Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

El Espectador le explica: qué ha pasado con la fiebre amarilla en Colombia

Con el trabajo realizado por la sección de salud, le contamos qué es la fiebre amarilla, por qué se declaró emergencia sanitaria y cómo se está tratando en Colombia.

Andrés Osorio Guillott

23 de abril de 2025 - 01:00 p. m.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, informó que se han confirmado 79 casos de fiebre amarilla en Colombia, con un saldo de 36 personas fallecidas. Es decir, un 43 % de mortalidad de los casos confirmados.
Foto: Katerine González Clavijo
PUBLICIDAD

Es miércoles de El Espectador le explica. No sé si a ustedes les pasó, pero cuando volvimos a escuchar que se hablaba de fiebre amarilla en el país, de un brote, de una emergencia sanitaria, como que no se entendía bien si era grave, si eso está lejos o cerca de pasar donde vivimos y qué hay que hacer para cuidarse. Bueno, si ya tenían conocimiento, pueden compartir este boletín con personas que, como yo, no entendíamos muy bien la situación, pues en esta nueva entrega de El Espectador le explica hablaremos de lo que ha pasado en los últimos meses alrededor de este tema. Así que, sin más preámbulos, arranquemos para que nos rinda.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

Empecemos por lo básico: ¿qué es la fiebre amarilla? ¿Cómo se contagia la fiebre amarilla y dónde podemos vacunarnos? La sección de salud de El Espectador nos contaba que “La fiebre amarilla es una arbovirosis endémica en más de 43 países en las zonas tropicales de África y América Central y del Sur. En Colombia, dice el Ministerio de Salud en su página web, el primer caso fue diagnosticado por Roberto Franco, Jorge Martínez Santamaría y Gabriel Toro Villa en pacientes de Muzo (Boyacá) en 1907″.

Esta enfermedad es causada por un virus del género Flavivirus y se transmite por medio de la picadura de mosquitos infectados de los géneros Haemagogus spp y Sabethes, en el ciclo de transmisión selvática (bosques y selvas) y, en el ciclo urbano involucraría al Aedes aegypti (el mismo vector del dengue y el zika).

La fiebre amarilla se transmite por medio de la picadura de un mosquito infectado y los síntomas comienzan a aparecer de tres a seis días. Puede empezar con fiebre, dolor muscular, náuseas y vómitos. Esta enfermedad, detalla la Organización Panamericana de la Salud (OPS), no se transmite por contacto personal, objetos o leche materna. Los grupos más vulnerables a desarrollar complicaciones son los niños y los adultos mayores.

¿En dónde vacunarse contra la fiebre amarilla? Primero digamos que si bien en la actualidad no hay un tratamiento específico para la fiebre amarilla - más allá del manejo de síntomas como fiebre y deshidratación -, si hay una vacuna que ofrece inmunidad efectiva.

Read more!

Una sola dosis suele ser suficiente para conferir inmunidad. No obstante, algunas personas recomiendan un refuerzo, sobre todo para adultos mayores de 59 años, pues esta población ha registrado el 32 % de los casos detectados en el último año.

En Bogotá pueden vacunarse en el Centro de Salud Terminal Terrestre, en el Centro de Salud Terminal Aéreo, en la Terminal de Transporte del Sur, en la Terminal de Transporte Satélite del Norte y en el Aeropuerto El Dorado. Sin embargo, en este directorio del Ministerio de Salud podrán encontrar otros puntos de vacunación en los diferentes municipios del país.

Es clave que si van a viajar a alguno de los lugares de alto riesgo (más adelante veremos cuáles) y no tienen la vacuna, intente aplicársela diez días antes del desplazamiento.

Ahora sí. Volvamos en el tiempo y vayamos varios meses atrás para recordar lo que dijo el presidente Gustavo Petro el 27 de noviembre de 2024: “Tengo que anunciar que ya vencimos la primera epidemia que se podía expandir en Colombia, y la vencimos con nuestro nuevo modelo de salud preventiva”. ¿Y a qué se refería el jefe de Estado? Quién sabe, en ese momento no se entendió bien, pero desde el sector de la salud dieron luces sobre lo que estaba pasando: había un brote de fiebre amarilla en el departamento del Tolima.

Read more!

Juan Diego Quiceno, periodista de la sección de salud de El Espectador, nos recordó en un artículo que la cosa más o menos empezaba en noviembre y nos explicó en el mismo lo que ha pasado en el Tolima en los últimos meses. Por ejemplo, en la nota, John Mario González, investigador y docente de medicina de la Universidad de Los Andes, dijo: “Hace mucho tiempo no teníamos un foco o brote de esta dimensión en el país”.

No ad for you

En los últimos 15 años, Colombia había reportado casos en departamentos como Norte de Santander, Magdalena, Meta, Caquetá, Guaviare, Putumayo, Vichada, Casanare y Santander. En este lapso, es la primera vez que aparece Tolima. “Es un brote considerado como foco nuevo para fiebre amarilla en el país. No hay casos notificados en Tolima en el sistema de vigilancia epidemiológica desde que este inició en el año 2007, y hasta el momento de la confirmación del primer caso en 2024″, le dijo a El Espectador el Instituto Nacional de Salud (INS).

Quiceno nos mostraba las siguientes cifras en el artículo publicado el 12 de febrero de este año: “Durante el segundo semestre de 2024, Tolima reportó sus primeros 13 casos de fiebre amarilla. En lo que va de 2025, el departamento ha notificado 16 casos adicionales, sumando un total de 29 hasta el 10 de febrero, según nos confirmó la Gobernación de Tolima. Como se muestra en la infografía que acompaña este artículo, de los 29 casos, 12 han fallecido, lo que representa una letalidad de alrededor del 41,4%”.

No ad for you

“El problema es que los síntomas de la fiebre amarilla se pueden confundir con los del dengue, chikungunya o el zika. Pero cuando se complica, la fiebre amarilla afecta el hígado. Cuando hay compromiso hepático, también se ve afectada la fábrica de proteínas del cuerpo, incluidas aquellas relacionadas con los factores de coagulación, lo que provoca sangrados. Por eso, la fiebre amarilla tiene una letalidad que suele ser muy alta: los sangrados son una consecuencia de la falla en la producción de proteínas hepáticas”, explica González. “En este caso, y ante lo inusual de la situación, tenemos una dificultad: aún no tenemos un estudio entomológico que nos confirme algunos datos importantes del nuevo brote”.

¿Por qué se dio este brote en el Tolima? Quiceno explicaba que no era casualidad que muchos de los casos vinieran de los municipios de Cunday, Prado, Purificación y Villarrica. “Posiblemente, las actividades económicas del territorio han hecho que los pobladores de la zona ingresen a la reserva de Galilea, donde de manera natural existe el vector que transmite la fiebre amarilla”, sugería el INS.

No ad for you

Como dato no menor, el Parque Natural Regional Bosque de Galilea es el mayor ecosistema boscoso natural de este departamento. Comprende alrededor de 26.700 hectáreas (ha.) y es hábitat de muchos animales como el oso de anteojos, el puma y de primates como el mono churuco y el capuchino.

Vacunación contra la fiebre amarilla en Colombia. /Minsalud
Foto: Minsalud

Frente a otras hipótesis, José Fair Alarcón Robayo, médico epidemiólogo y coordinador del Grupo Sivigila Tolima, le dijo a este diario que “Algunas de las que epidemiológicamente más se aceptan, giran alrededor de cómo el cambio climático ha generado migración no solo en los reservorios no humanos, como los primates, sino en los vectores (los mosquitos). Ese desplazamiento parece que se ha dado a través de la cordillera oriental y ha empezado a afectar a zonas, en este caso Tolima, que están más hacia el norte de las regiones donde usualmente hay casos. El año pasado se reportó un caso en Huila, que tampoco nunca había tenido casos. Pero fue solo uno”.

El pasado 10 de abril, en uno de los reportes entregados por el INS, podíamos ver que entre 2024 y lo que va de 2025, se habían registrado más casos de fiebre amarilla que entre 2017 y 2023. En el artículo donde se hablaba de ese informe, se mostraba que “Durante el siglo XX hubo en Colombia epidemias de fiebre amarilla cada 10 años. La última fue en 1979 en la Sierra Nevada de Santa Marta. En el siglo XXI se presentaron brotes en 2003 y 2004 en la zona del Catatumbo, en la Serranía del Perijá (Norte de Santander) y en la Sierra Nevada de Santa Marta. En 2005 reportaron casos en Putumayo (11) y Caquetá (10), y en 2009, en el Meta. Sin embargo, entre 2017 y 2022 solo registraron un caso de fiebre amarilla en el país, fue en 2018. En 2023 hubo dos”.

No ad for you

En estos primeros meses de 2025, se han presentado 77 casos, con 35 fallecidos. El departamento del Tolima sigue siendo el territorio con más riesgo, con 59 casos reportados, de los cuales 23 fallecieron. Le siguen Huila, que hasta hace unos días tenían 29 casos reportados, Cundinamarca, Meta y Vaupés, con 18. También han requerido vigilancia los departamentos de Caldas, Caquetá y Putumayo, donde también se presentaron registros de fiebre amarilla. Hasta el 10 de abril había 388 municipios en riesgo: varios de los departamentos ya mencionados, pero también otros pertenecientes al Amazonas, Arauca, Antioquia, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cesar, Chocó, Guainía, Guaviare, Huila, La Guajira, Meta, Norte de Santander, Putumayo, Tolima, Santander y Vichada.

Debido a este panorama, el presidente Gustavo Petro anunció el pasado 15 de abril que iba a decretar la emergencia sanitaria por el virus de la fiebre amarilla.

Leyendo esto podríamos decir que prácticamente todo el país está bajo amenaza de la fiebre amarilla. Pero calma. Sí, hay que tomar todas las precauciones necesarias, pero en un nuevo reporte del pasado 21 de abril, podemos ver que el 60 % de los municipios de Colombia registran un bajo riesgo de transmisión de esta enfermedad.

No ad for you

Entre los municipios de alto riesgo están: Ipiales (Nariño), Ǫuinchía (Risalrada), Melgar (Tolima), Mocoa (Putumayo), Mitú (Vaupés), entre otros. Los departamentos con municipios en esta categoría son: Tolima (26 municipios), Caldas (15), Huila (15), Meta (13), Caquetá (12), entre otros.

Ese mismo 21 de abril, el Ministerio de Salud publicó la resolución con la que se reglamentó y se dieron nuevos detalles sobre las acciones enmarcadas bajo la emergencia sanitaria provocada por la fiebre amarilla. “Declárese la emergencia sanitaria en todo el territorio nacional con ocasión a la circulación activa del virus de la fiebre amarilla, hasta que haya transcurrido al menos ocho semanas epidemiológicas sin casos humanos ni epizootias”, se lee en la resolución.

Entre las acciones está la intensificación de la vacunación, en particular en los municipios que se encuentren en alto riesgo. En estos, las autoridades deberán revisar los antecedentes de vacunación de toda la población, y aplicar vacunas “a todas las personas susceptibles en el municipio desde los 9 meses de edad en adelante, incluidos los mayores de 59 años, la población extranjera y migrante, independiente de su estatus migratorio”, indica la resolución. Además, se deberá priorizar la vacunación a las personas pertenecientes al sector salud.

No ad for you

“En los municipios de alto riesgo, se deben activar las Redes de Vigilancia Epidemiológica Basada en la comunidad (REVCom) para el reporte oportuno de personas con síntomas compatibles con un síndrome ictérico-hemorrágico. También se debe reportar la presencia de monos o mamíferos pequeños enfermos, muertos o restos de huesos”, se lee en la resolución.

“Los secretarios municipales deberán enviar un informe firmado a la entidad departamental, quien consolidará la información de los municipios y reportará al Ministerio de Salud y Protección Social las acciones concertadas e implementadas para el despliegue de la vacunación firmado por el secretario de Salud Departamental”, se lee en el documento en el que se insta a los municipios de bajo riesgo a facilitar la vacunación a personas que lo soliciten.

En esa misma coyuntura, el ministro de defensa, Pedro Sánchez, informó que: “Las enfermedades no tienen distinción de sexo, raza o condición social. La salud comienza por prevenirla. Todos nuestros miembros de las Fuerzas Militares y Policía deben tener la vacuna contra la fiebre amarilla. Si estamos sanos podemos defender con más empeño a cada compatriota”.

No ad for you

En contexto: Gobierno descarta exigir carné de vacunación contra fiebre amarilla para ingresar al país

Oropouche, otro virus que no hay que perder de vista: hay aún muchas inquietudes

Minsalud alerta sobre correos falsos sobre jornadas de vacunación contra la fiebre amarilla

Al momento de haber decretado la emergencia sanitaria, el Gobierno Nacional informó que tenían tres millones 100 mil vacunas, pero que esperaban que para este punto llegaran tres millones y medio más, sin contar con la solicitud de otras ocho millones de vacunas para más adelante.

La Asociación de Epidemiología de Colombia (ASOCEPIC) enfatizó que se debe mostrar empatía y comprensión, específicamente en comunidades rurales, étnicas y cafeteras, quienes no deben ser responsabilizadas, sino acompañadas, y dejó algunas recomendaciones previas a la Semana Santa, que preocupó a las autoridades por el flujo de viajeros que se presentaría por esos días.

Más allá de la Semana Santa, vale la pena repetir algunas de las recomendaciones que seguirán vigentes: promover la vacunación; en caso de ver monos muertos, reportarlo a las autoridades; movilizar recursos logísticos y personal adicional hacia los municipios de categorías 5 y 6, donde las capacidades institucionales suelen ser más limitadas; fortalecer la vigilancia virológica y entomológica, incluyendo el muestreo de vectores en municipios ubicados en zonas de transición ecológica, específicamente aquellas que se encuentran entre los 1.800 y 2.200 metros sobre el nivel del mar, entre otras.

No ad for you

“Esta emergencia tiene un énfasis en el carácter preventivo. La vacuna salva vidas. A pesar de todos los esfuerzos que hemos hecho, hay que extremar la prevención. No es un llamado al temor; tenemos que actuar es de manera conjunta”, advirtió, por su parte, el viceministro de Salud, Jaime Urrego.

“Hemos pedido a cada ente territorial que debe tener un hospital al que se van a dirigir las personas que sufran la enfermedad para, desde ahí, ejercer un control claro y definitivo sobre ellas. Las EPS, como lo han venido haciendo, tienen que buscar todos los mecanismos para apoyar los equipos básicos, mandar transporte y vacunadores”, afirmó el ministro de salud, quien a su vez dijo que cerca de 80.000 personas, entre médicos y enfermeras, debían desplazarse para atender y vacunar a toda la población a nivel nacional.

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en medio de una rueda de prensa en la que explicaba la situación de la fiebre amarilla en Colombia.
Foto: Min

En entrevista para El Espectador, Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de salud, habló, entre otras cosas, de cómo se iba a priorizar la vacunación en el país: “Zonas como Bogotá o el altiplano cundiboyacense, que son zonas altas, por ahora no requieren vacunación masiva ni una acción urgente. Pero si una persona de Bogotá viaja a zonas de riesgo, debe vacunarse. La segunda colonia más numerosa de Bogotá es la tolimense (la primera es la boyacense), así que muchas personas viajan al Tolima —ya sea al sur, al oriente o al norte del departamento— y es allí donde debemos priorizar la vacunación. En el Huila también es necesario hacerlo, porque ya hemos detectado el virus en primates y por la cercanía con zonas afectadas como Aipe, Santa María y la montaña de Neiva. Si usted está en Barranquilla, por ejemplo, y no tiene pensado viajar a zonas de riesgo, no necesita vacunarse. Lo mismo aplica para Medellín o Bogotá: mientras usted no viaje al Chocó, a la Amazonía, al Tolima o a otros lugares con circulación viral activa, no hay necesidad. En la resolución sanitaria de emergencia hemos definido con precisión los municipios y sectores donde las personas deben estar más alerta, sobre todo en zonas selváticas, boscosas y rurales. Son cerca de 400 municipios en todo el país”, aseguró.

No ad for you

“De acuerdo con nuestras estimaciones, deberíamos estar vacunando entre 13 y 14 millones de personas contra la fiebre amarilla. Afortunadamente, ya hay una gran parte de la población vacunada”, Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de salud.

¿Cómo ir un paso delante de la fiebre amarilla? Bajo esta pregunta, Sergio Silva, editor de las secciones de ambiente, ciencia, educación y salud, realizó un artículo que nos da pistas al respecto. Brasil es un ejemplo de uno de los tantos caminos que hay que tener en cuenta para no dejarnos coger ventaja de la enfermedad: “En el último gran brote de fiebre amarilla que tuvo Brasil, entre 2016 y 2018, rastrear primates infectados fue una de las acciones claves para contener el brote. Entonces, hubo 2.154 casos y 745 personas fallecidas, como registra la Organización Panamericana de la Salud, luego de que años antes el virus saliera de los límites de la Amazonia, en donde era endémico. No se sabe con precisión cuántos primates murieron, pero algunas cifras que por esos años dieron las autoridades de Brasil indicaban que hubo más de 4.500 muertes sospechosas por fiebre amarilla de primates, aunque podían ser mucho más, le había dicho a Scientific American el biólogo Sérgio Lucena Mendes, profesor de la Universidad Federal de Espírito Santo”, nos explicaba Silva.

No ad for you

En el artículo también nos explicaba que el gremio cafetero es importante en esta coyuntura: “hay un motivo por el que quienes recogen café también pueden ser claves para contener el brote de fiebre amarilla: por estos días, afirma la epidemióloga Silvana Zapata Bedoya, presidenta de la Asociación de Epidemiología de Colombia, empezarán a dar frutos las cosechas y habrá una buena cantidad de trabajadores expuestos, que se moverán de finca en finca tanto en Tolima, algunos puntos de Cundinamarca, Antioquia y el Eje Cafetero”.

Asimismo, Zulma Cucunubá, PhD en epidemiología, que seguro muchos la recordamos por sus valiosos aportes durante la pandemia, y que es directora del Instituto de Salud Pública de la Universidad Javeriana, apuntó que es importante incrementar el trabajo de biología molecular para saber si hay cambios en el virus e integrar a entomólogos para tener más certeza de si hay otros mosquitos que puedan transmitir el virus.

Sin embargo, afirmó el inmunovirólogo Bladimiro Rincón, profesor de la UIS, es que el virus de la fiebre no ha tenido, históricamente, una tasa de mutabilidad alta.

No ad for you

En medio de las preocupaciones el asunto de la fiebre amarilla también tuvo un tinte político que vamos a mencionar rápidamente. El presidente Gustavo Petro tuvo entonces la semana pasada dos roces: uno con Adriana Magali, gobernadora del Tolima, y otro -uno de tantos- con Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá.

A Magali, el mandatario le dijo por medio de un trino que “Ya se han vacunado 200.000 personas en el Tolima por nuestra labor, junto a los equipos básicos de salud y sus hospitales públicos (...). El mosquito pasó el río Magdalena y ya ha producido víctimas en la cordillera central en zona cafetera. Ha llegado desde Chaparral hasta el norte del Tolima. La gobernadora del Tolima no nos ha ayudado, y no ha girado dineros de la gobernación para ayudar a detener el virus”.

Como respuesta, la gobernadora del Tolima le dijo que “no le hace bien al país mentir en medio de sus aganes y endilgarme falsas responsabilidades sin fundamento”, además de recordar que en noviembre pasado decretó la emergencia pública en el departamento y que desde octubre de 2024 hay un Puesto de Mando Unificado (PMU) con la participación del Ministerio de Salud.

No ad for you

“Sé de mis responsabilidades jurídicas y políticas ante esta emergencia por Fiebre Amarilla, esa misma que usted, el 26 de marzo pasado, dijo en el consejo de ministros que era ‘un brote de fiebre amarilla en unos micos’ y que su gobierno había controlado”, afirmó Magali. Y cuestionó: “¿quién no actuó a tiempo y por qué mentirle al país ahora?”.

A Galán, el presidente Petro le dijo: “Bogotá no ha querido configurar los equipos básicos de salud que son imprescindibles para hacer una vacunación rápida en toda la ciudad. La rapidez de la vacuna es la clave”.

Carlos Fernando Galán, alcalde Bogotá (izq); Gustavo Petro, presidente de Colombia.
Foto: Archivo Particular

Por su parte, el alcalde de la capital citó la declaración del subsecretario de salud de Bogotá, el doctor en epidemiología Julián Fernández. El funcionario, no solo desmintió lo dicho por Petro, sobre una posible transmisión endémica de este virus en la ciudad, sino que además dio cifras sobre la vacunación en Bogotá. “Los casos en Bogotá no generan casos secundarios porque en la ciudad no hay transmisión vectorial por esta enfermedad”, manifestó Fernández.

No ad for you

Puede leer: Fiebre amarilla: la vacuna salva vidas, pero es útil que pacientes reumatológicos consulten al médico

Todos hablan de la fiebre amarilla, pero ojo con el dengue: hay varios brotes

En el video compartido por el alcalde Galán, en el que dijo que “por eso es importante consultar a los expertos”, Fernández señaló que Bogotá está comprometida por la vacunación, ya que, solo en 2025, en la ciudad se han vacunado cerca de 19.000 personas, de las cuales 16.000 fueron inmunizadas en el mes de abril. “Hemos mejorado los niveles de vacunación prepandémicos a través de una estrategia intersectorial, y hemos superado todos los indicadores trazados”.

Aunque esto no desmiente lo dicho por Fernández y Galán, a los pocos días se registraron dos muertos en Bogotá por fiebre amarilla. Las autoridades resaltaron que no fue producto de un contagio local. “La condición de estas personas está bajo reserva médica. Sin embargo, cabe aclarar que las dos personas fallecidas son personas que llegaron contagiadas a Bogotá y no se contagiaron. Las otras tres personas están bajo la atención de la red del Distrito”, se refirió Galán a los otros tres casos de personas que llegaron a la ciudad ya contagiadas.

No ad for you

“En Bogotá hemos puesto este año 84 mil vacunas contra la fiebre amarilla. Solo en lo corrido de abril vamos más de 30 mil dosis puestas. Clave recordar, además, que en Bogotá no se transmite el virus”

El pasado lunes 21 de abril, en el ya habitual consejo de ministros, Petro, además de una alocución presidencial, dedicó el encuentro que estaba destinado a hablar de la crisis de seguridad en el país para revisar el tratamiento de la fiebre amarilla y aclarar el estado de la emergencia sanitaria.

Cuando tomó la palabra en el consejo, el ministro de Salud informó que se han confirmado 79 casos de fiebre amarilla en Colombia, con un saldo de 36 personas fallecidas. Es decir, un 43 % de mortalidad de los casos confirmados.

Foto: Tomada del Minsalud

En el consejo de ministros, el jefe de Estado indicó que el valor de la estrategia para contener el brote de fiebre amarilla sería de entre $600 mil millones y $1 billón, necesarios para obtener los 13 millones o 14 millones de vacunas que planea administrar el gobierno y para los gastos adicionales que implica ese plan.

No ad for you

¿De dónde saldrá ese dinero? Petro dijo que podría salir de trasladar partidas del actual presupuesto para financiar ese gasto, o que podría salir de las concesiones 4G y 5G, pues, según el mandatario, “están guardando la plata en los bancos en fidecomiso porque no cumplen los contratos de construcción de carreteras”.

Vamos terminando con el análisis que hizo Juan Diego Quiceno el pasado domingo, en el que dejó claro que más que la vacunación masiva, lo importante primero es priorizar. ¿Qué desafíos contrae esto? Veamos algunas opiniones y acabamos.

“Esto debe ser de una forma eficiente y sostenida para que pueda fluir. Cuando digo eficiente, es que se deben priorizar a las personas que no se han vacunado, que seguramente son aquellas entre los 20 y 60 o 70 años, de las zonas donde está circulando el virus”, aseguró Carlos Arturo Álvarez Moreno, profesor en enfermedades infecciosas y medicina tropical de la Universidad Nacional.

También opinó John Mario González, coordinador del Laboratorio de Ciencias Básicas Médicas de Los Andes que: “La noticia de la emergencia puede generar una alerta entre la población general y habrá personas que no estén en áreas de transmisión que puedan demandar por la vacuna. No es necesario vacunar a toda la población”.

No ad for you

Quiceno mencionó en su artículo que “En su más reciente alerta epidemiológica sobre fiebre amarilla, la OPS recomienda que los países prioricen la vacunación en las zonas de riesgo, con el objetivo de alcanzar una cobertura mínima del 95 % entre los residentes —ya sea en áreas urbanas, rurales o selváticas—. Para lograrlo, sugiere implementar estrategias que permitan llegar a poblaciones no vacunadas, grupos etarios con coberturas subóptimas y trabajadores que, por razones profesionales u ocupacionales, están expuestos al virus en entornos selváticos o boscosos. En Colombia, la Federación Nacional de Cafeteros, por ejemplo, se ha mostrado dispuesta a participar de los espacios de diálogo a los que sea convocada, tanto a nivel regional como nacional, para enfrentar el brote, aunque señala que el Gobierno no la ha invitado a ninguno”.

¿Qué retos hay para lograr esto? Además de establecer criterios de priorización, el cuidado de las vacunas y el traslado de los equipos -dijo el ministro de salud que son más de 10.000- a zonas de alto riesgo, y que suelen ser de difícil acceso pueden complicar las operaciones. Tolima, la zona que más preocupa por estos días, es un ejemplo de ello. “Esta es una población campesina rural dispersa, donde llegar a cada casa es un poco más complicado. Hay que entender que existen unas brechas de desigualdad en departamentos como Tolima y que se han puesto de manifiesto en este brote”, señaló Karen Correa Tello, epidemióloga de la Facultad de Ciencias de la Salud de la U. del Tolima.

No ad for you

También es importante que si ya están vacunados, sepan guardar la evidencia de ello. Al no tener un sistema de información, esto puede hacer que se repitan vacunas que se pueden necesitar para personas que aún no se la han aplicado. “Es importante que a nivel nacional se disponga de un portal público (como ha ocurrido en epidemias previas), en el cual los ciudadanos y la academia podamos hacer seguimiento al reporte de los casos y a la vacunación”, comentó Cucunubá.

Álvarez también habló de “una fatiga del sistema de salud, especialmente después del covid-19, y la desinformación alrededor de las vacunas. Se debe hacer énfasis en esa comunicación”. En este sentido, la Asociación de Epidemiología de Colombia reafirmó su mensaje al decir que “La comunicación del riesgo no debe limitarse a hablar del peligro. Debe enfocarse en generar confianza, orientar las acciones, prevenir el pánico y, sobre todo, promover la adherencia”.

Seguiremos atentos a todo lo que ocurra con la emergencia sanitaria de la fiebre amarilla. Esperamos que esta información sea de utilidad para ustedes y sus seres cercanos. Los invitamos a seguir el cubrimiento que realiza la sección de Salud de El Espectador para evitar caer en la desinformación y el pánico.

No ad for you

Este es un hasta pronto con nuestro mensaje final: si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a disfrutar del contenido exclusivo que tenemos en nuestra página web. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que investiguemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles.

¿Qué tema le gustaría que tratáramos la próxima semana? Escríbanos a ebohorquez@elespectador.com

👩‍⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.