Amor propio y egoísmo: consejos para no sentir culpa

Amor propio y egoísmo: consejos para no sentir culpa

Fotografía por: Pexels

A veces surgen preguntas de por qué a algunas personas no les gusta preocuparse por los demás y se piensa que es un actuar poco humano.

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No es un acto de egoísmo velar por el bienestar y la salud propia antes de cualquier persona, es una de las mejores cosas que se puede hacer.

Esto debido a que si una persona se siente feliz, completa y plena consigo misma, va a transmitir eso a los demás.

Existen momentos donde se siente culpa por dejar se complacer a otros o aprender a decir que no pero debes tener presente que no estás haciendo nada malo.

Estás cuidando de ti y para los expertos esto no es un acto de egoísmo sino de amor propio.

Existen unos pasos para que aprendas a no sentirte mal por ponerte como prioridad y preocuparte por ti.

¿Quieres saber cuáles son?

Te enseñamos.

Amor propio y egoísmo: consejos para no sentir culpa

El primer paso que debes tener siempre en cuenta para que no te sientas mal cuando te pones como prioridad es saber entender lo que vales como persona.

Según el portal Familias, “hay que tener presente que anteponerse igual implica tener beneficios”, y por eso da estos 5 consejos.

• Autoconomiento: a través de este las personas reconocen lo que les gusta, lo que las hace felices y esto hace que la vida transcurra mucho mejor. Cuando se vive con estrés y depresión, es más difícil para las personas descubrir lo que verdaderamente quieren.
• Recarga tu energía: puedes hacer esto con pequeñas actividades como ver tu serie favorita o escuchar una canción que te guste mucho. Al hacerlo se revitaliza toda tu energía y notarás el valor de esos momentos que aunque parezcan insignificantes, aportan demasiado a tu vida.
• Acepta tus emociones: muchas de las personas creen que pedir ayuda o mostrarse vulnerables es un acto de debilidad, pero no, no tienes que poder siempre con todo. Eres un ser humano y tienes derecho a no siempre estar bien.
• Lo que puedes o no controlar: la magia de la vida radica en las situaciones que te trae, sin controlarlas, sin saber, solo entender que suceden por un motivo. Cuando se te presenten situaciones que estén fuera de tu control la mejor manera es aceptar y aprender de ello.
• Ideas que no van contigo: debes eliminar todo tipo de creencias o ideas que sientas que no hacen parte de ti, pues aunque tu quieras dejarlas en tu vida, es posible que estas te resten más no te sumen.

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¿Qué provoca el amor propio?

Existe una frase que dice “si no tienes amor propio nunca serás suficiente para ti”.

Lo que provoca el amor propio es que las personas tengan más bienestar, su autoestima siempre esté arriba y se sientan felices. Una de las características que tiene una persona con amor propio es que no le da miedo expresar sus sentimientos o sus emociones.

Tienden a gozar de su estabilidad emocional y se lanzan a buscar el triunfo con nuevas aventuras o nuevos vínculos.

La prioridad para estas personas es crecer, cuidar su salud tanto física como mental, aceptar las imperfecciones y poner límites.

¿Cómo se trabaja el amor propio?

El amor propio es ese estado emocional y mental donde cada persona se siente bien consigo misma y es de vital importancia para relacionarse con los demás.

Esto no es solo sentirse bien, es cuidarse, es compartir tiempo de calidad con las personas que quieres y valorar lo que eres.

Para trabajar el amor propio existen unos puntos claves que puedes tener en cuenta:

• Cuídate. Mantén pendiente de tus necesidades básicas, haz ejercicio, duerme bien, ten una buena alimentación.
• Pon límites. Este es uno de los puntos claves para empezar a fortalecer el amor propio, debes aprender a decir no.
• Aléjate de las personas que no aportan a tu vida, escoge bien a tus amigos y analiza a quien le das tu confianza.
• Perdónate y no seas tan duro contigo mismo. El amor propio se trata de aprender de los errores y aceptar.
• Cumple tus necesidades. Recuerda que todo lo que haces es por ti y para ti, no debes cumplir los deseos de los demás.

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