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El Gobierno le ha dado una vuelta de tuerca a la reforma tributaria buscando conseguir un consenso entre las diferentes bancadas políticas que estudiarán la propuesta en el Congreso.
El equipo económico del ministerio de Hacienda, junto con los coordinadores y ponentes que preparan la ponencia, han programado una reunión para el próximo lunes en la mañana.
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En comunicación enviada a los presidentes de las comisiones económicas del Congreso, Juan Alberto Londoño, viceministro de Hacienda dice que: “…en aras de poder continuar con los programas sociales necesarios para la superar la pandemia me permito informarle que, el equipo del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, en cabeza del ministro Alberto Carrasquilla, se encuentra presto a iniciar en la mayor brevedad las reuniones de trabajo con los coordinadores y ponentes”.
El propio presidente Duque ha admitido en intervenciones radiales que está dispuesto a aceptar las propuestas con tal de salvar la reforma fiscal: “…estamos listos para fortalecer nuestras finanzas públicas y podemos ponernos de acuerdo y sustituir todo lo que se requiera para tener esa reforma”, dijo esta mañana el mandatario en la emisora La FM.
A pesar de que el Gobierno Nacional se ha mantenido en la negativa de retirar la reforma tributaria radicada ante el Congreso, fuentes del Centro Democrático le confirmaron este jueves a El Espectador que en Palacio estarían dispuestos a ceder y a sustituir el texto en su totalidad por una nueva propuesta que pueda ser construida entre todos los partidos, incluida la oposición.
Una de las propuestas que el Gobierno se encuentra estudiando es la del Centro Democrático (CD), que fue presentada hace una semana, la cual rebaja la meta de recaudo a la mitad, de $23,8 billones en el proyecto de la administración Duque a $12 billones en la iniciativa que impulsa el partido del expresidente Álvaro Uribe.
Una de las novedades en la propuesta del CD es pedirle al Banco de la República unos $5 billones “de anticipo de utilidades”. La iniciativa se conoce en momentos en los cuales el gerente del banco central, Leonardo Villar, acaba de informar que este año el banco proyecta pérdidas. “Las sorpresas positivas de utilidades en 2019 y 2020 no se repetirán en 2021 y años sucesivos”, anticipó Villar.
Al mismo tiempo, la cabeza del banco central recordó que la proyección de utilidades presentada en el informe entregado al Congreso de la República para el año 2021 es negativa en $122.000 millones. “Obviamente haremos todos los esfuerzos a nuestro alcance para mejorar ese resultado”, dijo.
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Analistas del mercado financiero local han mostrado preocupación por la suerte de la reforma fiscal y su efecto en el análisis que las firmas calificadoras hagan del país en materia de déficit fiscal y nivel de endeudamiento. La rebaja en el recaudo es el mayor motivo de intranquilidad entre los analistas internacionales.
Si en efecto se sustituye el texto de la reforma para evitar que se hunda, lo que pasaría en la práctica legislativa es que ese nuevo texto se elaboraría y se llevaría a las comisiones terceras conjuntas para ser radicado a través de una proposición sustitutiva.
Así se matarían dos pájaros de un solo tiro, pues, en primer lugar, se reemplazaría una propuesta que ha sido muy impopular y que lanzó a miles de personas a las calles para protestar —aun en pleno tercer pico de la pandemia—. En segundo lugar, al no retirarse, le evitaría el golpe político al presidente Duque y a su ministro de Hacienda.