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El gobierno de Ecuador confirmó en las últimas horas que seis ciudadanos colombianos, vinculados al asesinato del candidato presidencial, Fernando Villavicencio, murieron en medio de un motín en la cárcel Guayas 1, de la ciudad de Guayaquil.
Sus identidades son: Andrés Mosquera Ortiz, José Neider López Hitas, Adey Fernando García García, Camilo Romero Reyes, Jules Osmín Castaño Alzate y Jhon Gregore Rodríguez. Los seis colombianos fueron imputados por el homicidio de Villavicencio, ocurrido el 9 de agosto pasado.
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Según El País de España, los colombianos fueron asesinados y hallados ahorcados. Los seis colombianos terminaron en la cárcel, luego de una investigación relámpago, que tuvo la ayuda del FBI y de las autoridades colombianas.
Como ya lo había contado este diario, varios de ellos tenían antecedentes judiciales en Colombia. Por ejemplo, Mosquera Ortiz tenía un proceso privado que se encuentra en el Juzgado Décimo Penal con función de Conocimiento de Cali. Además, en 2018 cumplió una pena de cuatro años de cárcel por fabricación y tráfico armas de fuego y municiones, en la cárcel de Popayán.
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Mosquera, de 30 años, era oriundo de Cali. Según El País, le gustaba el boxeo y bailaba danza, y su familia pidió noticias de él prácticamente todos los días desde que se enteraron que terminó en una cárcel de Guayaquil, vinculado la asesinato de Villavicencio.
Tania Mosquera, su hermana, le dijo al diario español que creía que era inocente. “Su teoría es que la Policía llegó al inquilinato en el que vivía su hermano, en Quito, y se llevó por delante a todos los colombianos que estaban allí”, escribió El País.
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Otro colombiano asesinado en Ecuador con antecedentes era García García, quien había sido sindicado por violencia contra servidor público, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, homicidio, concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego. Asimismo, estuvo recluido en la Cárcel de Villahermosa en Cali, por fabricación y tráfico armas de fuego y municiones y homicidio agravado.
El tercer colombiano con líos con la justicia era José Neider López Hitas, tenía antecedente por hurto calificado en menor cuantía. Según una crónica de El País, el joven trabajaba en Colombia lavando carros o como obrero, pero decidió irse a Ecuador, sin avisarle a su familia, buscando un mejor futuro.
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“Él era un muchacho juicioso. Un peladito que le gustaba el camello. No sé por qué le dio por tomar esa decisión. Se dejó llevar por otras personas quizá”, expresó el padre de López al diario español, quien agregó que, desde que su hijo salió del país, nunca volvió a tener contacto con él.
El cuarto ciudadano era Jules Osmin Castaño Álzate, con antecedentes por violencia intrafamiliar, concierto para delinquir, hurto calificado, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, y hurto menor cuantía. Además, el 18 de marzo de 2016, el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Florencia le profirió sentencia por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
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Camilo Andrés Romero Reyes también tenía líos judiciales. Ya había sido procesado en Colombia por el delito de receptación, es decir, por aprovecharse de los efectos de otro hecho delictivo. Frente a la Policía colombiana, al parecer, no tenía más procesos pendientes en el registro digital de la Rama Judicial.
La muerte de los seis colombianos se da días después de que el Gobierno de Estados Unidos ofreciera hasta US$5 millones de dólares de recompensa a quien entregue información sobre el autor intelectual que ordenó acabar con la vida de Villavicencio. Por su parte, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció que regresará de inmediato al país, pues se encontraba de viaje en Nueva York “por asuntos personales”.
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