El presidente Gustavo Petro habló este martes durante 41 minutos ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Y en su última intervención como representante de Colombia ante ese organismo multilateral abordó los temas con los que ha buscado profundizar una narrativa que le dé gasolina al progresismo en la campaña electoral que promueve la propia Casa de Nariño. Narcotráfico, relación con Estados Unidos –el principal socio comercial del país– y la guerra de Israel en Gaza fueron los temas claves de su discurso.
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Petro se subió al atrio de la sede de la ONU en Nueva York sobre las 5:38 p.m. (hora de Bogotá) ante un salón a medio llenar. Lo hizo ataviado con una guayabera, prenda que ha usado en distintos espacios públicos, y con un pin no de la bandera de Colombia, sino de la “guerra a muerte” de Simón Bolívar. De hecho, en un momento se refirió al símbolo asegurando que se trata de un “mensaje de o libertad o muerte” y un llamado a “una revolución de los pueblos para superar la crisis climática”.
Petro fue el octavo en hablar del segundo bloque de intervenciones, detrás de presidentes como Gabriel Boric (Chile) y Emmanuel Macron (Francia), así como de otras naciones como Mongolia, Líbano y Kirguistán. En el salón, que –como mostró la transmisión oficial de la ONU– poco a poco se fue vaciando a lo largo de la jornada, Petro estuvo acompañado por la vicepresidenta Francia Márquez, la canciller Rosa Villavicencio, el embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña, y la directora del DAPRE, Angie Rodríguez. A los seis minutos de empezar a hablar se retiró la delegación de Estados Unidos.
Arrancó su discurso recordando que esta sería la última vez que se dirigía en ese lugar como presidente. Por lo mismo, sus palabras sirvieron como una suerte de rendición de cuentas de los resultados de su gobierno, sobre todo en dos puntos: la crisis climática y la lucha antinarcóticos.
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Expuso los resultados enfrentándolos a las políticas del presidente Donald Trump, a quien ha criticado reiteradamente desde enero de este año cuando volvió a la Casa Blanca.
Pero, además, en varias ocasiones se refirió a su predecesor, Iván Duque, en un mensaje que, pese a ser en un escenario internacional, tuvo tintes electorales. En el edificio de la ONU buscó mostrar el éxito de sus políticas frente a los de la derecha. Y ese tono también fue replicado por la oposición. El mismo día en el que Petro intervino en Naciones Unidas, la senadora y precandidata Paloma Valencia (Centro Democrático) dio una entrevista a Fox News, la cadena de televisión cercana al presidente Trump, en el que resaltó las políticas de la Oficina Oval y criticó al mandatario colombiano.
Uno de los primeros puntos que tocó el mandatario fue el reciente ataque con misiles de Estados Unidos a una lancha que, supuestamente, transportaba cocaína rumbo al país norteamericano. No solo allí, sino en su cuenta en X, Petro ha insistido que se trató de una violación a los derechos humanos y ha puesto en duda que en el vehículo hubiera alcaloides. “Lanzaron misiles sobre 17 jóvenes, quizá algunos colombianos”, dijo y pidió investigar a Trump y a sus funcionarios por ese hecho.
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En esa línea, aseguró que las políticas de Trump “no son para frenar el tránsito de droga hacia los Estados Unidos, es para doblegar a los pueblos del sur”. Petro, en esa línea, insistió que la descertificación a Colombia en la lucha contra el narcotráfico –una decisión tomada por el presidente Trump el pasado 15 de septiembre– tuvo una motivación política, más que técnica: “Me descertifican casi que personalmente”.
Así, afirmó que “2023 y 2024 fueron los años donde más cocaína se incautó y más de 700 capos del narcotráfico fueron extraditados a Estados Unidos y Europa. Los extradité yo y la cocaína la incauté yo”. Y calificó a la guerra contra las drogas como “fracasada”.
De manera adicional, resaltó otras de las políticas que ha sido eje de su gobierno: la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito: “Ya llevamos más de 25.000 hectáreas erradicadas voluntariamente, tenemos éxito en nuestra política nueva, que no es de drogas, es antinarcotraficantes”. De hecho, cuestionó duramente el uso del glifosato para la erradicación forzosa, aunque solo hace un par de semanas, luego de varias asonadas contra el Ejército en Cauca, puso sobre la mesa la posibilidad de regresar a la fumigación química aérea.
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Sobre la supuesta intervención de Estados Unidos en la región, también se refirió a la declaratoria de ese país al Tren de Aragua como una organización terrorista transnacional. “Mentira que es terrorista. Solo son delincuentes comunes en forma de banda, agrandados por la estúpida idea de bloquear a Venezuela y quedarse con su petróleo pesado y ya venenoso. Los migrantes no son delincuentes”, afirmó.
Las referencias de Petro sobre ese narcogrupo recordaron lo que ha dicho respecto al Cartel de los Soles, al que la Oficina Oval acusa de ser terrorista liderado por el presidente Nicolás Maduro. Aunque en esta ocasión no lo mencionó de manera explícita, en días pasados ha negado su existencia –como cuando el Senado aprobó una solicitud para que se declare como una organización ilegal en Colombia–, afirmando que se trata de una manera de “bloquear” a Venezuela.
Un punto clave en su discurso, también fue Palestina, que ha usado como una bandera desde hace ya casi dos años. Precisamente, una de las comitivas que permaneció durante su intervención fue la del Estado palestino. Con este, el presidente ha buscado fortalecer sus relaciones, con medidas como romper los vínculos con Israel y prohibir la exportación de carbón. En ese sentido, pidió que haya una votación de toda la asamblea, y no del Consejo de Seguridad (en la que Estados Unidos ha ejercido el derecho al veto), para conformar un “ejército de paz” que intervenga en Gaza.
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En esa misma línea de resaltar a los aliados de su Gobierno, el jefe de Estado agradeció a “los países que nos han llevado a sembrar paz: Catar, Cuba, México, el Estado del Vaticano, Noruega, Brasil y Venezuela”. No se trató de un gesto menor. No solo porque varios de esos países han sido aliados para su política de paz total, como Catar donde está la mesa de diálogos con el Clan del Golfo, sino porque Petro ha insistido en la necesidad de que el país se distancie de Estados Unidos, con el que hay una relación diplomática de 202 años.
De esta manera, el presidente Petro dio cierre a sus intervenciones como jefe de Estado en Naciones Unidas. Como pasó durante cuatro años, sus palabras estuvieron atravesadas por los temas con los que ha querido posicionar su imagen internacional. Pero en esta ocasión, también sirvió como una forma de marcar el tono para la contienda electoral en Colombia que se definirá en 2026.
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