En su discurso ante la 75 Asamblea General de Naciones Unidad, el presidente Iván Duque aprovechó este escenario para, una vez más, manifestar su oposición al gobierno de Venezuela en cabeza de Nicolás Maduro. En ese sentido, les pidió a los demás países permanentes a elevar una voz de rechazo a las elecciones “prefabricadas” que se avecinan.
“Necesitamos hacer un llamado enérgico a todas las naciones del mundo para que eleven sus voces reclamando elecciones verdaderamente libres y no la orquesta prefabricada electoral a la que se quiere llevar a pueblo venezolano en este mes de diciembre, únicamente para perpetuar la dictadura”, dijo el primer mandatario en el desarrollo de una Asamblea virtual.
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El mandatario reiteró su posición contra Maduro: que su permanencia en el poder atenta a la democracia regional, que él se sostiene en el poder gracias al narcotráfico, que aloja a terroristas en Venezuela, que ha violado derechos humanos y que es un tirano.
Sin dar más elementos adicionales al discurso opositor al régimen de Maduro, el primer mandatario también les dedicó palabras a otros temas de su preocupación como, por ejemplo, lo que ha hecho su administración en términos de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
“La actual coyuntura nos ha demostrado la estrecha relación entre la salud humana y la salud de los ecosistemas, cuya disminución pone en riesgo nuestra supervivencia como especie”, manifestó como preámbulo a las cifras con relación a disminución de cifras de deforestación (19%), acumulación de CO2, así como los logros de cobertura en programas y objetivos.
“Colombia ha logrado que más de 2.800 familias de la Amazonía hoy estén asociadas a proyectos de reconversión ganadera y a la producción de elementos no maderables. Adicionalmente, que más de 17 mil familias indígenas estén siendo beneficiadas con proyectos de gobernanza y economía sostenible y que 15 mil se encuentren bajo esquemas de Pago por Servicios Ambientales para cerca de 219 mil hectáreas es una demostración de lo que estamos alcanzando: soñando con el futuro”, dijo con relación al Pacto de Leticia firmado por siete países con el compromiso de ejecutar 52 acciones para la conservación de la Amazonia.
Así mismo, destacó el plan para la conservación de los páramos que lidera Colombia, que cuenta con el 50% de este ecosistema en el mundo. “Hoy los invito a que nos acompañen en la creación de una Estrategia Global, con la que garanticemos la supervivencia de los páramos. La convocatoria también se extiende a que las naciones del mundo aporten recursos y que entendamos que la protección de estos es un deber universal”.
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Del medio ambiente, Duque pasó a hablar de su política de paz con legalidad, pero fueron pocos los detalles que compartió sobre el avance, por ejemplo, de la implementación del Acuerdo de Paz o del asesinato a los excombatientes de las Farc (más de 220 desde la firma de los textos de La Habana).
El presidente se limitó a reafirmar su compromiso con la paz, haciendo una mención especial a las víctimas y los líderes sociales, pero, una vez más, sin reconocer el asesinato de defensores de derechos humanos y los reclamos de las víctimas del conflicto. “A pesar de las dificultades, no cesan en su empeño de construir un país para todos”.
En ese orden de reconocer a todas las partes del proceso, también agradeció por el papel que ha cumplido la comunidad internacional en la implementación, especialmente en la reparación de las víctimas, fortalecimiento del campo y formalización de la propiedad, de acuerdo con el jefe de Estado.
Aunque no hubo cifras con respecto a la implementación, sí atinó a señalar al que, a juicio del Gobierno, es el principal culpable de aún la paz no se vea materializada en los territorios. “Desafortunadamente, todos los esfuerzos que realizamos tienen una amenaza común: el narcotráfico y las economías ilícitas que genera. Este nutre la trata de personas, el tráfico de armas, la extracción ilegal de minerales, la deforestación y el contrabando”, declaró Duque.
En ese sentido, reconoció el problema como un crimen transnacional que requiere de la acción conjunta de todos los países. “Debemos actuar de la mano sin dubitaciones, con energía y sin vacilaciones. Hay que hacerlo por un deber con las nuevas generaciones”, apuntó.
Por el contexto mundial, el primer mandatario tampoco dejó de lado la realidad que vive el país por cuenta del coronavirus e hizo un llamado para que, como con el narcotráfico, trabajar mancomunadamente entre todas las naciones. “Esta crisis mundial ha evidenciado tanto las fortalezas como las debilidades de las herramientas multilaterales. Por un lado, demostró que aún es necesario definir mejores mecanismos de cooperación en circunstancias de crisis, al tiempo que esas mismas herramientas han conducido la búsqueda de soluciones conjuntas para superarla, por ejemplo, en cuanto a la adquisición de vacunas”, apuntó.
Igualmente, calificó este momento por el que pasa el mundo como un punto de inflexión para reflexionar sobre la sostenibilidad y equidad social. “Ahora que estamos en miras de reactivar nuestras economías y nuestra vida productiva, es necesario que la sostenibilidad ambiental sea el punto de encuentro para la construcción de un mundo más sostenible, más responsable”, propuso.
Bajo esa iniciativa pensada en favor del medio ambiente, concluyó su intervención llamando al trabajo en unión para superar las dificultades que acentuó la pandemia. “Estoy seguro de que en nuestra propia humanidad está nuestra mayor fortaleza; estoy convencido de que cuando miremos hacia atrás y recordemos estos difíciles meses, encontraremos pueblos resilientes, que le pusieron el pecho a la historia y navegaron con sabiduría las tempestades”, finalizó en su discurso.