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El director y guionista santandereano Iván David Gaona era un niño la primera vez que vio una película de vaqueros, el género cinematográfico predilecto de su padre. El western, como también se le conoce a este tipo de cine, se originó en Estados Unidos y se popularizó en las décadas de 1940 y 1950.
Gaona recuerda que las películas de John Ford son las que más llegaron al país: “La diligencia (Stagecoach)” (1939) y “Más corazón que odio (The Searchers)” (1956) se convirtieron en algunos de los filmes más famosos del director estadounidense. Esas mismas películas son las que sentaron las bases para que este género desembocara décadas después con una nueva visión, esta vez de la mente de Gaona, en el Chicamocha y otras zonas del departamento de Santander.
La película del santandereano, titulada “Adiós al amigo”, se estrenó en salas nacionales el pasado 7 de agosto. Es sobre “un soldado revolucionario en el final de la Guerra de los Mil Días, en 1902, en las montañas de Santander. Él recibe una noticia que tiene que ver con su hermano y decide ir a buscarlo. Es una historia de aventuras, encuentro, reconciliación, amistad y perdón”, explicó Gaona en diálogo para El Espectador.
“Adiós al amigo” comenzó en la búsqueda de su director y guionista de una forma de contar la historia de su región y juntarlo con su gusto por el cine de vaqueros. El origen de la película se remonta al lanzamiento de su primer largometraje, “Pariente” (2016). “Después de esa película sentí que había un acartonamiento en nuestra generación. Había una referencia muy grande de las asesorías, sobre todo francesas, de cómo hacer los proyectos. Existía una especie de presión de hacerlo con una factura para los europeos y a mí me parecía que uno no se divertía tanto haciéndolo”.
El colombiano pensaba en los detrás de cámaras de películas icónicas y veía imágenes de directores como Steven Spielberg, Robert Zemeckis y George Lucas divirtiéndose mientras hacían su trabajo, “eran como niños jugando”. Gaona también quería disfrutar su proceso de creación y salirse del esquema de producción impuesto. Allí llegó la idea de hacer una película de vaqueros desde su territorio.
“No homenajeado ni pensando en la grandilocuencia, sino en que estos personajes me gustan y están dispuestos a la historia. Ahí fue que dijimos: juguemos a los vaqueros”, recordó el cineasta. El proceso de investigación lo llevó a pensar en varios períodos de la historia de Colombia antes de decidirse por el principio del siglo XX.
El conflicto de un país como inspiración
Algo que le quedó marcado al director fue que el estreno de su película “Pariente” coincidió con el plebiscito por la paz entre el Gobierno y las FARC. “Me parece que marcó una posición radical en el país de un lado y del otro. Siempre hubo posiciones, pero en ese momento se hizo consciente en nuestra generación que había dos bandos en el país”.
Colonialistas contra independentistas, federalistas contra centralistas, liberales contra conservadores y la izquierda contra la derecha, han sido los bandos de un país que sigue buscando la paz. “Me parecía fascinante que esas discusiones se trasladaran a las cotidianidades, porque uno terminaba peleando con familiares y amigos de esas posiciones. El corazón de la película empezó a tener esos dos lados”.
Gaona, que en sus cortometrajes y largometrajes ya había producido en su natal Santander, encontró en la Guerra de los Mil Días un contexto ideal para ubicarse en los paisajes de su departamento. El cineasta recorrió con drones varias montañas y en el municipio de Cepitá encontró la base perfecta para su proyecto. “Un pueblo que queda bajando del pescadero y tiene la particularidad de que es muy visitado por geólogos y caminantes. Por lo mismo hay una actitud de proveedores que funciona bien para un rodaje”.
A 10 minutos del pueblo estaban muchos de los escenarios magníficos de la película y a tan solo una hora se encontraban con otras de las locaciones. “La decisión fue clara desde un principio”, recalcó el cineasta, quien además agrega que encontró a sus actores entre los pobladores del municipio y colaboradores de proyectos anteriores.
La influencia del Spaghetti Western
Para el rodaje y la planeación estética de “Adiós al amigo”, más que del western hollywoodense, Gaona se influenció en el subgénero del Spaghetti Western, consolidado por el cineasta italiano Sergio Leone. “Me gusta mucho todo lo que he leído de él sobre su precisión académica. Era más cercano al mundo de la ingeniería que al artístico. Hay una conciencia de planificación muy fuerte”.
El colombiano había quedado fascinado con el proceso de Leone desde tiempo atrás. Probablemente se sintió identificado con esa mentalidad de ingeniero, dado que él mismo había estudiado Ingeniería Civil en la Universidad Industrial de Santander antes de estudiar cine en la Universidad Nacional, en Bogotá.
Gaona contó sobre la vez que fue asistente de dirección de la película “Lecciones para un Beso” (2011), rodada en Cartagena y que contaba con el actor italiano Salvatore “Salvo” Basile. “Él fue extra en ‘El bueno, el malo y el feo’ (1966) de Leone. En los descansos de ese rodaje nos contaba cómo fue trabajar con el director. Escuchando a un hombre que conoció a Leone. Hablando de la precisión, de las puestas en escena, y de cómo Leone se bajaba de la cámara, caminaba hasta el fondo a ubicar un extra, porque tenía un preciosismo de ubicación, de forma y de fondo”.
Al colombiano le pareció coherente su formación de pensamiento con ese estilo del western consolidado por Leone. “En medio de lo feo, lo sucio, el sudor, el calor, el agreste, que parece que no fuera coherente. Además porque en la contemporaneidad, la forma de grabar es diferente, hay una libertad expresiva (...) Me pareció un reto más para mí en mi forma de ingeniero. Que debía planificar, pensar y luego si permitir la expresión con los actores en los márgenes estéticos que me gustaban a mí. Eso lo permite la academia visual del western”.
“Adiós al amigo” tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Varsovia, en Polonia, y en el Festival Internacional de Cine de Tokio, Japón, en 2024. Este año la película tuvo su premier nacional en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), donde obtuvo el premio del público. Actualmente sigue su recorrido por salas de cine comerciales.