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¿Cómo ha sido el regreso paulatino del Teatro Mayor a sus actividades normales y con el aforo del 100 %?
Ha sido todo un proceso de aprendizaje muy complejo, porque una de las cosas que habíamos logrado con el Teatro Mayor en su primera década de funcionamiento (cumpliremos 12 años el 26 de mayo) fue acostumbrar al público a comprar con suficiente anticipación sus entradas. En 2019, por ejemplo, logramos vender antes de que se acabara el año más del 25 % de las entradas, y eso era muy importante para resolver nuestros problemas logísticos. Sin embargo, eso con la pandemia cambió y las compras se realizan a última hora.
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¿La gente ha regresado masivamente a los espectáculos culturales?
Hemos notado que todavía existe el miedo por salir, pero esperamos que recuperemos la confianza pronto. El año pasado tuvimos una baja sensible en el público desde que nos autorizaron el 100 % de asistencia, aunque en algunas actividades tuvimos grandes convocatorias, como la del festival de la música dedicado al Barroco. Nosotros estamos en una organización que se llama Ópera Latinoamérica (OLA), en donde están 40 teatros de la región y ahí compartimos experiencias y modelos, y nuestra historia se repite en casi todos los escenarios.
¿Si comparamos el comienzo del Teatro Mayor hace 12 años con esta reapertura, luego de la pandemia, podemos encontrar puntos en común en los procesos?
Son dos escenarios muy diferentes. Nosotros empezamos de cero en una zona de la ciudad en la que solo existía nuestra oferta artística. Construir el público fue todo un reto hace 12 años y ahora estamos en otra condición, y para nosotros es urgente recuperar estas audiencias que ya habíamos consolidado. Ese creo que es nuestro gran reto. Tenemos, a través de nuestras plataformas digitales, unos alcances masivos que queremos que también se den en la presencialidad.
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¿La pandemia cambió los hábitos de las audiencias, pero también modificó las rutinas de los artistas?
Todo ha cambiado un poco. Nosotros teníamos unas franjas de la programación muy probadas. Por ejemplo, al comienzo de nuestra historia pensábamos cómo es Bogotá, y la respuesta es que aquí conviven todas las regiones del país, así que nosotros debíamos responder por esa diversidad cultural y de lenguajes artísticos. Ya habíamos conquistado esas audiencias, pero ahora nos toca volver a hacerlo.
¿Cómo está diseñada la programación para este segundo semestre del año?
Nosotros diseñamos nuestra programación sobre unas líneas muy especiales. Siempre tenemos un país invitado de honor, lo que nos permite conocer en profundidad cómo está el ámbito cultural de esa nación. Este año tendremos a España, y abrimos por supuesto una ventana vasca. También tendremos a Jordi Savall, el gran violagambista y tocará las músicas de las cortes de Versalles, y también tendremos la exhibición de la obra Amo y criado, de Rojas Zorrilla. La propuesta artística y cultural del Teatro Mayor para estos meses que vienen va a estar realmente muy sólida, y todo lo pueden encontrar en nuestra página ww.teatromayor.org
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Otro de los intereses importantes del Teatro Mayor es la ópera, porque se realizarán varios montajes relacionados con el canto lírico, ¿por qué?
Así es, las óperas siempre han sido un gran reto para nosotros, así que puedo hablar de dos óperas, Las bodas de Fígaro, de Wolfgang Amadeus Mozart, y El elíxir de amor, de Gaetano Donizetti. Lo que pasa es que tendremos más de 150 eventos, y es imposible mencionarlos todos, pero lo que más nos gusta es que estamos haciendo la tarea con juicio para consolidar la oferta cultural en Bogotá.