“A los dueños no les importaba cómo recuperaste el dinero. Solo les interesa recuperarlo”, dice en Twitter un hombre que trabajó como “agente de recuperación de deudas” en Kenia. “Tuve que renunciar por mi cordura”, dijo.
En Kenia, las amenazas de los prestamistas de dinero, que ahora usan aplicaciones para mover sus activos sin regulación del Gobierno, son escalofriantes. Uno de los usuarios de este sistema de préstamos informó que si no pagaba, los prestamistas a quienes acudió desesperadamente irían por su riñón.
“No podía dormir ni pensar”, dijo otra víctima.
Bajo la etiqueta #Debtofshame, decenas de kenianos han comenzado a compartir sus experiencias con los cobradores. Esta campaña surgió luego del acoso que sufrió el pastor de una iglesia en Nairobi por parte de prestamistas que aseguraban que varios de sus feligreses lo pusieron como garante de sus préstamos. Tras el acoso sufrido, el pastor debió apagar su celular para no recibir más llamadas intimidantes.
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El gran problema con los préstamos en línea en Kenia es que en la actualidad no existe un marco legal que rija las plataformas de préstamos digitales. Esto conduce a que los prestamistas se sientan en libertad de usar métodos poco convencionales para cobrar sus deudas, como amenazar a sus clientes, acosarlos o avergonzarlos públicamente hasta que paguen.
Los prestamistas se enfocan en captar por internet a jóvenes incrédulos necesitados de saldar sus deudas. Estos no son conscientes de lo que podría significar acudir a un prestamista en la red: intereses exorbitantes de hasta el 395 % anual y amenazas de muerte en caso de retrasarse con las cuotas.
El canal local Citizen TV publicó un informe sobre cómo los prestamistas se han aprovechado de la poca regulación sobre las aplicaciones en línea en el país para realizar préstamos fáciles en móviles. El servicio de préstamos O-kash fue uno de los servicios citados en el informe.
La facilidad con la que estas empresas o personas otorgan préstamos a corto plazo es lo que las ha hecho populares. Para tener un préstamo basta con descargar una aplicación en la tienda de Google y entregar algunos datos personales.
El Banco Central de Kenia y otros reguladores nacionales están tratando de controlar los préstamos en línea a través de un proyecto de ley con el que se busca que los prestamistas obtengan licencias para proveer sus servicios de crédito digital. Quienes no estén regulados, no podrán prestar dinero.
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Hasta 2016 se registraron cerca de 200.000 prestatarios digitales en Kenia. Sin embargo, los prestatarios aumentaron hasta los casi 2 millones en 2021, ya que la crisis económica por la pandemia de coronavirus llevó a la gente que perdió su trabajo a solicitar préstamos en línea con más frecuencia.
Los reguladores nacionales, a pesar de las denuncias, no han aclarado cómo enfrentarán los métodos poco ortodoxos usados por los prestamistas para cobrar sus deudas, los cuales incluyen frecuentemente las amenazas de muerte.
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