Ecuador inició el lunes el traslado de presos a una nueva megacárcel de alta seguridad mandada a construir por el presidente Daniel Noboa, tras una nueva matanza en una prisión.
La cárcel del Encuentro de Juntas del Pacífico, en Santa Elena, que tiene la capacidad de alojar entre 800 y 1.000 prisioneros, es una de las dos megaprisiones que Noboa tenía previsto construir al estilo de su par salvadoreño, Nayib Bukele.
El complejo penitenciario dispone de cuatro áreas abiertas, cinco pabellones, tres anillos de seguridad y seis torres de vigilancia que alcanzan los 9,5 metros de altura. Imágenes difundidas en medios locales mostraron buses con presos y vías cerradas a su paso por militares y policías.
“Estamos trasladando a la cárcel del Encuentro a los peligrosos, a los más peligrosos delincuentes”, anunció en una entrevista el ministro del Interior, John Reimberg. “Se les acabó la fiesta”, añadió el funcionario, quien explicó que la prisión de alta seguridad está diseñada para que los presos no tengan contacto ni comunicaciones mediante celulares.
El 26 de septiembre, Noboa anunció que el centro penitenciario comenzaría a funcionar en un plazo de solo cinco semanas. Las cárceles ecuatorianas son centros de operaciones y de enfrentamientos entre bandas dedicadas al narcotráfico.
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Matanzas carcelarias en Ecuador, un viejo problema
La última matanza carcelaria sucedió el fin de semana en la prisión de Machala. Allí, 31 presos murieron en un ataque: 27 fueron ahorcados. Esto elevó el número de fallecidos en las prisiones del país a más de 500 desde 2021. De hecho, en noviembre del año pasado se encontraron 12 reos muertos en tres cárceles ecuatorianas.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores en Ecuador (SNAI) atribuyó los enfrentamientos registrados en la mañana del domingo 9 de noviembre a “una reorganización” de algunos reclusos “en la nueva cárcel de máxima seguridad”.
Según el medio El Universo, “fuentes del Gobierno confirmaron [...] que se están realizando traslados de internos. La cárcel es considerada una zona de seguridad, por lo que el acceso es restringido”.
El traslado ocurrió en vísperas del referéndum impulsado por Noboa, que busca autorizar la instalación de bases extranjeras en Ecuador, una medida vetada por la Constitución desde 2008. Los ecuatorianos deberán tomar la decisión el 16 de noviembre.
De hecho, cabe recordar que Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, visitó Quito a inicios de noviembre. Washington aseguró estar interesado en instalar oficinas “estratégicas” de su departamento de Seguridad Nacional en el Estado andino.
“Ecuador ha sido un excelente socio de Estados Unidos en nuestro trabajo para detener la inmigración ilegal, el narcotráfico y el contrabando en tierra y mar”, dijo Noem en la red social X. La petición de Washington se enmarca en la ofensiva que Trump lleva a cabo en el Caribe y el Pacífico contra presuntas narcolanchas. La estrategia ha dejado cerca de 70 muertos. La justificación del mandatario ha sido la seguridad nacional y su lucha contra las drogas.
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