Meditación guiada de 10 minutos para iniciar la mañana

"Una pausa de desconexión iniciando el día libera tensiones, angustias y miedo al fracaso".

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Convertir la meditación en un hábito diario, es la mejor forma de mantener equilibrado el cuerpo físico y la mente para empezar el día. Realizar este ejercicio por las mañanas prepara la energía y permite afrontar las cosas que estén en planeación o que se presentan de forma esporádica de una manera más consciente, con positivismo, pero especialmente con respeto y envueltas en bienestar. Esta forma de comunicarse con el cuerpo es una buena alternativa para eliminar o bloquear sentimientos como la angustia, el estrés, la depresión e incluso la frustración y la ira.

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El desgaste físico al que se enfrentan las personas por sus rutinas laborales y personales perjudica la espalda, las articulaciones, y la mente. Por esta razón la meditación de la mañana permite sanar sensaciones y emociones que se desarrollan en el afán del día a día. Mantener una postura adecuada, estirar la espalda y conectarse con los músculos y articulaciones crea un mecanismo cíclico de bienestar donde las tensiones desaparecen, y el cuerpo a través de un ejercicio consciente del ser, libera toda la energía acumulada para empezar con “baterías nuevas”.

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Hay que tener en cuenta que hacer compromisos con el cuerpo y con el ser interior, es la clave para conseguir una conexión real con las energías y el cuerpo físico. Mientras más centradas estén las tareas que se van a desarrollar en el día, más posibilidad va a existir de encontrar motivaciones y maximizar la concentración. No se trata únicamente de liberar aquellos malestares que produce el trabajo, también tiene que ver con las emociones que producen las parejas, los amigos, y la familia.

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Una desconexión de solo 10 minutos permite transformar la mente y aunque no sea un ejercicio fácil al principio, este nuevo modo de vida puede ser una influencia grande para vivir más tranquilos, en armonía y con la plenitud del ser en cualquier momento del día. ¡Namasté!

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