Días después de que la Corte Suprema de Justicia avalara la extradición a Estados Unidos de Andrés Felipe Marín Silva, alias “Pipe Tuluá”, por cargos relacionados a narcotráfico, se conoció una carta en la que el jefe de la banda criminal “La Inmaculada” hizo un llamado a la calma y le pidió a la estructura armada abstenerse de cualquier acto violento o de alteración al orden público.
En la misiva, Marín Silva explicó que el mensaje se da en el marco de la ola de alarma y el refuerzo de seguridad en Tuluá tras conocerse la decisión del alto tribunal. “Dirijo un mensaje claro a los miembros del grupo La Inmaculada y sus estructuras aliadas en el Valle, así como a mis amigos y personas cercanas: Por favor, absténganse de cualquier tipo de acción violenta o alteración al orden público”, señaló.
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Asimismo, hizo un llamado de tranquilidad a la comunidad y a los funcionarios del Inpec asegurando que por su parte no van a suceder ataques. “Es propósito del suscrito reiterar el compromiso de cumplir la palabra de paz que he ofrecido. Sigo firme en propuesta de buscar una salida política al conflicto y en mi postura de que no soy narcotraficante. Mi solicitud de extradición se basa en cargos que rechazo”, agregó.
En contexto, la petición a la que le dio luz verde la Sala Penal del alto tribunal fue hecha por la Corte del Distrito Este de Texas, que busca a “Pipe Tuluá” por los delitos de tráfico de drogas ilícitas y concierto para delinquir. Por esos hechos, las autoridades de ese país profirieron tres cargos contra Marín Silva, todos relacionados con los supuestos nexos que hizo con narcotraficantes en Colombia, México, Estados Unidos y otros países, para enviar cocaína y distribuirla en esos lugares. Además, fue identificado por la corte de ese país como “presunto traficante de cocaína y líder de la organización criminal transnacional La Inmaculada”.
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Si bien Marín Silva hizo un llamado a la tranquilidad, Guillermo Londoño, secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana de ese departamento, le dijo a El Espectador en días pasados que, por orden de la gobernadora Dilian Francisca Toro, en la mañana del 12 de noviembre trasladaron oficiales a Tuluá que apoyarán al contingente de 70 hombres del Ejército que ya estaban allí y al Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de la Policía.
Al respecto, Marín Silva aseguró que no hay amenazas y que se mantendrá en su compromiso de una “eventual mesa de paz”, como ya lo ha solicitado en varias oportunidades al gobierno del presidente Gustavo Petro. La decisión de enviar, o no, a “Pipe Tuluá” a Estados Unidos está ahora en manos del mandatario.
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