A su hijo lo encontraron muerto días después, a orillas del río Cauca. Orlando Guarín no pudo ir al entierro, porque estaba internado en un hospital. Hoy, tiene que vivir con un parche de fentanilo adherido a su pecho para controlar el dolor. En realidad, es dolor en un miembro fantasma, porque siente que le duele la pierna, aunque no tiene.
Foto: Santiago Ramírez