Como la cereza que adorna el pastel, Volkswagen cerró el 2021 —a pocos meses de terminar un año calendario— con la presentación en Colombia de Teramont, su vehículo de mayores dimensiones y —al parecer— el producto que reúne las configuraciones más familiares y con mayores asistencias tecnológicas de los germanos a escala mundial.
Teramont no es solo el más grande de los vehículos —para pasajeros y no de servicio, claro— que VW vende en los mercados donde está presente. En Colombia, a la vez y como es de esperar, tiene un precio ($189’990.000) que lo ubica en el tope, lo más alto, del portafolio de la marca y, a grandes rasgos, su equipo, acabados y, por supuesto, espacio llegan a dar fe de esto.
Sobre todo, un familiar
Es familiar adentro y afuera. Su estética exterior no se aleja de los diseños de modelos como Taos y mantiene líneas y acabados fieles a las siluetas SUV de Volkswagen. Son funcionales y llamativos los faros LED, adaptativos con la tecnología IQ Light, y su luz de marcha diurna y aumento de visibilidad en los costados.
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Los 5.098 mm de largo, 1.989 de ancho y 1.769 de alto, con los que la casa alemana configuró su alternativa de mayor tamaño, son la antesala a una —realmente— prolija distribución interior, enmarcada, puntualmente, con materiales blandos y otros rígidos —no huecos—, propios de segmentos superiores del mercado.
La tarjeta de propiedad y el fabricante señalan una capacidad para siete ocupantes, algo casi utópico en la mayoría de marcas que prometen este número de plazas —bien sea por el túnel de transmisión o una reducida tercera fila—; sin embargo, el SUV que llega desde la planta de Chattanooga, en Estados Unidos, conspira a favor del confort en cada asiento.
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Las plazas delanteras, con calefacción y ventilación, permiten un agarre que denota un mayor trabajo por la comodidad sobre la deportividad. La segunda fila es sorpresivamente espaciosa, con pocos obstáculos para el pasajero que se ubique en el medio. La tercera es precisa —sí, preciso es el adjetivo adecuado—, pues hasta una persona de 1,8 m puede sentirse a gusto, sin topes en las rodillas ni bajas alturas al techo.
Como no puede faltar en casi ningún lanzamiento reciente, hay anclajes Isofix para favorecer la sujeción de sillas para niños y cabeceras en cada una de las siete plazas del vehículo.
Al volante, el confort
El trabajo por alejar del habitáculo vibraciones, ruidos y movimientos bruscos es evidente. En ciudad, donde su tamaño puede imponer respeto en el tráfico y un reto en estacionamientos, poco se altera, reacciona o —siendo más extremos— sucumbe ante reductores, desniveles y demás imperfecciones comunes en ciudades como Bogotá y Medellín.
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Ni siquiera el motor V6, de 3,6 litros (276 caballos de poder y 360 Nm de torque) se integran al ecosistema interno que propone Teramont… o por lo menos así es en ciudad, donde el trabajo mecánico funciona de forma casi silenciosa y adecuada.
No es el mismo caso en carretera, donde el pedal derecho presenta una mayor exigencia y, sobre todo, en el modo de conducción deportivo o Sport (hay cuatro, sumando Eco, Normal y Personalizado), donde el propulsor emite un sonido acorde con sus seis cilindros y 24 válvulas.
Ahora bien, al volante, en ciudad o carretera, hay un sosiego en la respuesta al acelerador; unos pocos —pero evidentes— segundos hasta alcanzar las revoluciones necesarias para llegar a un movimiento que permita, por ejemplo, adelantar en carretera.
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Sin embargo, el movimiento, cambio y función de la caja automática de ocho marcas y la tracción integral (4Motion) no son más que testigo y promotores de un carro realmente generoso en lo que a habitabilidad se refiere, sin pasar por alto los 583 litros de almacenamiento del maletero.
Consumo y equipo
Después de señalar que los consumos de un carro dependen de un sinfín de variables (geografía, hábitos del conductor, clima, carga...), hay que decir que generoso es otro de sus calificativos más precisos, pues, teniendo en cuenta que la mayoría de comelones tipo SUV que integran motores V6 alcanzan cifras de peso en la economía de sus usuarios, el caso de Teramont es una sorpresa.
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En ciudad, con un tráfico moderado y a una altura de entre los 2.000 y 2.500 m s. n. m., registró consumos de 29 a 32 km/gal. En carretera, con alguna acelerada de adelanto y un ritmo importante pero no de competencia, se estiró a unos 46 o 49 km/gal.
Hilando menos delgado, hay que mencionar el sistema de infoentretenimiento con AppConnect inalámbrico de ocho pulgadas (intuitivo y con Apple CarPlay, Android Auto and MirrorLink), la cámara de 360° al estacionar, un cargador inalámbrico y las siempre vitales asistencias, como control electrónico de estabilidad, control de tracción, asistente de arranque y descenso en pendiente, entre otros.
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Hoy, por lo menos en Colombia, Teramont es sinónimo de espacio y tecnología. El producto, al parecer, enfocado en el conductor de familia amplia, con una carga proporcional y un bolsillo que casi llega a los $200 millones.
