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Inició la entrega del informe de la Comisión de la Verdad en el Caribe colombiano. El primero en recibirlo fue Tierra Grata, un Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de las antiguas Farc en Manaure (Cesar). Allí permanecen 280 reincorporados de los cuales 121 son mujeres y 49 hombres. También comparten la tierra con 82 no reincorporados y con niños, 90 de ellos han nacido en este nuevo territorio.
Para Félix, un excombatiente de las Farc, escuchar el informe fue como un camino de la vida. “La paz que comenzó en este proceso no como querían otros si no como queríamos nosotros, como el que llevamos por acá en Tierra Grata” dice mientras le dice a Colombia+20 que la presentación del informe de la Comisión de la Verdad fue “bueno y productivo”.
“Lo que mejor pude entender es el camino de la paz, no más guerra no más corrupción, no más discriminación. Si no, no habrá futuro para nadie, es reconocer los derechos y deberes que cada uno tenemos”, señala. La reunión se llevó a cabo en el salón comunal, allí estaban las víctimas, los excombatientes, los comisionados de la verdad, líderes y lideresas sociales del Caribe, cooperación internacional y representantes de instituciones universitarias.
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Unas velas iluminaban el salón y cada una tenía el significado de la historia que se contaba. Uno de los que ayudó a prender una vela fue Rodrigo Granda, integrante del antiguo secretariado de las Farc-EP y participante del proceso de paz que se realizó en La Habana.
“A cinco años de haber firmado el Acuerdo de paz y algo más de tres del trabajo de la Comisión de la Verdad, nosotros vemos que es un aporte muy importante y bastante el trabajo que han hecho los comisionados y yo me atrevería a decir que se ha comenzado por el camino correcto”, sostuvo Granda quien también afirmó que el país debe profundizar en este asunto y reiteró que hay muchas personas como militares, exministros y altos representantes de los gremios económicos que todavía no han aportado la verdad.
Colombia+20 le preguntó sobre el Informe Final y el valor de la verdad presentada. “Yo todavía tengo solamente algunas pinceladas, seguramente habrá cosas que no me van a gustar desde el punto de vista individual y que posiblemente no comparta, habrá otras que evidentemente tiene un asidero absoluto en la realidad de lo acontecido. Independientemente de quienes en uno u otro momento salgamos perjudicados, lo importante es ver hasta qué grado la objetividad prima en todo, independientemente de quién haya cometido atrocidades”, aseguró.
En el acto simbólico que se desarrolló en un salón especialmente preparado estaban todos. Las comisionadas Martha Ruíz y Alejandra Miller le dijeron a los asistentes que el informe de la verdad no es un libro, es todo lo que ha pasado: “La verdad no es la Comisión, la verdad brota en el diálogo”.
Se habló de cifras y sobre cómo la comisión entrevistó a más de 14 mil personas, la mayoría víctimas. “Hablamos con las guerrillas, los paramilitares, también con los militares y los empresarios y llamados terceros”, señalaron. Contaron cómo hubo 450 mil muertos y 120 mil desaparecidos y que en su mayoría fueron civiles desarmados.
La minoría murió en combate. Fueron 10 millones de colombianos los que sintieron la guerra. Fueron también casi 50 mil secuestros y cerca de 16 mil niños fueron reclutados. La comisionada Alejandra Miller manifestó que el narcotráfico no es solo un factor de persistencia que financia la guerra, “sino que también ha tenido aristas políticas, precisamente reflejo de esa corrupción y esos entramados” .
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Miller también dijo que la construcción de la verdad es un proceso de largo aliento: “Este es un proceso que continua, es un tema de voluntad política, pero ese proceso desde darse desde la ciudadanía que motive y mueva esa voluntad: que también ha tenido aristas políticas, precisamente reflejo de esa corrupción y esos entramados”.
Por otra parte la comisionada Martha Ruiz dijo que “la paz no es silenciar los fusiles. Aquí hay gente que lo perdió todo. Los campesinos, por ejemplo, muchos de ellos siguen en las calles, arrumados” y sostuvo que el principal reclutador de los niños en el país fue las Farc. “En el informe están las cifras, están las mentiras, están los entramados. Ahí están documentados los hechos y también los testimonios de los niños”, sentenció.
La comisionada Ruiz, en conversación con la prensa que estaba en el evento, se refirió a la importancia de la creación del Ministerio de la Paz. “La comisión termina. Fue una institución creada para la escucha, para el diálogo y para la verdad y nosotros en las recomendaciones creemos que esto debemos continuarlo, se necesita voluntad de la gente”, sostuvo la comisionada, quien también afirmó que se necesitan instituciones que lo hagan.
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“Nosotros necesitamos una institución del estado, que garantice la implementación en el largo plazo. Tenemos un ministerio muy grande para la guerra pero no tenemos un ministerio para la paz. El Estado tiene que promoverla en procesos locales muy genuinos y esa paz es la que va a garantizar que nosotros realmente nos reconciliemos, entonces se necesita un ministerio para la paz , instituciones que hagan esta tarea porque o si no, se pierde”, sostuvo.
En el marco de la gira en el Caribe colombiano para la socialización del legado y el Informe final, la Comisión de la Verdad conversó con instituciones y gremios del Cesar, territorio que registra alrededor de 5.055 víctimas de desaparición forzada, el 57 % en manos de paramilitares y el 19 % de las Farc.
En este departamento se registraron también 16.728 víctimas de homicidio: 55 % paramilitares y 15 % Farc; 3.590 víctimas de secuestro: 21 % paramilitar, 24 % de las Farc y 41 % del Eln; 399.033 víctimas de desplazamiento y 276 víctimas de reclutamiento.
Martha Forero, quien llegó de la Serranía del Perijá, es la presidenta de la Junta de Acción Comunal del corregimiento Laguna de los Indios, en el municipio de La Paz, y forma parte de Asoperija, una asociación que lucha por que sus miembros tengan los títulos de sus tierras en la Serranía. Forero está muy satisfecha de recibir el informe. ”Después de la firma de este Acuerdo de la paz, nuestro sueño sigue caminando, si no somos dueños de nuestra propia tierra, no tenemos nada”, señaló.
Estuvo en los encuentros de Cartagena y hoy en Tierra Grata. “Conocer el marco de nuestro nuevo caribe , cómo estamos los campesinos, las víctimas del conflicto armado, hoy que estamos tomando como un nuevo rumbo”, dijo. Agregó que el gobierno que están saliendo y los que ya salieron “nunca se tomaron la tarea de ir a la zona rural o esos pequeños municipios”.
Terminada la tarde todos dejamos Tierra Grata con su restaurante que se llama Frante, las casas terminadas y en construcción de sus habitantes, el parque para los niños y algunos espacios construidos para la historia. La casa de la memoria, alojamientos para los extranjeros y colombianos que los visitan, una réplica de un campamento con sus cambuches, aula educativa, el economato, la enfermería y la cocina que se llama Rancha. Allí a las hornillas les dicen cubanos y de repente algún día vuelven a preparar la comida del pasado olvidado, cuchuco, peto y cancharinas , una especie de arepas asadas.