Las autoridades afirman haber desmantelado más de 300 puntos de minería ilegal y sostienen que entre 75% y 80% de los mineros ya dejaron la reserva, ubicada en la frontera con Venezuela; pero una parte resiste de forma “violenta”.
“No vamos a retroceder, la acción integrada será reforzada y continuará hasta que cesen todos los conflictos y todos los mineros sean retirados”, dijo la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, al explicar la operación conjunta de las fuerzas armadas, policías y otros órganos gubernamentales. Guajajara viajó junto a una comitiva del gobierno federal al estado de Roraima (norte) para atender la situación.
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Un indígena falleció y otros dos resultaron heridos el sábado tras un ataque por parte de mineros en la aldea Uxiu, dentro de la reserva yanomami, informó su cartera. También este fin de semana, cuatro mineros murieron durante una operación de la Policía Federal de Rodovías (PRF) en otra región de la reserva, tras recibir a los agentes “a tiros” cuando intentaban aterrizar para desmantelar uno de sus campamentos clandestinos, según la institución policial.
“Los policías contraatacaron, cuatro hombres resultaron baleados y no resistieron”, informó en un comunicado PRF, que incautó un arsenal que incluía un “fusil, tres pistolas, siete escopetas y munición de diversos calibres”.
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva lanzó en febrero una vasta operación para expulsar a miles de mineros que ocupan ilegalmente desde hace años la reserva indígena yanomami, donde los buscadores de oro son acusados de desatar una crisis humanitaria.
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“Según informaciones satelitales, ya ocurrió la retirada de cerca del 75 % a 80 % de los mineros, pero una parte se resiste violentamente”, detalló la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, durante la conferencia en Roraima.
“El llamado del gobierno es para que salgan pacíficamente, teniendo claro que el gobierno va a intensificar las acciones” en el terreno, advirtió Silva.
La ministra de Salud, Nísia Trindade, afirmó que los indígenas heridos se encuentran “estables”. “Ilson Xiriana, además de ser alguien muy querido en su comunidad, era un agente de salud indígena”, dijo Trindade.
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Líderes yanomami afirman que los mineros han contaminado el agua de los ríos con mercurio, destruido la selva, violado y asesinado a miembros de su comunidad, además de desencadenar una crisis alimentaria.
La reserva yanomami es una de las varias reservas que sufrieron una entrada masiva de mineros durante el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), a quien los ambientalistas acusan de fomentar las invasiones.
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