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La Procuraduría formuló cargos disciplinarios contra Didier Orlando Palacios Pinilla, oficial de Migración Colombia, por su presunta participación en una red de tráfico de migrantes en el tapón del Darién. De acuerdo con la investigación, el funcionario habría facilitado el ingreso y la salida irregular de ciudadanos extranjeros, utilizando su cargo para cometer irregularidades en los procedimientos migratorios.
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Palacios Pinilla, quien estaba asignado al puesto de control marítimo en el corregimiento de Capurganá, en el municipio de Acandí (Chocó), habría incurrido en el uso indebido de sellos oficiales y en la falsificación de documentos migratorios. Según el expediente disciplinario, estas acciones tenían como objetivo permitir el paso de migrantes por territorio colombiano y su posterior tránsito clandestino hacia Panamá y Estados Unidos.
Las pruebas recopiladas indican que el oficial no actuaba solo, sino que presuntamente hacía parte de una red trasnacional dedicada al tráfico de migrantes, la cual se beneficiaba del creciente flujo de personas que buscan cruzar la peligrosa ruta del Darién para llegar a Norteamérica.
“El oficial utilizó su posición y cargo para permitir la salida irregular de personas vulnerables, facilitando así las operaciones de una red trasnacional de tráfico de migrantes, en la cual habría participado”, se lee en el comunicado emitido por la Procuraduría.
Las autoridades han advertido que en los últimos años el tráfico de migrantes en esta región se ha convertido en un negocio lucrativo para organizaciones criminales. En este contexto, el presunto involucramiento de un funcionario estatal representa un agravante, pues su deber era ejercer control sobre la movilidad de extranjeros, no contribuir a la ilegalidad.
Este caso sienta un precedente en el país, ya que es la primera vez que la Procuraduría formula cargos disciplinarios bajo la figura de “tráfico de migrantes”. De comprobarse la responsabilidad del investigado, se trataría de una violación grave de derechos humanos, al exponer a personas en situación de vulnerabilidad a riesgos adicionales durante su travesía.
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Por la naturaleza de los hechos y el impacto que tienen sobre la seguridad y la integridad de los migrantes, la Procuraduría calificó provisionalmente la conducta de Palacios Pinilla como una falta gravísima cometida a título de dolo. El proceso entra ahora en su fase de juzgamiento, donde se evaluarán las pruebas y se determinará si el oficial de Migración incurrió en las conductas imputadas.
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