Estas son las frenéticas movidas políticas en las horas previas a elección de magistrado

El cabeza a cabeza entre Carlos Camargo y María Patricia Balanta en la carrera por reemplazar a José Fernando Reyes en la Corte Constitucional ha derivado en jornadas frenéticas para el oficialismo y la oposición. Una vez más, ambos bandos convirtieron la elección de un magistrado de este alto tribunal en un asunto político y desplegaron todas sus capacidades para cooptar votos en cada bancada.

Camargo, exdefensor del Pueblo, partió como favorito por sus conexiones con el Partido Conservador, Cambio Radical, Centro Democrático y una parte de los liberales, pero una movida en La U, bajo la batuta de su codirector Alexander Vega, abrió una ventana para la conformación de un amplio bloque que respaldaría a Balanta. En este último grupo está el Pacto Histórico, razón por la cual desde la oposición aseguran que la jurista sería ficha del presidente Gustavo Petro.

El exvicepresidente Germán Vargas Lleras, jefe natural de Cambio Radical, es quien más ha impulsado esta tesis, señalando que el jefe de Estado podría controlar la Sala Plena del tribunal e intentar avalar medidas inconstitucionales. En las cuentas de Vargas, Petro tendría de su lado a los magistrados Vladimir Fernández, exsecretario jurídico de Presidencia; Héctor Carvajal, abogado personal del mandatario; Juan Carlos Cortés, Natalia Ángel, Miguel Polo y, si este miércoles logra mayorías, a María Patricia Balanta.

Sin embargo, este análisis del opositor no es preciso, ya que Cortés, Ángel y Polo no han demostrado ser afines al petrismo y, aunque en algunos procesos han tomado decisiones que eventualmente favorecen al Gobierno, en otros han actuado al contrario. Así mismo, la aspirante Balanta tampoco tiene vínculos claros con la administración y quienes la conocen en el mundo del derecho aseguran que incluso es de corte conservador. “Yo no soy petrista. Yo no pertenezco al Gobierno, no he hecho alianzas con ningún partido político”, dijo ella este martes.

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Pero al margen de estas discusiones, lo cierto es que la puja política ya está lanzada y desde las dos esquinas aplican todo tipo de tácticas para sumar los votos necesarios. Según conoció este diario, en las últimas 24 horas, los alfiles del Gobierno, a la cabeza del ministro Armando Benedetti —por estos días encargado de funciones presidenciales—, han tenido que trabajar sin pausa llamando a senadores y operadores de los partidos, entre estos los de oposición, para desequilibrar la balanza. “Le hemos tenido que meter el diente muy duro al tema”, dijo un funcionario del Ministerio del Interior.

Lo propio han hecho los promotores de la elección de Camargo, que, además de impulsar la narrativa de la candidata petrista, han sostenido reuniones, llamadas y cruces de mensajes con decenas de legisladores. De hecho, este diario supo que el exdefensor ha llamado a varias figuras del Pacto Histórico para intentar voltear sus votos y que incluso, en su afán de lograr mayorías, ha recurrido a los representantes a la Cámara, que no tienen voto directo en esta elección.

Diferencias en los partidos por elección de magistrados

Ya que la votación será secreta, en los pasillos del Capitolio aseguran que las traiciones y movidas de último momento estarán a la orden del día. Como lo contó El Espectador, esta pelea por votos ha demostrado que hay una fractura en el interior de los partidos y que varios congresistas de estos sectores tradicionales no seguirán las órdenes de sus jefes, algunos porque quieren tomar distancia y otros porque siempre se han mantenido en el Gobierno con representación burocrática. Esto, de hecho, ha puesto en duda la conformación de una coalición de los partidos tradicionales y de centroderecha para impulsar una candidatura presidencial en 2026.

Uno de los casos más llamativos es el de Cambio Radical, que a pesar de las alertas de Vargas Lleras y del anuncio oficial de apoyo a Carlos Camargo, tiene en sus filas a varios senadores que están jugados con el oficialismo. Sobre el papel, este partido le daría 11 votos valiosos a Camargo, pero habría al menos tres disidentes que votarían por Balanta.

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Los tres senadores en cuestión están en la baraja de apoyos con los que cuenta Benedetti e incluso enfrentan sanciones en el interior de Cambio Radical por favorecer al Gobierno. Se trata de Temístocles Ortega, Ana María Castañeda y Didier Lobo. Los dos primeros fueron castigados con la pérdida, por 12 meses, de su voz y voto, esto por no asistir a la votación de la consulta popular. Sin embargo, ambos defienden su derecho a participar, por lo cual el partido envió este mismo martes un comunicado al presidente del Senado, Lidio García, y al secretario de la corporación, Diego González, pidiéndoles que se les impida participar.

El propio presidente Petro reaccionó a esta petición y aseguró que “quitar derechos políticos, solo es posible por Juez penal, según la convención americana de Derechos Humanos que es ley y constitución de Colombia. ¿Es que solo pueden ganar con trampas y violando los derechos humanos?”. Al final de esta jornada, las magistradas del CNE Alba Lucía Velásquez y Fabiola Márquez, ambas cercanas al Pacto Histórico, suspendieron las sanciones contra Castañeda y Ortega, con lo cual queda claro que podrán votar.

Cabe anotar que la cercanía de Ortega con el Gobierno es palpable, pues en 2022 hizo campaña por Petro e incluso llegó a ser postulado por el presidente como embajador en Chile, nombramiento que no se concretó. Castañeda, por su parte, ha ido en contra de las decisiones de su bancada en varias oportunidades y es, además, cercana a la familia presidencial, pues está casada con Mario Fernández, primo de la primera dama Verónica Alcocer.

Didier Lobo también es investigado por su partido, pues argumentó objeción de conciencia para no votar en contra de la consulta popular de Petro. Desde el Ministerio del Interior aseguran que el jefe de esa cartera puede influir en su voto. A esto se suma que al menos dos senadores de Cambio Radical más no están seguros de que Camargo sea la apuesta ideal para llegar al tribunal.

En el Partido Conservador se presenta una situación similar. Figuras como Nadia Blel y Efraín Cepeda son férreos opositores del Ejecutivo y han dado directrices, en varias oportunidades, de votar contra las apuestas de Petro. En esta ocasión, la jugada será similar, a lo que se suma que Camargo tiene fuerte arraigo en estas filas, pues incluso cuenta con el respaldo de su cuñado, el senador Marcos Daniel Pineda, quien representa en el Congreso al clan familiar que lidera su madre, la exsenadora Nora García Burgos.

Sin embargo, en las toldas azules también hay algunos disidentes que desde el inicio de este cuatrienio han respaldado apuestas del Ejecutivo, algunas veces solo ayudando con la conformación del quórum decisorio en votaciones claves. Los senadores Miguel Ángel Barreto, Liliana Benavides y Carlos Andrés Trujillo son las tres fichas de este sector afines al oficialismo; el último, puntualmente, es considerado el puente con el Gobierno y, de hecho, este martes se conoció que Olmedo López fue llamado por la Corte Suprema de Justicia para que explique cuál habría sido el papel de Trujillo en el saqueo a la UNGRD, el mayor escándalo de corrupción de la actual administración.

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En esta ecuación entra el representante conservador Alfredo Ape Cuello, quien, si bien no tiene voto para la elección de magistrado, es uno de los principales operadores políticos del sector petrista de la colectividad y la ficha clave para la llegada al gabinete de aliados de la bancada, como ha ocurrido en los últimos dos remezones con el Ministerio del Deporte. Cuello tiene a varios alfiles en entidades del Gobierno e incluso se estaría cocinando la llegada de su hermano, Daniel Alberto Cuello, como asesor en la Casa de Nariño.

En el Partido de La U y el Liberal las cuentas están en tablas. En el primer caso, mientras la facción opositora cuenta con voces de oposición radical a Petro, como los senadores Juan Felipe Lemos o Alfredo Deluque, el combo de afines al oficialismo cuenta con nombres como los de Julio Elías, Julio Chagüi, Johny Besaile, Antonio José Correa, entre otros. Todo esto, además, tiene que ver con las aparentes gestiones de Alexander Vega para convencer a otros sectores de apoyar a la candidata mujer. La gobernadora Dilian Francisca Toro, una de las jefas del partido, ha negado estar moviéndose en uno u otro sentido.

Y los liberales están divididos en partes iguales, esto pese a las gestiones de César Gaviria y su hijo, Simón Gaviria, para apoyar a Camargo. Como lo contó este diario, en la bancada del Senado se comenta que los Gaviria no tienen control de los votos y que, con excepción de algunos nombres a los que no les gusta para nada lo relacionado con el petrismo, hay votos como los de Laura Fortich, Claudia Pérez, Alejandro Vega, John Jairo Roldán y otros que aumentarían las opciones de Balanta.

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En la orilla liberal hay un ingrediente adicional que toca al Pacto Histórico y al Consejo Nacional Electoral (CNE). Este último organismo tiene entre sus filas a Altus Baquero, otrora mano derecha de Camargo -fue su secretario general de la Defensoría- y alfil liberal. Baquero, aunque está en las cuentas del Gobierno de magistrados cercanos, mantendría su lazo con el exdefensor, lo que ha abierto un interrogante sobre su papel en esta decisión y el posible impacto que tendría en el manejo que él tiene del caso del CNE sobre la fusión de personerías del Pacto Histórico, proceso que, como el propio presidente Petro ha dicho, es fundamental para la apuesta de reelegir su proyecto en 2026. El magistrado fue consultado al respecto, pero hasta el cierre de este artículo no había contestado.

El escenario y las cuentas de los votos se mueven hora tras hora. En la orilla de Camargo dicen tener una ventaja de cuatro o más votos, mientras que en la de Balanta aseguran lo mismo y hablan de entre dos y cuatro votos que harían la diferencia en su favor. En las próximas horas, los dos bandos apostarán todas sus fichas por los votos que siguen en juego, como algunos de la Alianza Verde, los partidos cristianos y hasta los de algunos senadores del Centro Democrático que en el papel están con Camargo, pero que aún no están 100 % convencidos.

Camargo y Balanta sostuvieron varias reuniones con congresistas este martes y harán lo mismo durante toda la jornada del miércoles, buscando cuidar uno a uno los apoyos. Cabe anotar que el otro ternado Jaime Humberto Tobar también se paseó este martes por el Capitolio, dijo que habló con todos los partidos y que él podría ser una tercería para evitar tanta polarización. Sin embargo, la mayoría de bancadas no creen que esto sea viable.

La pelea será sin cuartel y desde la Casa de Nariño, el CNE y las altas cortes la seguirán con lupa. Como el presidente Petro y el ministro Benedetti lo dijeron, lo que ocurra en la votación de este miércoles redefinirá todo el cuadro de alianzas y coaliciones políticas. A última hora, una llamada desde cualquier poder podría cambiar el panorama.

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