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Sirirí

Se repitió la historia

Mario Fernando Prado
30 de abril de 2021 - 03:00 a. m.
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Se la montaron, no, se la desmontaron al pobre Sebastián de Belalcázar, quien 500 años después pasó de héroe a villano, es decir, de fundador de ciudades como Popayán y Cali a un criminal espantoso cuyo recuerdo se quiere borrar.

Por ello, en Popayán hace ya varios meses, no años, un grupo de indígenas echaron al suelo su emblemática estatua —ubicada en el cerro El Morro, desde donde se divisa la Ciudad Blanca— y la volvieron trizas, para utilizar un término que acuñó Fernando Londoño Hoyos.

Según me dicen, la estatua está siendo restaurada en algún lugar del Valle de Pubenza y, ¡oh, paradoja!, para reconstruir su rostro tomaron como muestra el de la estatua de Santiago de Cali, que antier también trataron de echar al piso.

Luego de intentar hacer lo mismo meses atrás —que no se logró gracias a la intervención ciudadana, que protestó ante ese hecho vandálico—, todo parecía indicar que iban a dejar en paz este monumento icónico de la Capital de la Salsa. Se habló incluso de erigir en otros lugares de esta ciudad, de 2,5 millones de habitantes, monumentos a personas de las razas indígenas y afros para “compensar” así el exabrupto de seguir perpetuando la memoria de tan nefasto personaje, pero todo quedó en habladurías.

Sin embargo, con ocasión del paro, que de ordenado, cívico y pacífico no tuvo más que el nombre, de nuevo se revivió la “defenestración” de Belalcázar, a quien no alcanzaron a echar al suelo, quedando sí gravemente herido en el pedestal de su propia gloria.

La llegada oportuna de la Fuerza Pública impidió que se cristalizara el estropicio, a pesar de que horas después del primer intento llegara un contingente mayor de indígenas con las mismas intenciones, que también fue repelido y debieron tomar las de Villadiego.

Empero allí no terminan las cosas. La estatua estará vigilada y ojalá monitoreada 24/7, como dicen ahora, pero la espinita quedó allí. ¿Cuántas otras estatuas habrá que colocar y con qué personajes para que dejen a Belalcázar en su eterna morada y pueda descansar cinco siglos después?

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John(30701)01 de mayo de 2021 - 01:38 a. m.
Por mi pueden derribar todas las estatuas de los conquistadores, colonizadores españoles y mas de un prócer colombiano, como Melo, Mascachochas, Obando, Laureano Gómez ...En fin la lista es interminable de bellacos que tienen su estatua incluyendo la del cabronel Aguilar en el parque de panachi
Jorge(48902)30 de abril de 2021 - 11:35 p. m.
Pésimo artículo. Esfuércese un poquito. Los jóvenes por suerte están superando esas taras históricas.
ERWIN(18151)30 de abril de 2021 - 10:56 p. m.
eso es historia nefasta .. no hay ningun motivo para tener estatuas de esos conquistadores ... ninguno ..
Fernando(61497)30 de abril de 2021 - 10:28 p. m.
¿eterna morada a una estatua? este pajarraco se le acabo de tostar su última neurona. Es un bloque de metal que representa el mayor símbolo de la conquista: muerte, violaciones y expropiación. Compensar no es, es revindicar la memoria y dignidad de un pueblo y múltiples etnias.
ALBERTO(84624)30 de abril de 2021 - 09:16 p. m.
Que sera lo que tanto hay que agradecerle a ESPAÑA?. Sobre todo si uno es indigena, ese opio de la manipulación y el miedo, que es la religion. Ahora entonces los nativos le salen ha deber a esa orda de facinerosos, saqueadores y asesinos. Entonces en las ciudades costeras estaran atrazados en poner estatuas de todos los piratas, que las saquearon. Que tienen de distinto los unos de los otros?
  • Arturo(82083)30 de abril de 2021 - 11:12 p. m.
    La religion, el idioma y los espejitos fueron los tesoros que generosamente nos regalaron. Con gusto se los devolveria a la Madre Patria, a cambio de una onza del oro rapado a nuestros aborigenes.
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