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Casi todo lo que consumimos viaja en camión. Cualquier cambio en el costo de transporte termina golpeando la economía completa, el bolsillo de los consumidores. El DANE confirmó que en octubre los costos del transporte de carga por carretera volvieron a aumentar, impulsados sobre todo por combustible, peajes y mano de obra.
En el décimo mes, el Índice de Costos del Transporte de Carga por Carretera (ICTC) registró una variación anual del 6 %, un dato que, aunque moderado frente a los picos de 2023 y 2024, sigue presionando los bolsillos de empresas y consumidores.
La variación refleja una desaceleración de los costos frente a octubre de 2024 (6,05 %), sin embargo, sigue apretando los márgenes.
El combustible, ese rubro que nunca da un respiro, subió 8,10 % anual, convirtiéndose en el factor que más empuja el índice. Este comportamiento, sumado al alza de la mano de obra (+10,18 %) y los peajes (+9,80 %), confirma que el transporte sigue atrapado entre costos difíciles de controlar y una inflación que no termina de ceder.
Lo llamativo es que, frente al mismo mes del año pasado, cambió quién presiona más. En octubre de 2024, los peajes crecían un brutal 18,44 %. Este año suben a un ritmo más moderado, pero siguen siendo un talón de Aquiles del sector.
Sin embargo, en el año corrido, los costos en general apenas han subido 4,16 % a corte del décimo mes, por debajo del 6,6 % del año pasado.
Un cambio importante
En octubre del año pasado, el grupo de insumos (desde aceites y lubricantes hasta llantas y aditivos) tenía una variación negativa (-1,24 %), lo que ayudaba a contener el ICTC. Este año, en cambio, crece 1,35 %. No es un salto extraordinario, pero sí suficiente para mostrar que los alivios del año pasado desaparecieron.
En plata blanca: hasta los productos que antes “daban una mano” ahora se están encareciendo.
El impacto de los costos logísticos
En 2024, mover un producto dentro del país costaba en promedio el 15,6 % de su valor, según Analdex, gremio de comercio exterior. De ese gasto, casi la mitad se iba en transporte de carga, que es el principal medio para llevar mercancías en el país, de acuerdo cifras del Departamento Nacional de Planeación.
Un informe de Analdex expuso que el costo logístico total ha variado: en 2020, el costo total era del 12,6 % del valor del producto (la meta era 10 %). En 2022 subió a 17,9 %, y en 2024 bajó a 15,6 %, pero sigue lejos del estándar competitivo.
- OCDE: 8 %.
- Promedio mundial: 11 % a 13 %.
- Colombia: 15,6 %.
El problema es la sumatoria de los costos: cada componente del transporte presiona un poco más y eso termina encareciendo lo que le llega a la industria, al comercio, a la agricultura y, finalmente, al consumidor.
“Todavía estamos lejos de unos costos competitivos para el comercio exterior del país”, dijo Javier Díaz, presidente de Analdex.
Según la asociación, en los años venideros debe ponerse el foco en “bajar los costos logísticos: el desarrollo del transporte multimodal, seguridad física (disminuir bloqueos y cierres viales), modernización de infraestructura y flexibilizar el mecanismo del SICE-TAC”.
Una forma de trabajar al respecto fue el Decreto 1017 del Ministerio de Transporte, que busca ordenar al sector:
- Los fletes no podrán pactarse por debajo del costo mínimo.
- Los pagos deben hacerse en máximo cinco días.
- El manifiesto de carga se vuelve título ejecutivo.
- El tiempo de cargue y descargue tendrá sanciones estrictas.
La medida puede impulsar la formalización del sector, pero la estructura de costos —peajes, combustible y mantenimiento— sigue presionando, sobre todo tras el ajuste cercano al 12,5 % en las tarifas de peaje (por el congelamiento de aumentos en 2023).
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