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El primer mes del año es una brújula que marca la velocidad con la que avanza la ejecución del Presupuesto General de la Nación (PGN). En enero de 2025, el Gobierno comprometió 12,5 % del total de los recursos asignados, un arranque que muestra tanto dinamismo en la contratación como retos en la ejecución efectiva de esos recursos.
El presupuesto aprobado para este año asciende a $523 billones, aunque con un ajuste inicial: el aplazamiento de $11 billones, recursos que el Gobierno mantiene en reserva mientras evalúa la viabilidad de su ejecución. Sin embargo, a pesar del monto total aprobado, lo relevante es cómo se están comprometiendo, obligando y pagando esos recursos. Son tres etapas distintas dentro de la ejecución presupuestal que reflejan la velocidad y efectividad del gasto.
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Compromisos: más contratación, más expectativas
Según el Ministerio de Hacienda, en enero, el Gobierno comprometió $64,9 billones, una cifra 42,3 % superior a la del mismo mes de 2024. Este aumento en la contratación sugiere una intención clara de agilizar el gasto y evitar rezagos en la ejecución. De este total, $17,6 billones corresponden a inversión pública, lo que significa un crecimiento de 19,2 % frente a los $14,8 billones comprometidos en enero del año anterior.
Al analizar qué sectores han logrado mayores compromisos de recursos, destacan tres áreas clave:
- Relaciones Exteriores (6,6 % del presupuesto sectorial)
- Salud y Protección Social (6,5 %)
- Educación (6,2 %)
Estos tres sectores lideran la ejecución inicial del presupuesto, lo que da señales sobre las prioridades en la asignación de recursos. Sin embargo, comprometer recursos no significa que se hayan ejecutado o pagado en su totalidad.
A comienzos de año es común que el gasto comprometido (contratos firmados) sea mayor que la ejecución efectiva (entrega de bienes y servicios), porque los procesos formales de contratación pública, es decir, trámites de licitación, adjudicación y firma de contratos, entre otros.
Es decir, normalmente, la ejecución es más baja en los primeros meses y se acelera en el segundo semestre.
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¡La ejecución del #PGN2025 avanza!
— MinHacienda (@MinHacienda) February 7, 2025
En enero se comprometieron $64,9 billones sin deuda, un 42,3% más que en 2024. Además, se recibieron bienes y servicios por $15,9 billones, lo que equivale al 3,9% del gasto sin deuda aprobado para el año.
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¿Cuánto se tradujo en contratos efectivos?
De los $65,3 billones comprometidos en enero, el Gobierno avanzó en la firma de obligaciones por $16,3 billones. Esto significa que, aunque hay una alta dinámica de contratación, aún falta que esos compromisos se conviertan en contratos concretos con proveedores o prestadores de bienes y servicios.
La velocidad con la que estos compromisos se transforman en obligaciones es clave para evitar rezagos en la ejecución. De estos $16,3 billones en obligaciones, 97,1 % ya fue pagado ($15,8 billones), lo que indica que la mayoría de los contratos en esta primera fase sí lograron materializarse en pagos efectivos.
Un punto clave es la diferencia entre gasto con y sin deuda. Excluyendo el pago de deuda pública, los compromisos adquiridos fueron de $64,9 billones, lo que representa un aumento de 42,3 % frente a los $45,6 billones del mismo mes en 2024. Por este motivo, el Gobierno recibió bienes y servicios por $15,9 billones, equivalentes a 3,9 % del gasto aprobado sin deuda.
La última milla de la ejecución presupuestal
El Gobierno realizó pagos por $15,4 billones en enero, excluyendo la deuda pública, lo que representa 97,2 % de las obligaciones adquiridas. Esta cifra equivale a 3,8 % de la apropiación vigente, lo que sugiere que la dinámica de ejecución está dentro de los márgenes habituales, aunque con diferencias notables entre sectores.
En términos de funcionamiento, se obligó 4,7 % del total apropiado, es decir, $327,9 billones, una cifra 0,5 % inferior al promedio histórico de 5,2 % registrado entre 2000 y 2024. Este comportamiento refleja cierta cautela en el gasto operativo del Estado.
En cuanto a la inversión, aunque se comprometieron $17,6 billones, la entrega efectiva de bienes y servicios vinculados a esta inversión sumó apenas $383.000 millones, lo que representa una disminución del 69,9 % respecto a los $1,3 billones de enero de 2024. Esto sugiere que, aunque la contratación avanzó más rápido, la ejecución real de los proyectos de inversión aún enfrenta obstáculos.
📍Sectores con mayor ejecución de inversión
- Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC): 2,9 %.
- Igualdad y Equidad: 1,8 %.
- Trabajo: 1,2 %.
- Defensa: 1 %.
La velocidad con la que el Gobierno logre convertir estos compromisos en ejecución real será clave para el desempeño del gasto público en 2025. Acelerar la entrega de bienes y servicios y reducir los rezagos en inversión será fundamental para evitar cuellos de botella que frenen la ejecución de proyectos clave.
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