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El llamado al Consejo de ministros del martes parecía algo rutinario. Se hablaría, según se supo, de la situación del Catatumbo y de los decretos que se han expedido a la luz de la declaración de conmoción interior y también -quizás eso era lo más extraordinario- de la llegada al gabinete del controvertido político Armando Benedetti, quien fue nombrado como jefe de despacho.
Pero lo que dejó la inédita transmisión del Consejo de Ministros (aparte de reclamos del mandatario, un balance agrio sobre lo que poco que se ha cumplido en su gestión y los señalamientos entre algunos funcionarios) es que de todo se habló, menos de la catastrófica situación humanitaria de Catatumbo, la peor crisis en 28 años en el país que ya deja 77.000 desplazados, miles más damnificados y al menos 80 muertos.
El cambio de agenda se dio desde el principio, según vieron todas las personas que se conectaron a la transmisión -que duró casi cuatro horas- y fue confirmada este miércoles por el mismo ministro del interior, Juan Fernando Cristo.
“Asistí un tiempo, a pesar de la circunstancia de salud, porque fuimos convocados para discutir varios decretos de la conmoción interior del Catatumbo, que considero la prioridad del país en este momento. Lamento el cambio de agenda, la forma como se desarrolló la sesión y los enfrentamientos públicos entre funcionarios del gobierno. Esa no es la forma institucional de tramitar las diferencias internas”, dijo Cristo en su cuenta de Twitter.
El Consejo de Ministros sacó a la luz pública los roces que hay al interior del Gobierno y la división entre los funcionarios más cercanos al Petrismo. Casi todos los dardos fueron para Laura Sarabia, hoy canciller de Colombia, y para el mismo Benedetti, quien se ha convertido en un alfil que el presidente defiende a capa y espada.
La discusión que quedó rezagada
La situación de Catatumbo, que ya completa 20 días, sigue siendo preocupante y, parcialmente, inatendida. Esa región del Catatumbo, Norte de Santander, está sumida en una ola de violencia por la arremetida violenta de la guerrilla del ELN y los posteriores combates con el Frente 33 de la disidencia de las FARC conocida como Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF).
La gravedad de esa crisis llevó a que se realizara una caravana y una sesión humanitaria con la Comisión de Paz del Congreso en la que participaron decenas de organizaciones sociales, entidades del Estado, miembros de cooperación internacional, la Iglesia y el Congreso. Todos se dirigieron desde la noche del domingo hasta el municipio de El Tarra para levantar las voces de súplica ante los constantes ataques del ELN en Norte de Santander que ha dejado como resultado la crisis humanitaria más grave de los últimos 28 años en Colombia.
Para el encuentro de este martes se esperaba que la cúpula de Gobierno discutiera los decretos faltantes para el paquete de 11 documentos que ya habían sido expedidos en el marco de la declaración de conmoción interior para atender la situación en Catatumbo.
Además, el análisis de todos los representantes del gabinete era importante, pues para el próximo 11 de febrero está agendada una plenaria en el Senado para discutir el informe sobre la declaratoria de conmoción en Catatumbo.
Las razones de la medida ya habían sido expuestas en la Cámara de Representantes el pasado martes, cuando los ministros del interior, Juan Fernando Cristo; Defensa, Iván Velásquez; y Justicia, Ángela María Buitrago, presentaron ante la plenaria la necesidad de aplicar la medida.
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Dentro del paquete que estaba pendiente por la firma de todos los ministros estaba uno en particular con el que el Ejecutivo estaría pensando en crear nuevos impuestos para la financiación de la conmoción y que, según las primeras versiones, incluiría gravámenes a los juegos de azar y sector de hidrocarburos.
La medida se sumaría a las nueve que ya habían sido publicadas por el Ejecutivo en las que se decretaba, por ejemplo, la designación de un comandante militar que pondría el foco en las áreas establecidas dentro del estado de conmoción.
Junto con el paquete también se le otorgó facultades al Ministerio de Ambiente para adoptar medidas en materia ambiental que estuvieran relacionadas con el desarrollo sostenible en el marco de la declaratoria. Con esto, la cartera podría suspender los trámites de otorgamiento de licencias, permisos o concesiones para nuevos proyectos en la zona.
Por el lado del Ministerio de Trabajo, el decreto firmado en el marco de conmoción interior establece el teletrabajo para el sector privado en todos los municipios donde se declaró la emergencia.
La cartera de Vivienda tendría entre sus responsabilidades la necesidad de garantizar el acceso a los servicios públicos en las regiones afectadas y la creación de medidas excepcionales para atender los casos de desplazamiento masivo.
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La tarea para el Ministerio de Transporte fue flexibilizar el servicio de transporte público terrestre y atender las necesidades de los pasajeros en los municipios afectados por los enfrentamientos.
Sin embargo, al finalizar el encuentro de este martes -el que duró casi seis horas al aire- el presidente Petro fue consciente de que el ejercicio no mostró un “gran esfuerzo democrático” y que, por el contrario, dejó al desnudo las confrontaciones existentes entre los jefes de carteras.
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