en el fútbol profesional colombiano”, señaló a El Espectador, Juan Páez, sobrino de Edgar.
Edgar Páez, antes de arribar a la presidencia de Tigres F.C., estuvo vinculado en el Estado colombiano: fue agente del Das, trabajo en la Fiscalía, es abogado de profesión, fue profesor universitario de derecho, e hizo parte de la junta directiva de Santa Fe en 2004. Posteriormente, en 2005, en conjunto con un grupo familiar y empresarial, adquirieron Expreso Rojo, del cual asumió el mando.
En 2016, por temas de marca, Santa Fe adquirió el nombre de Expreso Rojo, lo cual desembocó en que la junta directiva, de la cual hacía parte Edgar, cambiara el nombre del club, por Tigres Fútbol Club. En ese momento, Páez asumió su presidencia.
“Mi tío era una persona de un carácter fuerte, pero a la vez era un líder increíble. Todas las personas con las que trabajó en Tigres F.C, lo admiran, lo quieren, lo respetan, por lo que es. Fue una persona justa, que siempre defendió la justicia social y la justicia en el fútbol”, añadió su sobrino.
Gracias a su gestión y trabajo, y enorme conocimiento del fútbol, logró que los Tigres ascendiera en el primer año del equipo constituido como Tigres F.C. “A pesar de que los medios de comunicación vendieron la victoria, como que no se le había dado al Pereira. Hubo mucho trabajo que lideró mi tío”.
Su familia dice que a toda hora veía fútbol: en su oficina, en la casa, en visitas. Ese conocimiento lo llevó a lograr triunfos contra equipos como santa Fe, Medellín, Once Caldas, y a Nacional, al cual le ganó en el Campin. “Eso habla mucho de ese año que Tigres estuvo en primera división al mando del presidente Páez”, añade el sobrino.
Además, cuentan que impulsó equipos aficionados de fútbol femenino. “Promovió equipos aficionados, nunca pudo apoyar un equipo profesional femenino por tema de patrocinio y presupuesto, el cual en Colombia siempre es muy bajo. Tanto en lo económico como en lo motivacional apoyó el fútbol femenino y quiso que al menos un equipo aficionado representara a Tigres”, agregó Páez.
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“Nunca estuvo involucrado en apuestas”
Sobre su crimen todavía hay más dudas que respuestas. Su familia no tenía conocimiento de posibles amenazas o hechos que pudieran provocar que alguien lo mandara a asesinar. “Trabajé mucho tiempo con él y cuando había casos en los que se decía que un jugador estaba apostando, él los llamaba y les advertía. Nunca fue apostador y jamás estuvo involucrado en el mundo de las apuestas, o se prestó para que alguien se aprovechara de su posición como presidente para mover o gestionar resultados”, señaló.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Bogotá, encabeza la búsqueda de los asesinos, recopilando las pistas que podrían esclarecer el estremecedor crimen. “El hecho se presentó en la avenida Américas, con carrera 50, donde fue agredido el presidente Tigres F.C., La Policía de Bogotá ha dispuesto de todas sus capacidades de investigación criminal y de inteligencia. Invitamos a la ciudadanía, si tiene alguna información, para que contacten a la Policía Metropolitana de Bogotá y nos brinde esa información que será de absoluta reserva”, indicó el coronel Wilford Méndez, comandante operativo (e) de seguridad ciudadana Mebog.
Luto en el fútbol bogotano y cundinamarqués
La familia de Páez perdió a quien describen como su “el núcleo familiar”. El hombre trabajaba con sus hijas y vivía rodeado de su familia, misma que hoy, está de luto, así como el entorno del fútbol local.
“Es una noticia demasiado impactante. A pesar de que ya han pasado casi 24 horas, uno no termina por creerlo realidad. Nunca fue una persona que tuviese enemistades. Tenía un carácter único, siempre andaba molestando y relacionándose con las personas. Nunca creímos que alguien quisiera hacerle daño”, indicó Juan Páez.
Por último, hacen un llamado a la justicia para que los responsables paguen por el crimen. “Hago un llamado a la justicia para que el crimen no quede impune. Es la vida de un padre, un hijo, un tío, un líder. Nos deja un vacío enorme a todos los que lo conocimos. Inspiraba a todo quien que lo conoció. Agradezco mucho su trabajo por el fútbol”, cerró.
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