Los inversionistas del proyecto residencial Quarzo en Bal Habour (Miami) llevan varios años esperando por justicia en un caso que involucra a un prestigioso médico de la elite bogotana y su familia. Un proyecto que en sus inicios se vendió como una prometedora inversión en una exclusiva zona de la costa estadounidense, terminó en bancarrota, con una familia entera enfrentando un juicio civil y con el anestesiólogo Carlos Mahecha atravesando un proceso penal que, incluso, ya lo llevó a estar preso por una orden de extradición. Mientras el juicio de supuesta estafa avanza en Estados Unidos, la defensa del médico acaba de presentar un recurso que podría darle otro giro a su proceso criminal.
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El Espectador conoció un documento con el que los abogados de Mahecha pidieron tumbar las acusaciones presentadas en su contra por los delitos fraude por medios electrónicos y conspiración para cometer fraude. Estos cargos le fueron imputados por un proyecto, con tintes de pirámide, que arrancó en 2007, cuando Mahecha, sus socios y familiares, lograron que 150 inversionistas les entregaran su dinero para la construcción de un proyecto de condominios en Bal Habour. Sin embargo, como reconoce la misma defensa, la idea inicial tuvo que transformarse por la recesión económica de 2008, y el proyecto terminó siendo un hotel boutique. Los problemas no fueron solo ese.
Lo que sostiene el expediente en contra de la familia Mahecha es que fueron ellos quienes se quedaron con el dinero de los inversionistas y fue invertido en todo menos el proyecto prometido. En el caso puntual de Carlos Mahecha, lo que sostiene la justicia norteamericana es que el médico le habría omitido a los inversionistas detalles sobre la forma en que se estaba usando el dinero que le entregaban. Presuntamente, Mahecha destinaba esos pesos para el pago de los primeros inversionistas, así como para deudas de la familia y para mantener su alto estilo de vida, que de otra forma se cree no habrían podido costear.
Lo que ahora sostiene Mahecha es que la Fiscalía estadounidense no habría sido lo suficientemente clara cuando le imputó cargos por esas supuestas omisiones de información con los inversionistas. En concreto, lo que explicó su defensa es que en el caso contra su cliente no hay pruebas que permitan inferir que cometió el delito de fraude, pues lo único que hizo fue actuar legalmente, protegiendo los datos financieros de su proyecto inmobiliario. “El tribunal de distrito debería haber desestimado una acusación que no especificaba adecuadamente el esquema o artificio que se habría usado para defraudar”, se lee en el documento que ahora estudia una Corte del Distrito Sur de la Florida.
Los abogados plantean, además, que en Estados Unidos es legal no compartir información económica que puede considerarse “potencialmente valiosa”, aun cuando estos nuevos datos podrían haber influenciado las decisiones de inversión de las personas. Para Mahecha, la Fiscalía debía probar que quería privar a sus víctimas de bienes como dinero o propiedades, más no de información. Y, además, como la acusación no fue precisa del cual fue el tipo de información que Mahecha le ocultó a los inversionistas, sencillamente no hubo ningún tipo de delito ni de irregularidad que lo obligue a responder por los delitos de fraude por medios electrónicos y conspiración para cometer fraude.
El recurso que busca tumbar el caso criminal contra el anestesiólogo concluye que lo único que hizo Carlos Mahecha fue actuar siempre a favor de proteger la propiedad privada, un derecho protegido en Estados Unidos. La petición para tumbar el caso ya está en revisión y el próximo 6 de junio, la Fiscalía y las demás partes del caso tendrán que exponerle a la Corte su posición sobre el tema. Desde ya se sabe que las autoridades estadounidenses se han negado a aceptar la petición de Mahecha, no solo por el hecho de que habría pruebas para continuar con la investigación, sino porque fue la propia Fiscalía la que pidió en extradición al anestesiólogo en septiembre de 2020, por lo que posteriormente fue capturado en Bogotá en febrero de 2021.
La Corte del Distrito Sur de la Florida que estudia la petición de Mahecha tendrá que resolver el asunto, luego de que la Fiscalía sustente su posición. La decisión que tome se conocerá mientras en otro escenario judicial, un juzgado de bancarrota sigue avanzando con el juicio civil en contra del propio Carlos Mahecha, su esposa María Anastasia Casas y sus hijos Felipe y Camilo Mahecha Casas. Aunque el principal socio de los Mahecha, Juan Arcila, ya aceptó los cargos, el anestesiólogo ha insistido hasta en medios de comunicación que nada irregular se cometió en el caso de Bal Harbour. En una entrevista a El Tiempo, Mahecha agregó que no entendía por qué se le había aplicado una ley de quiebra, que para él no procedía, pues el proyecto ya estaba “al otro lado, en el sentido económico”.
En contraste, los inversionistas que confiaron su dinero en la familia Mahecha llevan años insistiendo en que fueron defraudados y que alguien debe responderles por su plata invertida. El negocio no manejaba una cifra menor. Lo que reposa en el expediente estadounidense es que el fraude presuntamente cometido por esta familia de la elite bogotana y su socio asciende a los US$40 millones de dólares que nunca fueron devueltos a los inversionistas. Así las cosas, los ojos de este expediente penal y civil están puestos en la decisión que pueda tomar la Corte del Distrito Sur de la Florida, pues en caso de tumbar el proceso criminal contra Mahecha, la investigación podría tomar un camino inesperado.
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