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“El éxito es obtener lo que quieres. La felicidad es querer lo que obtienes”, W.P. Kinsella.
Culminó la etapa clasificatoria al Mundial de 2026 y nuestra tricolor clasificó, al terminar en el tercer lugar de la tabla de posiciones. Luego de pasar por varios altibajos de rendimiento deportivo, fue categórico su último triunfo como visitante, derrotando de manera contundente a la selección venezolana 6 a 3. La gran figura fue el delantero goleador samario Luis Suárez, quien marcó historia con sus cuatro goles y mostró que podría ser una gran alternativa en el ataque colombiano.
Una de las cualidades importantes para cultivar en los miembros de los equipos es la flexibilidad mental: la capacidad para ajustar la mentalidad frente a las condiciones de cambio. Sudamérica estará muy bien representada en el próximo mundial por las siguientes selecciones:
Argentina, la actual campeona del mundo, primera clasificada con anticipación en esta zona; Ecuador, que hace tiempo viene en alza futbolística y dando resultados; Colombia, que pasó por varios ciclos de rendimiento pero terminó muy bien; Uruguay, que supo superar las diferentes adversidades que tuvo, buscando recambio en su nómina; Paraguay, que recuperó su confianza en sí misma; Brasil, que aún en pleno proceso de tener nuevo cuerpo técnico y nómina, sigue siendo un grande del fútbol suramericano y mundial.
¿Qué viene para Colombia? Realizar un riguroso análisis al interior de la selección, en el que estén involucradas todas las áreas, desde la administrativa hasta la logística, para fortalecer lo bueno e importante que hicieron, y revisar lo que consideren que deben mejorar. Un cuerpo técnico fortalecido debe tener la sapiencia para encarar esta fase rumbo al mundial, priorizando el objetivo general y los objetivos específicos a conseguir.
Se requiere un seguimiento profundo a los jugadores colombianos en todo el planeta, evaluando su comportamiento, rendimiento, lesiones y estado vital, entre otros aspectos. Aprovechar los partidos amistosos para observar nuevos jugadores (faltan 9 meses). Será esa una gran oportunidad para irlos involucrando en la “vida” de una selección de mayores. Para eso, será importante compartir conversatorios a nivel nacional con los técnicos colombianos, que podrían enriquecer todo este nuevo proceso.
Clasificar no es suficiente. Ahora comienza el verdadero partido: el de construir una selección que represente lo mejor de Colombia. A los que lo hicieron posible, felicitaciones. A los que vienen, responsabilidad.
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