:format(jpeg)/s3.amazonaws.com/arc-authors/elespectador/00f54b40-e0c1-4a81-9465-9aa9f016699a.png){kind=small}
:format(jpeg)/www.elespectador.com/resizer/F6GuZcHabibCrAcMw7wEdrccaFY=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/Y2WHYVKBKVDGXD2QRLLN6JBYR4.jpg)
En este mes de paro nacional, en el que se han registrado bloqueos, constantes enfrentamientos, desapariciones y muertes, la negociación entre el Gobierno y el Comité del Paro aún no ha encontrado una salida. El panorama es complejo y hay muchos factores que se han mezclado en esta difícil coyuntura. Uno de ellos tiene que ver, como dice el padre Jorge Humberto Peláez, rector de la Universidad Javeriana, con que muchos jóvenes que están saliendo a las calles no se sienten representados por los negociadores. Para impulsar un espacio de diálogo, varias de las universidades del país están impulsando estrategias para crear una nueva agenda nacional.
Sergio Jaramillo, excomisionado para la Paz, en un artículo publicado el 16 de mayo en El Espectador ya había propuesto una invitación similar “para dar una discusión de puertas abiertas con los jóvenes –y las universidades están llamadas a convertirse en escenario central de debate y discusión– sobre una nueva agenda para Colombia”. Un espacio basado en la experiencia que se creó en Chile durante las protestas de 2019 con la plataforma de conversación y encuentro entre ciudadanos “Tenemos que Hablar de Chile”. Fue impulsado por la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile. Además, contó con el apoyo de más de 20 organizaciones y de Google.
La iniciativa chilena tiene como propósito convertirse en una plataforma abierta y participativa en la que se incluya la mayor cantidad de instituciones, diversidad, pluralidad y generar contenido que ayude a encaminar el futuro del país. Para conseguirlo han empleado una metodología en la que los participantes se conecten desde sus propias experiencias y sentimientos. Hasta el momento, cerca de cinco mil personas han contestado la encuesta sobre lo que han vivido desde el paro de 2019. Con sus repuestas, se desarrollarán diálogos virtuales en los que se elaborarán documentos para aportar en las discusiones de las políticas públicas.
Le puede interesar: La educación de la que no se habla en el paro nacional
Hernando Parra Nieto, rector de la Universidad Externado, señaló que una de las claves del éxito de ese espacio que se abrió en Chile fue la metodología que se empleó y la promoción de un diálogo desde diferentes orillas. Por sus resultados, buscan replicar parte de este modelo en Colombia, sobre todo en este momento social en el que se requiere mucha empatía y disposición a escuchar a quienes piensen diferente. “Los y las jóvenes quieren reorientar la protesta hacia el diálogo, ellos no quieren bloqueos, mucho menos y bajo ninguna bandera aceptan la violencia, no quieren que se siga afectando la economía”, puntualizó.
Para Silvia Restrepo, vicerrectora de la Universidad de los Andes, es importante centrar la estrategia de diálogo en los jóvenes, porque “son conscientes de la desigualdad social, por ejemplo. Y nos centramos en ellos porque hemos visto que son quienes se manifiestan, quienes recogieron un cierto nivel de inconformismo”. Por eso, añadió, las universidades son las encargadas de acompañar ese proceso de salir a las calles para poder conversar y conocer sus propuestas.
Le puede interesar: Facultades de varias universidades se unen al Paro Nacional
Siguiendo el ejemplo de Chile, las universidades colombianas han planteado diferentes escenarios, como los foros abiertos de la Universidad Nacional en los que los estudiantes debaten propuestas específicas como, por ejemplo, el tema de empleabilidad. Otra de las iniciativas es la “Conversación más grande de Colombia”, impulsada por la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN). “Durante la jornada recogimos ideas y el documento será entregado a los estudiantes y profesores que participaron, a las ramas del poder público, líderes, gremios económicos y a la opinión pública”, dijo Carlos Felipe Londoño, vicepresidente de ASCUN.
En Antioquia la alianza es promovida por el G8. En la región se adelantó una mesa con Luis Fernando Suárez Vélez, gobernador (e), y empresarios para armar un comité para tratar distintos temas de interés común. Además, desarrollaron sesiones de trabajo con la Asamblea Departamental. En Bogotá, por otra parte, varias instituciones desarrollaron una metodología para juntar las propuestas de los estudiantes. “El objetivo es salir a las calles y escuchar a los manifestantes para conocer de cerca otras problemáticas”, dijo Restrepo. Estas son otras de las estrategias:
G8, la estrategia de diálogo que se adelanta en Antioquia
Desde el 20 de mayo, la Gobernación de Antioquia y ocho rectores de las universidades de la región han adelantado una mesa de diálogo para escuchar las peticiones de los estudiantes y, desde la academia, encontrar posibles soluciones. “Llegaron con cuatro propuestas: en salud; apoyo a las entidades de control para que las protestas se den en el marco de los derechos humanos; las universidades como espacios de encuentro y diálogo; y la sensibilización de la población juvenil frente a temas como la esperanza, la confianza en la institucionalidad y el acceso a la educación”, señaló Luis Fernando Suárez Vélez, gobernador (e).
La Universidad de Antioquia, CES, Eafit, Universidad de Medellín, Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín), EIA y la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), que hacen parte del grupo llamado G8, han desarrollado sesiones de trabajo con la Asamblea Departamental, en las que han participado líderes estudiantiles. “Tras varias sesiones, le hemos propuesto al Gobierno siete temas de interés, entre ellos están las grandes inequidades; la Constitución política colombiana, que este año cumple 30 años; el tema pedagógico alrededor de lo constitucional; lo fiscal; y la educación”, dijo John Jairo Arboleda, rector de la Universidad de Antioquia.
Arboleda señaló que, a partir de las conclusiones que surjan de esas mesas de diálogo, podrán impulsar la construcción de una agenda 2040. “Esta situación que se vive en nuestro país por el paro nacional nos permitirá tomar puntos específicos e importantes que nos está señalando la sociedad. Los pondremos en los planes de desarrollo, por ejemplo”, añadió. Para Arboleda, las universidades podrán aportar con el conocimiento de sus investigadores, docentes y estudiantes. “Ensayamos la violencia como sociedad y fueron muchos muertos que generaron más violencia. En nuestros jóvenes se encuentran nuevas formas de solucionar los conflictos”, apuntó.
Una plataforma para la conversación estudiantil
Hernando Parra Nieto, rector de la Universidad Externado, explicó que desde el 5 de mayo, siete universidades (Los Andes, Externado, Javeriana, UDEA, Nacional, Tecnológica de Pereira y la Universidad del Valle) hicieron un llamado para que diferentes actores se involucren en la agenda de discusión nacional. “Buscamos crear una plataforma para la conversación y la participación, para reflexionar, organizar y concretar las inquietudes, inconformidades, intereses, propuestas y apuestas que los y las jóvenes han manifestado, en especial durante este mes de paro nacional”, comentó
Esta herramienta, que es una plataforma presencial y virtual, busca ser un punto de encuentro para que los jóvenes puedan expresar y organizar sus inconformidades, inquietudes, preocupaciones, propuestas e intereses que han manifestado, principalmente, en este mes. En la fase inicial solo participarán instituciones de Bogotá, entre las que están la Universidad Externado, los Andes, la Nacional, La Salle y la Universidad Distrital. Además de la Arquidiócesis de Bogotá; Diócesis de Engativá, Diócesis de Fontibón y Diócesis de Soacha y con el apoyo metodológico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Silvia Restrepo, vicerrectora de la Universidad de los Andes, aclaró que esperan poner en marcha la iniciativa durante esta semana. “Estaremos en las calles, en los diferentes puntos en los que se han convocado las manifestaciones, y nos sentaremos a hablar con los jóvenes. Con el apoyo de la academia conseguiremos que se estructuren sus ideas como propuestas más concertadas y organizadas, y así poder presentarlas ante los actores que influyen en las políticas públicas del país”, agregó. Estas cinco universidades aseguran que esta estrategia, que inicialmente tendrá como plan piloto Bogotá, podría replicarse en las otras ciudades.
Lea: Varias universidades flexibilizaron evaluaciones para que estudiantes puedan unirse al Paro
Pero esta no es la primera vez que las universidades se postulan como epicentro del diálogo en medio de un paro. En 2019 ya había pasado. “Cuando empezó 2020 me reuní con tres grupos de estudiantes, cada uno conformado por 20 alumnos que eran los que habían estado más activos en el paro nacional. Les pregunté cuáles eran sus dolores, frustraciones, rabias, expectativas frente al país, frente a un futuro. Entendimos que lo que estaban proponiendo se debía convertir en una agenda para entender la coyuntura y el futuro de Colombia”, recordó el padre Jorge Humberto Peláez, rector de la Universidad Javeriana.
Durante las 22 sesiones que se han desarrollado en este centro educativo se recopilaron las propuestas de los estudiantes, profesores, egresados, y se priorizaron 26 grandes temas. “A partir de ese ejercicio de diálogo han surgido una serie de propuestas, recomendaciones y herramientas. Una de ellas será presentada por los grupos de investigación de las universidades públicas y privadas. Como universidad tenemos que escuchar a los actores, pero al mismo tiempo debemos generar espacios que ayuden a mirar hacia el futuro”, expresó el padre Peláez.
Para el padre, una de las principales preocupaciones es la carga emocional que se percibe en este momento, principalmente por el clima electoral, que dificulta la construcción de acuerdos a mediano y a largo plazo. “El reto es establecer una metodología clara y rigurosa. Así como pasó en Chile en el marco de las manifestaciones de 2019”, apuntó. Pero, “a diferencia de Chile, en donde los jóvenes se aglomeraron para exigir una reforma a la constitución de Pinochet, en Colombia la polarización es muy fuerte. En este momento nadie se siente representado por nadie y es una de las dificultades que existen para sentarse a negociar”, concluyó.