Tras crisis, Gobierno y disidencias de Iván Mordisco reactivarán diálogos de paz

Iván Mordisco (en el centro) es el jefe de la disidencia del Estado Mayor Central.

Foto: AFP - JOAQUIN SARMIENTO

Las últimas dos semanas han ocurrido varias e intensas reuniones entre el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, y delegados de las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC, al mando de Iván Mordisco.

Los encuentros han sucedido principalmente en Catatumbo, Norte de Santander, y en los llanos del Yarí, en Caquetá. El objetivo de las maratónicas jornadas es reactivar el proceso de diálogo con este grupo, que se truncó tras el asesinato de cuatro menores de edad indígenas que habían huido de las filas del frente Carolina Ramírez en Putumayo.

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El primer acuerdo al que llegaron las partes este jueves 6 de julio consiste en la creación de un mecanismo de diálogo que se encargará de acordar un cese al fuego y crear las condiciones para la instalación de una mesa de diálogo.

Ese mecanismo es una especie de pre-mesa y estará conformada por cinco personas de una comisión política que creó el EMC y que encabeza Andrey Avendaño -jefe de las estructuras en Catatumbo-, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y delegados de la Misión de Verificación de la ONU, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (Mapp) de la OEA, la Iglesia Católica y la embajada de Noruega.

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El anuncio del establecimiento de este mecanismo debe darse en las próximas horas. “Hay una voluntad de ellos y de nosotros para instalar mesa de diálogos y lograr unos asuntos de protección de civiles y un cese al fuego que genere garantías para los habitantes de los territorios”, dijo Rueda en declaraciones a Lente regional, un medio de comunicación de San Vicente del Caguán, al tomar el avión que lo trajo a Bogotá este jueves en horas de la tarde.

Uno de los objetivos del gobierno, que sigue en discusión, es que el EMC renuncie a la práctica del secuestro, no entorpezca las elecciones regionales que se avecinan y que suspendan acciones contra la población civil. En eso se concentrará ese mecanismo de diálogo que se instalará en las próximas horas.

Las sucesivas reuniones de las últimas semanas se dedicaron a discutir cómo llevar alivios a las poblaciones y eliminar la amenaza que este grupo emitió el pasado 27 de mayo cuando instaron a los candidatos de “partidos o sectores que atizan la guerra” a desistir de ingresar a sus zonas de dominio.

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Este anuncio, según explicaron voceros del EMC, se dio en respuesta a la suspensión en cuatro departamentos del cese al fuego bilateral que había decretado el presidente Gustavo Petro en la noche del 31 de diciembre del año pasado. Ese cese al fuego terminó el pasado 30 de junio y su ruptura fue la respuesta del Gobierno al asesinato de los cuatro menores de edad indígenas.

Días después, en un comunicado, el EMC reconoció el crimen: “Frente a los hechos ocurridos en el Putumayo, asumimos la responsabilidad de la muerte de los tres jóvenes (no fueron cuatro) que fueron ajusticiados”, dice el comunicado en el que agregan que los menores tenían la edad que “exige el derecho internacional humanitario para su reclutamiento” y que en ese caso se hizo de “manera voluntaria”.

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Los reclamos mutuos llevaron a que el proceso de diálogo se suspendiera. Por eso, una de las tareas para esa instancia de diálogo que se instalará será recomponer la confianza entre las partes, mejorar o reforzar el Mecanismo de Monitoreo y Verificación del cese al fuego que ya se había establecido, para que este tipo de incidientes se puedan prevenir.

Este avance se produce en momentos que empieza a cumplirse el cronograma de cese al fuego entre el Gobierno y el ELN. El objetivo del presidente Gustavo Petro es avanzar en ceses al fuego bilaterales con varios de los grupos armados que operan en el país, para llegar a un cese multilateral que permita mejorar la situación humanitaria de los territorios y el desarrollo libre y tranquilo de las elecciones regionales.