La escena parecía un reprochable caso de “justicia por mano propia”, pero la hipótesis apunta a un crimen en medio de la guerra por el narcotráfico, que se libra en la zona de La Estanzuela (localidad de Los Mártires). Un grupo, de 15 personas, persiguió por más de cuatro cuadras a un joven, de 26 años, quien intentó esconderse en un taller. El grupo, que iba armado con palos, piedras, cuchillos y machetes, logró entrar al local y lo atacó. La víctima murió en el sitio antes de que llegaran las autoridades.
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En la investigación inicial, el joven no pudo ser identificado, ya que no portaba documentos. En entrevistas con las autoridades, algunos comerciantes aseguraron que semanas previas al ataque la víctima había tenido una discusión con los asesinos. La gente tiene miedo de colaborar con las autoridades, pues los responsables del homicidio serían miembros de una peligrosa organización que frecuenta la zona.
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La Policía tiene cómo hipótesis principal que el ataque fue producto de un altercado relacionado con el negocio de estupefacientes. Las autoridades tratan de corroborar si el homicidio está relacionado con disputas de poder por la venta de drogas en la zona. Según datos de la Alcaldía de Bogotá, en el barrio La Estanzuela se han ido conformado estructuras criminales en torno al microtráfico.
Días previos al asesinato, la Policía capturó a miembros del grupo las “Arcanzas”, un grupo dedicado al tráfico en este sector de la capital. Este grupo tenia influencia en las localidades de Ciudad Bolívar, Mártires, Puente Aranda, Rafael Uribe Uribe y San Cristóbal Sur.