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Vivir con ruido, un problema de salud a menudo ignorado

Contaminación acústica en Nueva York: estudios revelan riesgos para la salud auditiva.

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20 de agosto de 2025 - 06:32 p. m.
Se observa tráfico durante la hora pico el 12 de noviembre de 2024 en Nueva York. Tim Mulligan se mudó al centro de Manhattan para estar más cerca del trabajo y evitar la rutina diaria en el metro que rechina y vibra, solo una parte del paisaje sonoro urbano que pone a prueba a los neoyorquinos cada día.
Se observa tráfico durante la hora pico el 12 de noviembre de 2024 en Nueva York. Tim Mulligan se mudó al centro de Manhattan para estar más cerca del trabajo y evitar la rutina diaria en el metro que rechina y vibra, solo una parte del paisaje sonoro urbano que pone a prueba a los neoyorquinos cada día.
Foto: AFP - ANGELA WEISS
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Tim Mulligan se ha mudado al centro de Manhattan para no depender del vetusto y ruidoso metro de Nueva York, que amenaza a los usuarios que lo utilizan a diario con hacerles perder capacidad auditiva.

“Incluso con auriculares con el máximo volumen no puedes oír nada durante todo el trayecto”, dice este exmarino de 43 años que sufre trastorno por estrés postraumático (PTSD).

En su casa, no lejos del punto cero del turismo en la Gran Manzana, Times Square, ha cubierto la ventana de su dormitorio con espuma acústica y cortinas dobles, y usa tapones para dormir. En la calle lleva auriculares con cancelación de ruido y recurre a bicicletas o buses para desplazarse, dice a la AFP.

El metro, el tráfico, el fuerte volumen de la música en restaurantes, bares y domicilios, las sirenas de ambulancias y bomberos, los ruidos del arreglo de calles, la construcción, las bocinas, convierten a Nueva York, con sus 8,5 millones de habitantes, en particular Manhattan y sus rascacielos, en una urbe bulliciosa y estresante.

En 2024, el teléfono del Ayuntamiento recibió más de 750.000 quejas por ruido, la más frecuente. Y hasta el 14 de agosto de este año había recibido casi medio millón.

Y eso pese a que la Gran Manzana es una de las pocas ciudades de Estados Unidos que se ha dotado de un Código de Ruido, que regula niveles sonoros provenientes de vehículos, construcciones, locales comerciales y actividades recreativas y ha instalado cámaras equipadas con sensores para detectar y multar a los infractores.

Una conversación normal puede alcanzar los 50-65 decibelios, el tráfico entre 70-85 y un martillo taladrador en torno a los 110.

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Exposición al ruido: un riesgo silencioso para la salud auditiva

Según un estudio realizado por el profesor Richard Neitzel y la Universidad de Columbia entre 2010 y 2012, el 90 % de los neoyorquinos están en riesgo de sufrir pérdida de audición por soportar a diario niveles de ruido superiores a los 70 decibelios, la media saludable.

Actualmente, este profesor de la Universidad de Michigan dirige el primer estudio nacional en colaboración con Apple, en el que participan más de 200.000 voluntarios que utilizan relojes inteligentes.

“El 25 % de los estadounidenses están expuestos a niveles de ruido que podrían dañar su audición con el tiempo”, resume Neitzel a la AFP por teléfono.

Entre los jóvenes de 18 y 25 años, la principal fuente de exposición al ruido proviene de los auriculares de los teléfonos móviles. Aunque hay más gente expuesta a altos niveles de ruido ambiental —en particular en barrios con predominio de poblaciones latinas y afrodescendientes— que al de los auriculares, explica.

Aunque el porcentaje de la población expuesta al ruido es similar a la expuesta a la contaminación del aire, la acústica “no recibe la misma atención” de la gente ni de las autoridades. “Con el ruido todavía no estamos haciendo realmente nada”, recuerda el especialista.

Y eso pese a que está demostrado que el ruido está directamente relacionado con los problemas para dormir, accidentes cardiovasculares, depresión, deterioro cognitivo, partos prematuros o bajo peso del bebé al nacer, y peores resultados escolares.

Y cada vez más personas -tres de cada 20 participantes en el estudio- padecen acúfeno (tinnitus), un zumbido permanente en el oído.

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No hay marcha atrás

A veces, como en los restaurantes o bares, la música a alto volumen es incluso un acicate para aumentar el consumo, reconoce Shane Newman, gerente de un popular restaurante mexicano de Hudson Yards, una zona de moda en el oeste de Manhattan.

“Cuando tomas una copa con la música, se siente como un ambiente agradable” y terminan “quedándose más tiempo” y el “consumo de alimentos es mayor”, dice.

Pero también puede ocurrir que los restaurantes son ruidosos porque las mesas rotan más rápido y hay más clientes, según algunos estudios.

Para la audióloga Michele DiStefano, directora del Centro de Audiología Shelley y Steven Einhorn, los efectos del ruido en el bienestar general y la audición “no se han estudiado lo suficiente”.

Alerta, en particular, a los más jóvenes: “Cuanta más exposición y más alta la intensidad, mayor será la pérdida auditiva”. Y no hay marcha atrás: “Lo puedes prevenir, pero no revertir”, dice.

Si algo “te parece demasiado ruidoso, lo mejor es proteger tu audición”, afirma. Y eso se hace a base de educación, sostiene.

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Eduardo Galeano López(34409)20 de agosto de 2025 - 08:30 p. m.
En Colombia está en vigor una ley antiruido. Pero es un saludo a la bandera. Los habitantes de Funza, las localidades de Engativá y Fontibón tienen que soportar el ruido de los aviones y el Estado y sus gobiernos locales hacen mutis.. Los mototaxis, se crecieron como gusanos de invierno y luego el Estado aplicó normas legales desde el comienzo?. Solo nos falta que las hormigas se organicen en flota y nos pongan a pasar mal en Bogotá y todas las ciudades de Colombia.
Andres Nunez Florez(70297)20 de agosto de 2025 - 06:53 p. m.
Mientras tanto en ciudades como Bogotá, las motocicletas empeoran la calidad de vida con su contaminación auditiva.
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