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La crisis humanitaria en Catatumbo, que ha sido catalogada como la más grave en las últimas décadas, ajusta dos semanas y las cifras de desplazamiento, asesinato siguen creciendo.
Los ataques de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron en Tibú el pasado 15 de enero con la masacre de tres miembros de una misma familia, incluido un bebé de nueve meses.
Luego de ello, se presentaron confrontaciones con la disidencia conocida como Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF), comandada por Calarcá Córdoba.
Entre las víctimas de asesinato, desplazamiento y confinamiento hay líderes sociales y firmantes del Acuerdo de Paz, quienes han denunciado haber sido declarados objetivo militar por parte del ELN.
Tras el consejo de seguridad que se realizó el lunes en Ocaña, y en el que participó el presidente Petro y su gabinete, la Gobernación realizó una reunión del Puesto de Mando Unificado (PMU) que difundió las más recientes cifras que deja la ola de violencia.
Además, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) presentó un plan de inversión que requiere $6,5 billones para proyectos de desarrollo en esa región.
El más reciente balance desde ese Puesto de Mando Unificado de la Gobernación de Norte de Santander da cuenta de la emergencia en el departamento.
La cantidad de personas asesinadas sigue siendo incierta. Según cifras del PMU, a la fecha se han reportado 41 asesinatos: 4 firmantes de paz, 2 líderes sociales, 32 personas de población civil y 3 menores de edad.
Sin embargo, cifras de otras entidades apuntan a que serían más de 80 homicidios. Dentro de los municipios más afectados están Tibú, con 21 homicidios; Teorama (14); el Tarra (4); Hacarí (1) y San Calixto con un (1) caso reportado.
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Sobre el asesinato de firmantes de paz, el Frente de Guerra Nororiental del ELN admitió que asesinó a firmantes del Acuerdo de Paz en los ataques en Catatumbo y aseguró, sin pruebas, que los reincorporados eran miembros activos de las disidencias de las FARC.
Ese fue uno de los motivos por los que la Fiscalía reactivó las órdenes de captura y extradición de los principales cabecillas de la estructura como Pablo Beltrán y Antonio García.
Si bien el proceso de paz con el ELN está oficialmente suspendido tras la ola de violencia que se desató en Catatumbo, el consejero comisionado para la paz, Otty Patiño, aseguró que esa mesa de diálogo todavía se podría reanudar, siempre y cuando la guerrilla haga una “reflexión profunda”.
Según el reporte del PMU, a la fecha, se registra la desaparición de 12 firmantes de paz en Teorama, Convención y Tibú.
Otro de los temas que ha generado preocupación tiene que ver con los niños inmersos en el conflicto. El PMU registró que 20 menores de edad han sido recuperados de los grupos armados con presencia en los municipios del Catatumbo.
A eso se le suman cifras alarmantes como los más de 49 mil desplazados de esa región que han llegado principalmente a Cúcuta (21.300), más de 2 mil personas en la ciudad han sido reubicadas en hoteles. Otros desplazados de zona rural del Catatumbo han optado por llegar hasta la cabecera municipal en Tibú, que actualmente tiene 13.313 personas ubicadas en cinco albergues improvisados.
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Para atender la situación de seguridad en ese municipio, la alcaldía dispuso varias medidas como prohibir la circulación a partir de las ocho de la noche hasta las seis de la mañana.
Asimismo, para hacerle frente a la emergencia humanitaria, la Unidad para las Víctimas ha entregado 137 toneladas de ayudas; la Gobernación de Norte de Santander entregó 111 toneladas y la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo y Desastres (UNGRD) hizo entrega de 425 colchonetas a las víctimas afectadas en el municipio de Ocaña.
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