Los centenarios, aquellas personas que han sobrepasado los 100 años de edad cronológica desde su nacimiento, representan una paradoja que en los últimos años se ha ido desentrañando. Como decía hace unos meses en estas páginas el doctor Juan Manuel Anaya, médico inmunólogo y doctor en biología, “son personas únicas, en quienes la combinación de estímulos externos encontrados durante toda la vida y los factores hereditarios les permiten llegar a esa edad, en la mayoría de los casos exitosamente”. (Puede leer: Invima evacuó más de 8.000 trámites en plan contra desabastecimiento de medicamentos)
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Por esta razón, el estudio de los centenarios es una pieza fundamental para entender los mecanismos que regulan el envejecimiento, “con potencial para descubrir biomarcadores y factores pronósticos asociados a una longevidad saludable excepcional”, escribían unos investigadores italianos hace un par de años en un artículo científico.
La paradoja es que han sido muy poco estudiados e investigados, a pesar, incluso, de que la cifra de centenarios viene en aumento. Colombia no ha sido la excepción de esta tendencia global, indica Anaya, quien también es el director del Centro de Investigación e Innovación en Salud (Ciisa) de Coosalud EPS. (Le puede interesar: Pediatras le piden a Minsalud las vacunas más actualizadas contra el covid-19)
Si bien en el país se han hecho trabajos para identificar las posibles zonas en las que habitarían estas personas, solo hasta hace algunos días se publicó el primer trabajo que describió las características demográficas y clínicas de un grupo de centenarios. El estudio, liderado por Anaya, fue llevado a cabo por investigadores del Ciisa y del Centro de Memoria y Cognición Intellectus, del Hospital Universitario San Ignacio, de la Universidad Javeriana, y los resultados fueron publicados en la revista académica Archives of Gerontology and Geriatrics Plus.
Para el estudio, el grupo de científicos utilizó los datos que aportó Coosalud, la segunda EPS más grande del régimen subsidiado, con más de dos millones de afiliados en 12 departamentos del país. (También puede leer: Todo lo que tiene que saber del linaje JN.1 de covid-19 en Colombia)
De ese universo de personas, que en términos técnicos se conoce como cohorte poblacional y que fue bautizada como Coolcen, por el acrónimo de Coosalud, Colombia y Centenarios, los investigadores identificaron 2.964 centenarios, de los cuales el 50,7 % son mujeres (1.502) y el 49,3 % restante (1.462), hombres. De ellos describieron las características demográficas (dónde y cómo están, entre otra información), así como las características clínicas.
Pero, antes de abordar los hallazgos principales de este estudio, es importante hacer una aclaración. Si bien el trabajo no se realizó teniendo en cuenta la totalidad de centenarios que puede haber en el país (que, según el DANE, podrían ser 19.400 para 2023), Anaya explica que “las condiciones de salud de los centenarios de Colombia serían similares a las que estudiamos y reportamos”. (También puede leer: Minsalud dice que ya no será obligatorio usar tapabocas en centros de salud)
En términos muy generales, tras analizar la distribución geográfica, los investigadores encontraron que la mayor prevalencia de centenarios por cada 100.000 habitantes se encuentra en la región Caribe, como puede observarse en el mapa que acompaña este artículo. De hecho, hay dos áreas en Sucre y Bolívar con una prevalencia de entre 60 y 92 centenarios por cada 10.000 habitantes, por lo que son potenciales “zonas azules”, conocidas a nivel mundial por ser regiones donde habitan “un número considerablemente mayor de individuos de edad avanzada en comparación con sus regiones circundantes”, explican los autores en su investigación.
Tanto el dato de la población total de centenarios en el país como la existencia de “zonas azules” en el territorio nacional, es información que debe ser validada por el DANE, aunque, señala Anaya, ya se encuentran adelantando esa diligencia ante la entidad.
Los centenarios del país tienen un buen estado de salud
Las personas que logran superar los 100 años cronológicos desde su nacimiento, explican los investigadores, son considerados como “un modelo prometedor de envejecimiento saludable”, que a su vez fue definido por la Organización de las Naciones Unidas como “el proceso de desarrollo y mantenimiento de la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez”.
En Colombia, de acuerdo con el estudio, solo el 9,27 % de los centenarios analizados (275 personas) tenían enfermedades crónicas, de los cuales el 3,81 % tenían una y el restante 5,46 % tenían multimorbilidad, es decir, dos o más enfermedades crónicas. Las enfermedades más frecuentes en este grupo fueron la hipertensión arterial, la enfermedad renal crónica y la diabetes. Estos porcentajes son mucho más bajos si se comparan con los obtenidos para los grupos de población entre los 18 y 59 años, así como con los de 60 a 99 años. (Puede leer: No hay saturación de camas UCI por covid-19 en Colombia. No caiga en pánico)
Otra forma de entender el buen estado de salud en el que se encuentran los centenarios colombianos es ver en cuál de las categorías definidas hace 20 años por la médica estadounidense Jessica Evert y un grupo de colegas están. En términos muy generales, están los “escapados”, que alcanzan y continúan más allá de los 100 años sin enfermedades crónicas; los “atrasados”, que desarrollan estas enfermedades después de convertirse en centenarios, y, finalmente, los supervivientes, que llegan y pasan los 100 años viviendo con enfermedades crónicas. Para el caso de la cohorte Coolcen, el 90,72 % se encuentra en la primera categoría.
Aunque las noticias sobre el estado de salud de los centenarios en el país son buenas, Anaya recordaba hace algunos meses que la mayoría de leyes y normas que se han promulgado en el país para atender las necesidades de esta población “se han quedado en el papel”. Una de las barreras que enfrentan los centenarios, apunta el doctor, son el insuficiente número de geriatras y gerontólogos, así como la poca investigación que hay al respecto. (Puede interesarle: El linaje JN.1 de covid-19 ya está en Colombia, pero no hay por qué alarmarse)
Por eso, agrega Anaya, en compañía de la Universidad EIA en Medellín, de la Clínica de la Costa en Barranquilla y del Centro de Memoria y Cognición Intellectus, del Hospital Universitario San Ignacio en Bogotá, están adelantando un segundo estudio con la cohorte Coolcen para evaluar otras condiciones de su estado de salud (fragilidad, riesgo de caídas, estado nutricional y de salud mental, calidad de vida, entre otras), así como exámenes de laboratorio y biomarcadores genéticos e inmunológicos asociados con la longevidad.
Los resultados de este estudio, que se conocerán en abril de este año, “proporcionarán información valiosa sobre el envejecimiento saludable, la prevención de enfermedades y la mejora del bienestar de los adultos mayores”, concluye Anaya.