Las entrañas de la izquierda más cercana al presidente Gustavo Petro, que busca otra victoria para que su proyecto continúe en la Casa de Nariño después del 7 de agosto de 2026, se remueven en los momentos previos a la consulta del 26 de octubre. Una persona cercana al mismo mandatario, y que ha tenido guiños palaciegos, podría quedar por fuera de la primera medición en las urnas del progresismo.
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Es casi un hecho que el exalcalde de Medellín Daniel Quintero puede dar un paso al costado por los ruidos que genera su presencia en la izquierda, sobre todo con la favorabilidad que le dan las encuestas. La decisión sacudiría el ajedrez electoral en esa orilla política y no es menor que en las últimas 72 horas se haya confirmado la llegada del senador Iván Cepeda (Pacto Histórico) como precandidato, una figura alrededor de la cual varios coinciden.
Las divisiones internas no son nuevas, pero los llamados por candidaturas “que sí vengan del Pacto Histórico” ya comenzaron a generar ruido en la campaña del exalcalde, quien desde hace algunos días puso en duda su participación en las urnas de esa decisión interna. A través de sus redes sociales, aseguró que su “presencia en el Pacto Histórico no está garantizada”, pues el movimiento fue “tomado por una izquierda miope y sectaria que prefiere que la derecha gane”.
“Yo abogo por un Pacto amplio, sin sectarismos, sin cálculos y sin juegos sucios”, le dijo el exalcalde a este diario.
Quienes se oponen a su candidatura en el movimiento ya tienen en la mira varios escenarios en caso de que se concrete su figuración en la balota. Cepeda congrega a sectores de la izquierda y varios precandidatos han planteado la idea de una fórmula presidencial que incluya al senador de una forma u otra —exceptuando al mismo Quintero y a la exministra Carolina Corcho—, y podría ser la persona alrededor de la cual se congregarían en una posible contienda contra Quintero.
“En cambio, si todos los liderazgos son del Pacto, pues es diferente. Todos contribuyen y pueden traer a varios sectores”, apuntó una persona cercana al proceso.
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Eso no es lo único que estaría en veremos. Los acuerdos firmados el pasado 19 de julio entre los precandidatos tienen como parte fundamental que quien gane esa consulta tendrá el respaldo de todos los que no alcanzaron la votación y saldrán a hacer campaña por quien sume más votos. Ese apoyo tan definitivo, se analiza desde la campaña de Quintero, podría estar en juego si la persona elegida es el exmandatario de la capital antioqueña.
Ya su imputación por los delitos de peculado por apropiación en favor de terceros y prevaricato por acción en el caso de Aguas Vivas, cargos que él en todo momento ha negado y ha dicho que provienen de una supuesta “persecución política”, genera ruidos en algunos sectores por la posibilidad de que una persona empapelada los represente, incluso cuando Petro lo subió a la tarima en el polémico “plazoletazo” en Medellín en el que estuvieron jefes de bandas criminales. A eso se le suman sus propuestas controversiales como cerrar el Congreso y llamar a una Constituyente para “resetear” la política.
Por lo primero es que, en caso de que el exalcalde decida entrar en la consulta, faltaría otro paso: el de la revisión del comité de garantías y ético del movimiento, en el que reside la determinación de si la única persona imputada entre los precandidatos podrá o no entrar en el tarjetón. La recomendación que de allí salga pasará luego por el comité político, integrado por los presidentes y secretarios de las colectividades que se fusionarán en el partido unitario, que tiene la palabra final.
Ese mismo camino tendrán que recorrer todas las candidaturas a la Cámara de Representantes y al Senado que salgan de ese partido unitario en construcción, que también se decidirán en la consulta. Y por esa vía es que también hay ruidos, específicamente en la Colombia Humana, por la señalada falta de garantías para la participación de todos los precandidatos al Legislativo en las “primarias” que ocurrieron este sábado.
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Tanto la exministra Susana Muhamad como el exdirector de Prosperidad Social Gustavo Bolívar han apuntado que a las bases del movimiento —el más grande entre los partidos de la izquierda— no se les permitiría la participación. Señalado como un proceso “antidemocrático”, “acelerado” y “sin información clara”, a las directivas les queda la tarea de decidir sobre las impugnaciones en cada uno de los departamentos en donde hubo denuncias.
“Todos los postulados que llenaron los requisitos en todas las asambleas han sido aceptados”, aseguró la senadora y precandidata Gloria Flórez, quien preside el partido y ha hecho un llamado a un “pacto de no agresión” entre los aspirantes a la Presidencia. Y agregó que se trata de un “proceso democrático sin antecedentes” en los 32 departamentos y Bogotá.
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Según dijo, la decisión final estará en las urnas. Y a partir de este lunes comienza a correr el tiempo para otra causa que también pueden sacudir el Pacto Histórico: se cumple el plazo para que en el Consejo Nacional Electoral (CNE) se radique y se decida sobre la ponencia que avalará (o no) la fusión de todos los partidos del Pacto Histórico en uno solo para que el día después, el 26 de septiembre, puedan inscribirse, en la fecha límite, para una consulta en la Registraduría.
El frente amplio es el siguiente paso. Si bien la coalición oficialista que llevó al primer presidente de izquierda al poder tiene la aspiración de repetir una victoria a cuatro tiempos (la consulta de octubre, la de marzo, la primera vuelta y la segunda), tampoco se descarta la posibilidad de que la centroizquierda ponga un nombre propio para ser el “ungido” del movimiento.
Con exministros a bordo, un sector del golpeado partido Alianza Verde y operadores políticos que desde ya dieron el “sí” para tener su nombre en ese tarjetón, el progresismo espera que el 37 % que todavía mantiene de favorabilidad el mandatario pueda ser suficiente para volver a la Casa de Nariño.
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