Katy Tur, presentadora del canal estadounidense MSNBC, advirtió que el asesinato del activista de derecha Charlie Kirk sería usado por el gobierno de Donald Trump para “justificar sus acciones” más represivas. La derecha calificó sus comentarios de “desastrosos”, pero ahora parecen ser una visión sobre el futuro.
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Días después, la cadena ABC, propiedad de Disney anunció que el programa nocturno del presentador estadounidense Jimmy Kimmel “sería suspendido indefinidamente” después de que este comentara sobre Charlie Kirk.
Kimmel aseguró durante la emisión de su programa que “la pandilla MAGA (siglas para referirse a los seguidores de Trump) está tratando desesperadamente de caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa que no sea uno de los suyos, haciendo todo lo posible para sacar provecho político de ello”.
La cadena optó por tomar acción antes de que el presidente pudiera reaccionar como lo ha hecho en el pasado. Desde que inició su mandato, Trump se ha caracterizado por las múltiples demandas contra ciertos programas, medios o cadenas de televisión que no coinciden con sus visiones políticas.
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“El programa de Jimmy Kimmel, con bajos índices de audiencia, ha sido CANCELADO. Felicidades a ABC por haber tenido finalmente el valor de hacer lo que había que hacer”, aseguró Trump por medio de Truth Social.
En julio de 2025, Trump demandó al canal CBS por 20 mil millones de dólares alegando que el programa 60 Minutes manipuló la edición de una entrevista a Kamala Harris para favorecerla antes de las elecciones. Esta demanda incluyó a Paramount Global, empresa matriz de CBS.
Además, Trump ha arremetido verbalmente contra otras cadenas que han criticado sus políticas, como MSNBC y otros medios tradicionales, llegando incluso a amenazar con revocar permisos a cadenas como NBC y ABC.
“La libertad de expresión en Estados Unidos está en jaque, lo que evidencia una de las mayores contradicciones del gobierno Trump. Un país que en teoría se fundamenta en la Primera Enmienda (garantiza la libertad de expresión el derecho de las personas a expresarse sin censura ni restricción del gobierno), pero que termina socavándola en nombre de la libertad”, aseguró Alejandro Bohórquez-Keeney, docente FIGRI de la Universidad Externado de Colombia.
Kimmel no ha sido el único en enfrentarse al poder que tiene Trump en las decisiones de sus canales. El programa nocturno de Stephen Colbert fue cancelado en mayo de 2025, cuando la cadena CBS anunció que esto se debía solo a motivos financieros.
Sin embargo, el público fue rápido en notar que la cancelación se dio después de que el presentador criticara públicamente un acuerdo económico por US$16 millones entre Paramount Global y Donald Trump.
El presidente también celebró esta decisión por medio de Truth Social y hasta advirtió que Kimmel sería el siguiente: “Me encanta de manera absoluta que despidieran a Colbert. Su talento era incluso menor que su rating. Escuché que Jimmy Kimmel es el siguiente. ¡Tiene aún menos talento que Colbert!”.
Además, periodistas y trabajadores de varios gremios han sido despedidos por sus comentarios sobre la muerte de Kirk. MSNBC cesó al analista Matthew Dowd por vincular en televisión el asesinato con el discurso polarizador de Kirk. Karen Attiah, columnista del Washington Post, afirmó en Substack que fue despedida del diario por una serie de publicaciones en la red social Bluesky tras la muerte de Kirk.
Empleados de los Carolina Panthers, equipo de la NFL, y de la aerolínea Delta, también fueron despedidos por comentarios en redes sobre el asesinato de Kirk. A su vez, DC Comics canceló la serie Red Hood tras las polémicas publicaciones de su autora acerca del disparo que asesinó al activista.
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¿Prensa libre?
Estos actos amenazantes no se limitan a la televisión. En agosto de este año, la Corporación de Radiodifusión Pública (CPB, por sus siglas en inglés) anunció que cerraría sus operaciones debido al éxito de los republicanos en su esfuerzo por retirar fondos a las estaciones locales de PBS y NPR en todo el país.
Una semana después de que Trump promulgara un recorte de fondos federales, la CPB perdió US$1.100 millones asignados para los próximos dos años. Aproximadamente 100 puestos de trabajo serán eliminados el 30 de septiembre, según CNN.
“LOS REPUBLICANOS HAN INTENTADO HACER ESTO DURANTE 40 AÑOS Y HAN FRACASADO… PERO YA NO”, escribió Trump en Truth Social.
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“Trump está debilitando la institucionalidad estadounidense y reforzando la centralidad del poder ejecutivo, algo que desde el origen se buscó evitar. Esto abre la puerta a un hiperpresidencialismo al estilo latinoamericano, con riesgos de gobernabilidad y choques con el federalismo que caracteriza al país”, explicó Bohórquez-Keeney.
La prensa escrita también ha sido blanco de las demandas del mandatario. Trump demandó a The New York Times por US$15 mil millones, acusándolo de difamación y de intentar perjudicar su campaña de reelección al actuar como portavoz demócrata y difundir mentiras sobre él y su movimiento.
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The Wall Street Journal fue demandado en julio por la publicación de una carta de cumpleaños supuestamente enviada por él en 2003 al millonario y delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein. Trump demandó al diario y a sus periodistas por US$10 mil millones al considerar falsa y difamatoria una carta publicada con su firma y un dibujo de una mujer desnuda.
En febrero, la Casa Blanca anunció que había prohibido a Associated Press acceder a ciertos eventos de prensa debido a su negativa a renombrar el “Golfo de México” al “Golfo de América”. La Casa Blanca también señaló que ejercerá un mayor control sobre qué medios de comunicación tendrán acceso al presidente.
Según el docente Bohórquez-Keeney, las acciones de Trump contra la prensa son “inauditas y van en contra del propio orden institucional”, lo que plantea un panorama preocupante para la democracia de cara a las elecciones de medio término de 2026.
La ausencia de prensa escrita crítica, programas de televisión que satiricen al poder y redes públicas de información para la ciudadanía, no hay suficientes espacios de debates para que los votantes elijan con libertad.
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Por Laura Henao Arévalo
