La confianza del consumidor sigue bajo cero, pero mejoró en marzo: ¿por qué?

La inflación retomó senda bajita en 5,09 % durante marzo y las tasas del Banrep siguen en 9,5 %.

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El termómetro emocional del consumo sigue marcando cifras negativas, aunque con un leve repunte que vale leer entre líneas.

En marzo de 2025, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) marcó -7,1 % en Colombia, según la Encuesta de Opinión del Consumidor de Fedesarrollo. A simple vista, parecería otra señal de desaliento. Pero ese mismo número representa una mejora de casi cinco puntos frente a febrero, cuando el índice se ubicaba en -12 %. Y es, también, un salto frente al mismo mes del año pasado, cuando se ubicaba en -13 %.

En otras palabras, los consumidores aún no creen del todo en la economía… pero empiezan a mirar con menos recelo el futuro (al menos en papel).

Cabe recordar que la inflación disminuyó a 5,09 %, la más baja desde octubre de 2021, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicaba en 4,58 %, según el DANE. Además, las tasas de referencia del Banco de la República se han mantenido en 9,5 %.

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Este clima de ánimo moderadamente mejor no se traduce, sin embargo, en una apertura al gasto más ambicioso. La disposición a comprar bienes durables (como electrodomésticos o muebles) aumentó frente a febrero, lo cual es un pequeño termómetro de mayor confianza en la estabilidad del hogar. Pero la intención de adquirir vivienda o vehículo, que implica compromisos a más largo plazo, cayó.

No obstante, el balance trimestral revela otra historia: una caída de 2,4 puntos en la confianza, arrastrada por el deterioro en la percepción sobre el país y la menor disposición a comprar bienes costosos.

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El repunte de marzo tiene dos motores claros: un aumento de 5,5 puntos en el Índice de Expectativas del Consumidor (que mide lo que la gente cree que pasará), y una mejora de 3,8 puntos en el Índice de Condiciones Económicas (que captura cómo perciben su situación actual). Es decir, los colombianos no solo creen que el presente mejora ligeramente, sino que el futuro podría no ser tan gris como se pensaba hace un mes.

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La confianza subió en cuatro de las cinco principales ciudades (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga), pero sigue en terreno negativo en tres de ellas.

Bogotá, por ejemplo, pasó de estar en 13,4 % en marzo de 2024 a caer a -7 % un año después. Medellín bajó aún más, de -23,7 % a -25,2 %. Cali, en cambio, mejoró de 3,3 % a 4,2 %, y Barranquilla dio un salto considerable de -13,6 % a 14,3 %. Bucaramanga, aunque sigue en números rojos, subió de -21 % a -12,9 %.

¿Por qué importa esto? Porque el consumo es uno de los principales motores de la economía. Cuando los hogares confían, gastan. Cuando dudan, postergan. Y cuando el índice se mantiene en números negativos, incluso con mejoras puntuales, el mensaje de fondo sigue siendo el mismo: la economía aún no conquista del todo el bolsillo, ni el ánimo, de la gente.

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