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La vivienda nueva volvió a moverse al alza y lo hizo en un país donde casi todo está subiendo, pero no al mismo ritmo. Mientras la inflación anual en octubre fue de 5,51 %, los precios de la vivienda nueva crecieron 9,50 % en el tercer trimestre de 2025, según el más reciente informe del DANE.
Un techo que se vuelve más caro y más rápido de lo que suben los ingresos o el costo de vida en general.
En términos anuales, la cifra se redujo frente al mismo trimestre de 2024 (10,37 %) y también respecto al segundo trimestre de 2025 (10,02 %).
Sin embargo, continúa muy por encima del costo de vida. Desde el pico de 12,40 % en el cuarto trimestre de 2023, cuando la inflación cerró en 9,28 %, la brecha actual frente al costo de vida resulta aún más amplia.
Por otro lado, entre julio y septiembre, los precios de la vivienda aumentaron 1,89 % frente al trimestre anterior.
Y en lo corrido del año, el incremento acumulado es 7,62 %, más alto que el del año pasado.
📌 Un país donde unas ciudades vuelan y apenas una retrocede
El DANE encontró un mapa desigual en las áreas urbanas. Tres ciudades llevan la batuta del encarecimiento:
- Pasto: +19,88 %.
- Pereira: +14,09 %.
- Armenia: +13,85 %.
Son incrementos que implican que un apartamento que costaba COP 200 millones hace un año hoy puede estar alrededor de COP 240 millones solo por efecto de precio.
Al otro extremo está Neiva, el único mercado con caída: –3,31 %. Es una anomalía en un país donde incluso los materiales, la mano de obra y los insumos siguen presionando costos.
💸 Por estratos:
En Cali, el estrato bajo sube 20,31 %, mientras el alto apenas 7,41 %.
En Medellín, el estrato medio incluso cae –1,11 %, pero el bajo sube 13,77 %.
La vivienda para hogares de menores ingresos se está encareciendo más rápido que la de quienes tienen más capacidad de compra. Sí, es tan contraintuitivo como se lee.
¿Por qué está pasando esto?
Tres factores ayudan a leer el panorama:
- Los costos de construcción aún no caen del todo.
Según el DANE, en septiembre, los precios incluso aumentaron 3,16 % anual. Los insumos dejaron atrás los picos de 2022, pero siguen siendo caros. Y construir con materiales caros deja precios altos.
- Hay rezagos urbanos y dinámicas locales muy distintas.
Ciudades intermedias con más demanda que oferta están experimentando saltos fuertes. El corte a los subsidios de vivienda dejó con menos oferta las licencias para vivienda de interés social, lo que frena proyectos inmobiliarios para quienes, precisamente, menos pueden acceder a crédito para comprar vivienda.
Los créditos VIS han mostrado una desaceleración en 2025: pasaron de crecer más del 16 % en 2023 a 9,6 % el tercer trimestre, en gran parte por la falta de financiación pública, de acuerdo con las cifras del DANE.
- El sector financiero aún no baja las tasas a un ritmo que alivie la compra.
El Banco de la República sigue prudente con los recortes (9,25 %) porque la inflación no afloja.
Cuando las tasas bajan poco, los créditos hipotecarios se sienten igual de pesados.
Los datos muestran un sector que se está reanimando, sí, pero en un contexto desigual y con tensiones por todos lados, con regiones que vuelan y otras que se enfrían, estratos bajos con incrementos más fuertes, y compradores enfrentando precios que crecen por encima de casi todo lo demás.
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