En una sesión más de debate del Código Electoral, las comisiones primeras conjuntas de Senado y Cámara decidieron tomar un receso para buscar un consenso con relación al último artículo del proyecto, el de la vigencia y derogatoria, para evitar que con la negación de este se terminara hundiendo la iniciativa completa. Aunque avisaron el levantamiento de la sesión, la representante Juanita Goebertus (Alianza Verde), informó en su cuenta de Twitter que “acordamos excluir cualquier referencia a la ley de garantías en el primer debate y de manera multipartidista construiremos el texto que será radicado para la próxima discusión”.
Termina reunión de sub comisión sobre este tema.
— Juanita Goebertus (@JuanitaGoe) November 13, 2020
Acordamos:
1. Excluir cualquier referencia a la ley de garantías en el primer debate del código electoral.
2. Acordar de manera multi partidista el texto que será radicado para el segundo debate frente al tema. https://t.co/wxHTJfpDCH
¿Cuál fue el problema? Unas de las leyes contempladas para derogarse, una vez entre en vigencia el código, es la Ley de Garantías, para muchos, valga la redundancia, un garante para que las administraciones locales, regionales y nacionales no interfieran en las elecciones a través de mover maquinarias, usando contratos y recursos públicos.
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Para evitar que se derogara dicha ley, que congela la contratación cuatro meses antes de los comicios y otras disposiciones, el representante Juan Carlos Losada radicó una proposición que excluía la normativa de las que se derogarían con la reforma electoral. Sin embargo, esta fue negada por la Cámara, mientras que en el Senado, en dos ocasiones, quedó empatada la votación.
La situación llevó a que Miguel Ángel Pinto, quien presidía la sesión conjunta, decretara un receso de 20 minutos para que los congresistas y ponentes se pusieran de acuerdo, pues en caso de que se votara el artículo como venía originalmente y se hundiera, todo el proyecto de reforma habría quedado sepultado.
En ese intento de buscar un término medio entre los que estaban de acuerdo con la derogación de la Ley de Garantías y los que no, Ángela María Robledo (Colombia Humana), Juanita Goebertus y Angélica Lozano (Alianza Verde) presentaron una nueva proposición que sacaba puntualmente el tema de la contratación directa cuatro meses antes de elecciones, y se derogaba el resto de la Ley.
“Es un punto medio que no nos sirve”, dijo el senador Gustavo Petro (Colombia Humana), recordando cuando en la Cámara, en el gobierno de Álvaro Uribe, a través de un acuerdo político entre esa administración y la oposición, se sacó adelante esta iniciativa que, según él, “es una garantía para la transparencia y la democracia”, especialmente, porque como explicó Luis Fernando Velasco (liberal), protege a los movimientos alternativos contra las maquinarias.
El receso de 20 minutos se extendió a más de una hora, hasta que se informó del levantamiento de la sesión y la citación para este viernes. Sin embargo, este jueves se avanzó en otros puntos claves, como el relacionado al voto electrónico y remoto.
A través de proposiciones interpartidistas, se aprobaron en bloque los artículos relacionados a las modalidades de voto –eliminando el voto electrónico y voto anticipado electrónico, los cuales eran una de las principales apuestas de la Registraduría–, además del uso de tecnologías en las elecciones y progresividad de la implementación.
Precisamente, entre las novedades que plantea la reforma está la del voto electrónico mixto, el cual “será el que emplea tecnología en el proceso de emisión o en el conteo del voto”, es decir, el que implica una tecnología para votar en el puesto asignado o para contar ese voto; y el voto anticipado, el cual permite que antes de la fecha oficial de los comicios las personas se pueden acercar a lugares determinados para ejercer su derecho. Este solo aplicará para los colombianos en el exterior.
¿Qué quedó por fuera con relación al voto electrónico? La posibilidad de votar con tecnología fuera del puesto de votación o lugar asignado para esto el día de las elecciones o anticipadamente a estas. En ese sentido, el voto electrónico anticipado quedó eliminado, el cual "era el que les interesaba a los colombianos en el exterior”, dijo Armando Benedetti, ponente del proyecto.
Sobre esto, el registrador Álexander Vega se pronunció: “Colombia debería dejar un modelo que permita tener la posibilidad de tener un voto remoto, porque si la pandemia o cualquier situación adversa nos impide ir a votar, hay que darles a los ciudadanos la posibilidad de tener un modelo alternativo no presencial”, dijo a RCN Radio. También puso sobre la mesa el argumento de los colombianos en el exterior que, según él, se abstienen de votar en un 80% por las dificultades de trasladarse a una embajada o consulado.
Las quejas respecto a este punto es que el ejemplo que se puso en el proyecto es el voto electrónico que tiene reglamentado Estonia, un país que se podría homologar con Uruguay en Latinoamérica, donde su población no asciende a los cuatro millones de personas. Esta complicación se trajo a colación, junto a los problemas de conectividad que tiene el país y los riesgos que la digitalidad abre la puerta a ‘hackeos’ o fraudes.
La implementación de estas disposiciones podrá comenzarse a aplicar como piloto, en un 5% de la totalidad de mesas de votación, a partir de las próximas elecciones de los Consejos de Juventudes o algún comicio atípico que eventualmente se pueda dar. Estos pilotos deberán tener a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) como prioritarios para su realización.
Otro de los temas aprobados este jueves es la ampliación del horario de elecciones, que se extenderá hasta las 5:00 p.m.
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