Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En el año 2015, El Espectador publicó una nota sobre la apuesta de la ciudad de Tunja con relación a las políticas de protección de bienestar animal. Se trataba de la creación de una política pública en esta materia, algo que, de acuerdo con la administración municipal, se había logrado de la mano con animalistas, varias universidades y las juntas de acción comunal.
Leer: Santa Marta: las promesas incumplidas en materia de bienestar animal
La coordinadora de esta política, Carolay Camargo, manifestó en su momento que “ese era un avance significativo para la ciudad, en tanto que le otorgaba más herramientas para crecer, proteger y exigir a los ciudadanos que deciden la tenencia de mascotas”.
La adopción e implementación de esta política se reglamentó a través del Acuerdo Municipal No. 0017 de 2015, con el objetivo de velar por la garantía y restitución del bienestar y defensa de los animales que habitan en zonas urbanas y rurales de la ciudad. Asimismo, en el artículo 9 se habla de la “construcción de un centro ecológico (centro o coso municipal) que haga las veces de un lugar especializado de cuidado y recuperación de diferentes especies”.
Cinco años más tarde, la alcaldía, en cabeza de Alejandro Fúneme, firmó un convenio con la Fundación Universitaria Juan De Castellanos, que permitiría la puesta en marcha de la política de bienestar animal en la ciudad. “Esto se hizo porque dentro del Plan de Desarrollo existen dos temas ligados al servicio que presta la Universidad, entre ellos: la atención a los animales vulnerables y el tema de las esterilizaciones”, indicó Wilson Velásquez, secretario de desarrollo de la ciudad, en conversación con La Red Zoocial.
Leer: ¿Por qué se ha demorado la entrega del Centro de bienestar animal de Soacha?
Esto, sería un convenio transitorio para que los animales pudieran ser atendidos en cumplimiento con lo acordado en el año 2015 mientras se construía el Centro de Bienestar Animal. Un proyecto, cuyo contrato finalmente fue adjudicado en febrero de 2022 de acuerdo con la información registrada en el Secop II, que contemplaba los estudios, diseños y construcción del lugar por un valor de $1.986.875.000 con un plazo de ocho meses.
Sin embargo, en el mes de junio del año pasado, comenzaron las discusiones por el proyecto. Por una parte, Juan Sebastián Sandoval, integrante de la Fundación para la Cooperación y el Desarrollo Económico y Social de Boyacá, indicó a los medios de comunicación locales que la administración “avanzó en el proyecto sin socializarlo a la comunidad y que el predio donde se construiría el centro fue adquirido inicialmente para la construcción de un colegio”.
En esto coincide, John Carrero, exconcejal de la ciudad y precandidato a la alcaldía, quien, en conversación con La Red Zoocial, denunció que la destinación del inmueble, conforme a la escritura pública, era para la construcción de un establecimiento educativo “desde su inicio eso ya se sabía y lo denuncié desde un principio cuando empezaron con el proceso y pusimos una alerta de mala planeación”.
Leer: “En estado crítico”, así se encuentra la protección a los animales en Cartagena
El exconcejal se refiere a la escritura pública No. 354 del 11 de marzo de 1999, de la Notaría Tercera de Tunja que, de acuerdo con lo manifestado por el funcionario, “estaba destinada para la construcción del Establecimiento Educativo Colegio José Joaquín Castro Martínez”.
El secretario Velásquez, por su parte, indica que el predio fue adquirido por el municipio hace más de 20 años y que en el proyecto de acuerdo, donde se registró su compra, no se determinó que fuera destinado para ello. “Averiguamos con el concejo municipal y ante Findeter, y no hay ningún proyecto referente a la construcción de esa nueva sede del colegio y por eso estamos haciendo el estudio para el CBA”, explicó el funcionario.
Por otra parte, Carrero también afirma que los retrasos en las obras están generando un detrimento patrimonial por falta de planeación. Entretanto, la construcción de más de 3.900 m² ubicada en la vereda de Runta Bajo, barrio Ciudad Jardín, se encuentra en pausa debido a que aún falta la licencia para iniciar la construcción, permiso que, de acuerdo con Velásquez, hasta el mes pasado, se encontraba en trámite.
Leer: “Trabajamos con las uñas”, petición de los rescatistas por pronta construcción del CBA en Neiva
El lío con la fuente del dinero para distintas obras en la ciudad
En el mes de diciembre de 2020 se anunció que la administración había solicitado al concejo un nuevo endeudamiento por 93.848 millones de pesos, los cuales estaban dirigidos para ejecutar 18 proyectos, entre ellos, la construcción de viviendas, del frigorífico y del centro de bienestar animal.
De acuerdo con el secretario de desarrollo, las razones del endeudamiento fueron expuestas ante los medios de comunicación con el objetivo de dar a conocer en qué se beneficiarían los tunjanos.
El pasado mes de septiembre, el Juzgado Octavo Administrativo Oral de Tunja declaró nulo el proceso y para defenderse de la demanda, la alcaldía argumentó que el proyecto de acuerdo se dio en el marco de “una situación atípica que atraviesa el mundo, lo que ha conllevado en diferentes oportunidades al Estado colombiano a declarar y prolongar los estados de Emergencia Económica, Social y Ecológica”.
“Cuando presentaron ese proyecto de empréstito de endeudamiento decían que iba a tener un tiempo de ejecución de ocho meses, pero yo siempre les pregunté si tenían estudios y diseños y ellos decían que no”, indica Carrero.
Leer: Con limitación de equipos y personal, así funciona el Hospital Público Veterinario de Manizales
A pesar de ello, el proyecto siguió adelante y el 15 de marzo de 2022 se firmó un contrato por 2.200 millones de pesos para la construcción del centro. “Lo que hicimos fue destinar una parte para el CBA y la otra para la ampliación de la institución educativa, de esta forma, los niños también pueden tener acceso y conocer de cerca el proceso que se adelantará con los animales que llegan a las instalaciones”.
Por lo pronto, el contrato se encuentra en ejecución, y, aunque fue adjudicado, hace cuatro meses, es muy probable que su ejecución total se extienda o, con la llegada de una nueva administración, se retrase.
Leer: ¿Cuál es la raza de perro que más ha salido en las películas?
La atención a los animales en Tunja
De acuerdo con cifras de la alcaldía, se calcula que alrededor de 6.000 animales deambulan por las calles, de los cuales 3.000, son perros. Si ocurre algún accidente o maltrato hacia ellos que pueda comprometer su salud, son los animalistas quienes se encargan de acogerlos y, mediante rifas, donaciones y otros recursos, los insertan en un proceso de recuperación para luego ponerlos en adopción.
La entidad municipal, por su parte, tiene un convenio con la universidad Juan de Castellanos, por 400 millones de pesos para servicios de esterilización, alimentación y atención médica para los animales de calle mediante un proceso específico y otro para la esterilización y atención de animales de estratos 1 y 2.
Leer: ¿Qué significa cuándo un gato mira directamente a los ojos a una persona?
“Nunca antes se había presupuestado algún rubro para que se pudiera contar con este servicio en la ciudad. La clínica de la Juan de Castellanos es la única que cumple con los requerimientos específicos para la prestación de estos servicios” explica Velásquez.
Si usted requiere de la atención prioritaria a su animal de compañía o cualquier otro que se encuentre en malas condiciones, puede comunicarse al 3187071885 o escribir al correo clinica.veterinaria@jdc.edu.co.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com