Esta semana el país ha presenciado actos de reconocimiento y perdón por parte figuras públicas con incidencia política en el país. El primero fue el de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien se excusó con los jóvenes “por no haber comprendido desde el principio la magnitud de sus angustias y reclamos”. El segundo, el del concejal Carlos Fernando Galán, además de pedir perdón y reconocer culpas por lo que ocurre en el país, también invita a sus colegas a que hagan un mea culpa.
“Quiero proponer un acto desde lo más básico, desde lo más sencillo, un mea culpa, un perdón, una aceptación de que nosotros los políticos, me incluyo ahí, yo como político, los empresarios y los que de alguna forma hemos determinado el rumbo del país, fallamos. Y que debemos hoy entregar de más. Escuchar, más que proponer y sobre todo cambiar. Quiero además reconocer mis errores propios, no como si esto fuera una especia de llamado gaseoso”, dijo al lanzar en su cuenta de Twitter como #ElRetoDelMeaCulpa.
Mea culpa. Soy parte de la clase política que no ha logrado un país suficiente para todos. Pido perdón e invito a otros políticos, empresarios y líderes a reconocer sus fallas y darle al país la oportunidad de un diálogo honesto. Tenemos que cambiar #ElRetoDelMeaCulpa pic.twitter.com/yMlXiszLY6
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) May 27, 2021
Para el concejal de Bogotá, las crisis y situaciones complejas “necesitan de actos muy simples que permitan abrir espacios para empezar a hablar” y, en ese sentido, los llamados a abrir esa conversación y no apuntar con el dedo hacia el otro, sino a sí mismo, son ellos, la clase política. “Hoy siento una negación muy fuerte de la tragedia que vive el país, en particular de quienes hemos estado del lado fuerte, de la institucionalidad, del poder, del status quo”, agregó.
Para él esa negación se palpa por las más de 22 millones de personas que viven con menos de $300.000 al mes. “Como si todos hubieran surgido en el último año. Hace un año ya había 19 millones de pobres. Y eso era tan grande como para no haberlo visto. No vimos Buenaventura, no vimos Tasajera, no vimos Siloé, no vimos Agua Blanca y muchos otros símbolos. Hemos debido castigar con mucha más fuerza la desidia del estado, porque eso es desidia, y haber actuado con una contundencia capaz de evitar la bomba social que nos estalló en la cara”.
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Su mea culpa lo centró en no ver sus privilegios por encima de otras personas. “Desde que mataron a mi papá hace 30 años, he luchado con el imaginario de que soy un delfín, de que tengo privilegios y he hecho énfasis de que soy una víctima. Claro, soy una víctima, pero una víctima que ha tenido privilegios. Hay victimas en este país que tienen todo lo contrario. Cuando son víctimas de la violencia, se le cierran puertas”.
Siguió comparando su situación con el del hijo de María del Pilar Hurtado, lideresa social de Tierralta, Córdoba, asesinada en junio de 2019. “Cuando vemos el caso de un niño que tenía la misma edad cuando mataron a mi papá, un niño de 12 años, que llora y grita desconsolado al ver cómo asesinan a su madre, en Tierralta, el Estado qué hizo por él, en qué le ayudó, cómo le respondió cuando sufrió esa violencia, algo muy distinto a lo que me ocurrió a mí”, dijo.
“Eso evidencia que en Colombia hay víctimas de primer nivel, víctimas de primera clase y victimas de segunda clase. Si yo no soy capaz de entender eso y cómo me ha beneficiado a mí, no tengo razón de ser en la política, no tengo que hacer en la política y no tengo cómo resolver ni proponer cambios en este país frente a la desigualdad y al quiebre que tenemos como sociedad”, concluyó.
Entendiendo eso, sostuvo que es necesario que quienes están en su misma posición, a la vez de quienes han ostentado el poder, reflexionen para unirse en una sola respuesta que es “enfrentar la pobreza y la desigualdad” y “comprometernos a que el Estado equilibre la cancha”.
Por eso, además de hacer su propia mea culpa, invitó a otros colegas, empresarios, fuerzas armadas y periodistas a que lo hicieran, como al presidente Iván Duque, los exmandatarios Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, al senador Gustavo Petro, a los grandes dueños del capital en el país como Luis Carlos Sarmiento Angulo, Carlos Ardila Lulle, Gabriel Gillinsky y los Santo Domingo. También llamó al ministro de Defensa Diego Molano y al general Eduardo Zapatiero, comandante del Ejército. Y por último a los directores de medios como Daniel Coronell, Gustavo Gómez, Julio Sánchez Cristo y Vicky Dávila.
A #ElRetoDelMeaCulpa ya se han unido algunos políticos como el senador Armando Benedetti, quien escribió en su cuenta de Twitter: “Hago parte de la clase política que no ha logrado acabar con la desigualdad ni con los que la administran. Completamente de acuerdo con Carlos Fernando Galán. Felicitaciones por esta iniciativa”.
Hago parte de la clase política que no ha logrado acabar la desigualdad ni con los que la administran. #ElRetoDelMeaCulpa. Completamente de acuerdo con @CarlosFGalan. Felicitaciones por esta iniciativa! https://t.co/rUROhhDOjq
— Armando Benedetti (@AABenedetti) May 27, 2021
También participó el representante del Centro Democrático Edward Rodríguez: “Acepto #ElRetoDelMeaCulpa de Carlos Fernando Galán. Yo también soy responsable de lo que vive nuestro país y, al escuchar a tantos jóvenes sin oportunidades, sé que puedo hacer más. Aceptando cada uno y dialogando entre colombianos encontraremos la salida. El camino en Colombia”.
Acepto el #ElRetoDelMeaCulpa de @CarlosFGalan. Yo también soy responsable de lo que vive nuestro país, y al escuchar a tantos jóvenes sin oportunidades sé que puedo hacer más.
— Edward Rodríguez (@EDR_CD) May 27, 2021
Aceptando cada uno y dialogando entre colombianos, encontraremos la salida. El camino es #Colombia. https://t.co/XAa4YwLxr6