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La Cámara Baja del Parlamento de Polonia aprobó este jueves el proyecto de ley con el que se busca levantar un muro en la frontera con Bielorrusia para detener el paso de migrantes al país.
“Las acciones tomadas por el régimen de Alexander Lukashenko exigieron una respuesta firme del gobierno polaco”, dijo Mairusz Kaminski, ministro del Interior y Administración de Polonia, quien agregó que las barreras de este tipo han “funcionado con éxito” en otros países.
Polonia, así como otros países de la Unión Europea como Lituania, Letonia y Alemania, han reportado un gran aumento de migrantes que intentan ingresar a Europa desde países como Afganistán, Irán e Irak pasando por Bielorrusia.
El aumento comenzó en agosto, coincidiendo con la crisis en Afganistán por el retiro de las tropas estadounidenses de dicho país y el regreso del talibán al poder. En los primeros nueve meses de 2021, la Guardia Fronteriza de Polonia impidió 9.287 intentos de cruzar la frontera, de los cuales 8.000 tuvieron lugar en el último mes. Para enfrentar el flujo inusual de migrantes, Polonia comenzó a levantar un alambre de púas a lo largo de su frontera.
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“A pesar de que la sección polaco-bielorrusa de la frontera estatal se ha establecido un alambre de púas y una cerca de alambre tipo concertina, el número de intentos de cruzar la frontera no está disminuyendo, sino que está creciendo”, se lee en el proyecto de ley.
El muro, que reemplazaría el alambre de púas, contaría con cámaras de seguridad y sensores de movimiento, y tendría un valor aproximado de 1.600 millones de zlotys, el equivalente a US$404 millones.
La afluencia de migrantes ha provocado una comparación con la crisis de 2015, cuando más de 1 millón de personas cruzaron a Europa a través de Grecia desde Medio Oriente. La mayoría se instaló en Alemania.
Pero el muro no es la única iniciativa polaca para detener a los migrantes. Una enmienda incluida dentro del proyecto le da la facultad a las autoridades de no examinar las solicitudes de asilo presentadas por los extranjeros que ingresan ilegalmente al país, a menos de que haya llegado desde un país donde su vida y libertad estaban amenazadas.
Las organizaciones no gubernamentales han criticado a Polonia por haber impuesto el estado de emergencia en la frontera, lo que impide que las asociaciones puedan ayudar a los recién llegados y prohíbe el acceso a los no residentes, incluidos los periodistas.
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Siete personas han muerto en la frontera entre la UE y Bielorrusia desde el comienzo de la ola migratoria observada en la región este verano, según las autoridades polacas, lituanas y bielorrusas.
Bruselas sospecha que el régimen de Minsk fomenta este flujo en represalia por las sanciones europeas impuestas por la represión política interna. La mayoría de los migrantes que vienen a la Unión Europea atraviesan el Mediterráneo, por lo que el trayecto por estos países de Europa del este es un fenómeno sin precedentes.
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