El Espectador le Explica: lo que debe saber de la Asamblea General de la ONU

Desde este martes se estará celebrando en Nueva York la 74° Asamblea General de la ONU. Aquí están algunos datos clave sobre el evento.

¿Qué es la Asamblea General?

La 74 Asamblea General de la ONU es el mayor encuentro diplomático mundial. En esta ocasión reunirá a 193 países, provocará cinco cumbres, al menos 560 reuniones oficiales y más de 1.600 bilaterales. En una semana Nueva York será tomada por políticos, diplomáticos, funcionarios y fuerzas de seguridad.

Los 193 representantes de los Estados miembros y tres observadores (Palestina, Vaticano y Unión Europea) tomarán la palabra durante seis días, entre el martes 24 de septiembre y el lunes 30, para hablar del estado del mundo.

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Los micrófonos se abrirán este martes a las 9.00 de la mañana, con un discurso del secretario general, António Guterres, seguido del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que tradicionalmente abre la asamblea, y del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por ser el país anfitrión de las reuniones.

En paralelo al debate general, las cinco cumbres que se celebrarán serán sobre el Clima, Sanidad Universal, Objetivos del Desarrollo, Financiación para el Desarrollo y sobre pequeños estados insulares en vías de desarrollo. También habrá decenas de eventos, así como reuniones y foros dentro y fuera de los muros de la sede de la ONU.

¿Por qué Brasil es el primero en hablar?

Uno de los momentos más esperados es el de la intervención del polémico presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que abrirá el martes 24 la reunión de alto nivel y se estrena en esta histórica cumbre.

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Brasil es el primero en hablar desde 1947, gracias a una tradición que inauguró el entonces jefe de la delegación brasileña, Osvaldo Aranha, quien habló en la apertura de la primera sesión especial de la Asamblea. Además, Brasil fue uno de los Estados fundadores de la ONU y el primer país en adherirse en 1945.

Precedido por un historial de declaraciones incendiarias y salidas de tono que van de la xenofobia y el machismo a la defensa del uso de armas, el discurso de Bolsonaro genera máxima atención, debido también a que esta Asamblea tiene como eje central la lucha contra el cambio climático, una política cuestionada sin ambages por el brasileño, cuya respuesta a los incendios del Amazonas también fue cuestionable.

Los temas a los que hay que pararle bolas

la aguda crisis venezolana volverá previsiblemente a centrar la agenda latinoamericana esta Asamblea General, como ocurrió el año pasado, aunque en esta ocasión será sin la presencia del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

La tensión con Irán tras el ataque a las petroleras de Arabia Saudita, del que los saudíes y EE. UU. lo culpan también será central en la agenda. Además, desde la retirada del gobierno de Trump del Tratado Nuclear, las relaciones se han vuelto más difíciles.

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El conflicto en Yemen, estrechamente vinculado a la situación en el golfo Pérsico, así como la guerra en Siria y otros conflictos estarán una vez más en la agenda de los líderes durante sus reuniones en Nueva York, aunque no se esperan grandes progresos para desbloquearlos.

La emergencia climática: Con varios presidentes negando la emergencia climática (Bolsonaro y Trump, entre ellos), este lunes se realizó una cumbre del clima en la que únicamente pudieron intervenir países o coaliciones que anuncien nuevos compromisos para frenar el calentamiento global. Aunque no se esperaba la participación de Trump, fue sorpresiva su aparición en el encuentro.

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Las ausencias de esta sesión

La ausencia del presidente cubano, que sí estuvo en la Asamblea el año pasado, se produce en momentos de máxima tensión entre La Habana y Washington, con nuevas sanciones que endurecen el embargo y en medio de una severa crisis de abastecimiento de combustible en la isla caribeña, que también culpa de ello a Estados Unidos.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no acudirá a la que habría sido su primera intervención en la ONU. Poco amigo de foros y sin haber logrado atajar el endémico problema de la inseguridad en su país, esquiva con su ausencia las muy previsibles críticas del estadounidense Donald Trump por el problema migratorio y su defensa del muro fronterizo.

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Asimismo, en un momento de tensión creciente con Colombia, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, ha decidido quedarse en casa y enviará a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y al canciller, Jorge Arreaza, a defender ante la comunidad internacional una “revolución bolivariana” que ya suma más detractores que socios, pese al respaldo de potencias como China y Rusia.