
Imagen de referencia.
Foto: EFE - ZSOLT CZEGLEDI
Kim Batten, fisioterapeuta de Oakland, California, compró a principios de año una gabardina a un minorista neerlandés por 456 dólares, un precio que estaba un poco por arriba de su presupuesto.
Pero después de enviar el abrigo, UPS informó a Batten por correo electrónico que tendría que pagar más de USD 250 por derechos de aduana para recibirlo. Con los gastos de envío, la transacción ascendió a más de USD 700.
“Acabó siendo la segunda prenda más cara que he comprado alguna vez, aparte de mi vestido de novia”, dijo.
Durante décadas, no se...
Por Peter Eavis | The New York Times
Conoce más
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación