
Del 7 de abril al 15 de julio de 1994 fueron asesinados de 500.000 a 1’000.000 de tutsis (el 70 % de sus integrantes).
Foto: El Espectador
Para Jacqueline Murekatete, sobreviviente del genocidio de Ruanda, defensora de derechos humanos y fundadora de la ONG Genocide Survivors Foundation, antes de que ocurriera el terror desatado el 6 de abril de 1994 entre los pueblos tutsi y hutu, las dos etnias mayoritarias que habitan el país históricamente, había un mínimo de coexistencia y compartir.
“Íbamos a las mismas escuelas, a la misma iglesia, a las mismas bodas, a los mismos bautizos. Hutus y tutsis se prestaban cosas diarias como sal y azúcar”, explica.
Sin embargo, una vez asesinado...

Por Hugo Santiago Caro
Periodista de la sección Mundo de El Espectador. Actualmente cubre temas internacionales, con especial atención a derechos humanos, migración y política exterior.@HugoCaroJhcaro@elespectador.com
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